LUCHA CONTRA EL SEÑOR FEUDAL

Mataró cumple 600 años de la institución de su primer gobierno municipal

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Anna Rocasalva

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Este jueves 27 de junio de 2019 se cumplen exactamente 600 años de la constitución del primer autogobierno municipal de Mataró o, como se denominaba entonces, “el Consejo de la Universidad”. Es decir, lo que se conoce actualmente como el Ayuntamiento. 

Y es que hoy hace seis siglos que el rey Alfonso V de Aragón firmó un real decreto que otorgaba los privilegios del autogobierno “a los habitantes del término del castillo de Mataró”, tras años de lucha contra el poder del señor feudal que gobernaba el territorio.

Para conmemorar el acontecimiento, el Arxiu Comarcal del Maresme ha previsto una serie de actos académicos para el próximo mes de septiembre.

Un castillo quemado

A principios del siglo XV, un grupo de habitantes del término feudal de Mataró se rebeló contra su propio noble, Pere Arnau Marquès, ‘Señor de la Roca’, y desencadenaron un seguido de sucesos que culminarían con la liberación de Mataró (y el territorio circundante) del yugo feudal.

“A finales de la Edad Media, los señores feudales seguían controlando sus feudos y exigiendo los mismos privilegios desde hacía más de 500 años”, explica el Doctor en Historia, Ramon Reixach. “Esta dinámica de poder y control territorial había dejado de ser necesaria y los habitantes de Mataró empezaron a reclamar sus derechos y a coger fuerza y conciencia de colectivo”, agrega.

No era la primera vez que los mataronenses se amotinaban contra la nobleza, según apunta la historiadora Roser Salicrú, en la revista ‘Fulls del Museu Arxiu de Santa Maria’; pero el último alzamiento redujo el castillo del ‘Señor de la Roca’ a cenizas y forzó el cambio hacia el autogobierno. “Arrasaron la fortificación, de la cual no quedaron ni los cimientos”, comenta Reixach. “Los nobles no salieron heridos porque no se encontraban en el castillo, aunque el incendio duró entre 8 o 10 días”, analiza Salicrú. 

Mejor con la Corona

La quema del castillo fue una destrucción simbólica del poder feudal, que culminaría el 27 de junio de 1419, cuando el rey Alfonso el Magnánimo aprueba, en Sant Cugat del Vallès, las trece peticiones que le habían presentado los hombres del término del castillo de Mataró, y que recogen las condiciones con las que pactaron su redención y aceptaron pagar a la Corona y a los herederos del señor feudal una especie de indemnización.

Así se incorporó Mataró en el territorio real, con un gobierno llamado el Consejo de la Universidad, formado por cuatro jueces y ocho consejeros. “Los jueces eran lo que hoy en día son los alcaldes y los consejeros, los regidores, que se escogían al azar una vez al año”, comenta Reixach.

¿Pero cuál era la diferencia de estar bajo el control real o el feudal para los mataronenses? La respuesta es obvia para el Doctor en Historia, que argumenta que los habitantes dejaron de estar bajo el yugo de un señor feudal arbitrario y caprichoso, con un poder del cual no podían escapar pero que ya no era necesario porque hacía siglos que había terminado La Reconquista, para obtener un autogobierno bastante más ‘liberador’ bajo la Corona. 

“También fue una buena jugada para el rey, ya que le interesaba reducir la amenaza de una nobleza que, si se unía, podía destronarle”, explica Reixach, quien concluye que, a pesar de todo, “fue la fuerza de un pueblo unido el que logró un cambio hacia mejor”.

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