Promoción del arte local

Un viaje por los colores del barroco

El Centro de Arte de Ca l'Arenas de Mataró expone obras y piezas de los siglos XVII y XVIII analizadas según su tono

Muestra `Dosier 1: los colores del barroco en las colecciones del Museu de Mataró¿.

Muestra `Dosier 1: los colores del barroco en las colecciones del Museu de Mataró¿. / M.Coll

M. Coll

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En el año 1704, cuando el movimiento artístico del barroco triunfaba en todo Europa, Isaac Newton publicó una de sus obras más importante: Óptica: o un tratado de las reflexiones, refracciones, inflexiones y colores de la luz, en la cual afirmaba que la luz blanca estaba formada por una banda de colores: el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el cian, el azul y el violeta. Hasta entonces se creía que los colores eran la mezcla de la luz y de la oscuridad.

Este descubrimiento tuvo consecuencias espectaculares, especialmente en el campo artístico. Con el barroco, los colores se convirtieron en elementos centrales de la pintura, la escultura o la arquitectura y la luz pasó a ser la herramienta para matizarlos. Además, los artistas de esta época descubrieron como mediante los colores podían transmitir emociones, porque no todos generaban la misma reacción al espectador.

Un paso evolutivo que los visitantes de la muestra ‘Dosier 1: los colores del barroco en las colecciones del Museu de Mataró’ pueden apreciar en cada uno de los objetos expuestos; porque esta exposición, visitable hasta el 1 de julio en el Centro de Arte Ca l’Arenas de la capital del Maresme, se presenta como un viaje cromático por los principales tonos del barroco, desde el blanco hasta el dorado.

Por ejemplo,  del dorado, uno de los colores más usados en esta época de grandes ornamentaciones, se explica que era concebido “como el color del sol, simboliza el poder y se asocia con la energía y la luz” y se usaba “para despertar la emoción y la devoción de la población y por eso la Iglesia y la monarquía lo usaron como elemento central de su comunicación iconográfica”. Y, para ejemplarizar este efecto, se exponen pinturas, imágenes religiosas, un grupo de esculturas mitológicas, piezas de ropa bordada y hasta unas vinagreras de 1780, en las cuales el dorado predomina.

De todos los colores, cada uno debidamente explicado, el visitante podrá ver muestras de piezas, cuadros o esculturas del barroco. Por ejemplo, el negro se representa con piezas de hierro forjado; el blanco con piezas de porcelana y telas de lino; el verde con cerámica vidriada y el azul con potes de farmacia, vajillas ornamentadas y azulejos decorados. De esta manera, la exposición no es solamente un camino por los colores del barroco, sino también un pequeño sendero por la vida cotidiana de aquella época.

Un legado salvado de la Guerra

‘Dosier 1: los colores del barroco en las colecciones del Museu de Mataró’ es la primera muestra de un ciclo pensado para dar visibilidad al fondo museístico local. Los visitantes pueden observar que muchas de las piezas expuestas tienen como procedencia: Patrimonio Artístico Nacional.  La explicación es sencilla. El Museu del Maresme, la Escuela de Arts i Oficis y el Foment, durante la Guerra Civil y por encargo de la Generalitat, fueron los responsables de salvaguardar parte del patrimonio artístico de la ciudad. Al final del conflicto, todas las obras no reclamadas fueron depositadas en los museos bajo esta denominación.

En cambio, otras piezas expuestas proceden de donaciones particulares, realizadas a finales del siglo XIX, cuando surgió la voluntad de crear un museo en la capital del Maresme. Es el caso del Hospital de Mataró o de la Agrupación Científico Excursionista de la ciudad.

Más noticias de Mataró