El gobierno de Mataró reconoce a Mataró Parc la posibilidad de ampliarse en 11.000 m2

El gobierno municipal de Mataró no tiene prisa para posibilitar la ampliación del centro comercial Mataró Parc. Como mínimo no la tiene en relación a la propuesta que el propietario Tomás Olivo quiere llevar a cabo, que bordea los 30.000 metros cuadrados.

Está abierto, eso sí, a que el empresario murciano pueda ampliar en 11.000 m2 –el terreno de arena que queda al lado del hospital de Mataró- que son de su propiedad y que se encuentran en una especie de limbo jurídico debido a la anulación del planeamiento de la zona, tumbado en varias ocasiones por la justicia (eso implica por ejemplo que las licencias de obras y usos son provisionales. Es, pues, imprescindible regularizar la situación). Esta postura, de hecho, ya la expresó la anterior concejala de Urbanismo, Núria Calpe (CiU, cuando el partido estaba en el gobierno), en enero de 2017.

Un informe externo elaborado por el bufete de abogados Pareja & Asociados y encargado “para valorar el estado del sector C1 y las posibilidades de ampliación del Mataró Parc” confirma ahora que para aprobar el nuevo planeamiento hay que llevar a cabo una modificación puntual del Plan General de Urbanismo, que requiere de mayoría absoluta en el pleno –por ser una cuestión de urbanismo-, una mayoría reforzada que no tiene el gobierno en solitario del PSC.

Este mediodía el alcalde David Bote y la concejala de Urbanismo Núria Moreno han oficializado en rueda de prensa –después de anunciarlo a los grupos políticos del consistorio en una junta de portavoces- que el gobierno llevará al pleno municipal la mencionada aprobación puntual del Plan General.

En los cálculos del gobierno municipal esto debería de ser casi un trámite, puesto que prácticamente todo el mundo en el ámbito político de la ciudad ya da por hecho que en estos terrenos Olivo puede ejecutar como mínimo parcialmente su proyecto de ampliación. El ‘quid’ de la cuestión es que, al confirmarse que deberá hacerse una modificación del Plan General, se vislumbra la posibilidad de ampliar este consenso a los 30.000 metros que pide Olivo.

Dicho de otro modo: si un bloque heterogéneo como el que podría aprobar la modificación –Ciudadanos, PP y CiU- se pone de acuerdo en “confirmar” los 11.000 metros en los que Olivo ya puede ampliar, las posibilidades de trasladar este consenso a una propuesta de ampliación ‘max’ (la única que aceptará el empresario murciano), aumentan.

Aunque sea un poco difícil de entender la suma de estos grupos, hay que recordar que el gobierno municipal de Joan Mora ya estuvo a punto de firmar en el anterior mandato (2013) un acuerdo con Tomás Olivo para ejecutar la ampliación en 30.000 m2, pacto que se frustró porque a ultima hora “Olivo no quería limitar por debajo de 2.000m2 la superficie de las nuevas tiendas que implicaría la ampliación”, según fuentes conocedoras del asunto.

Esta es la estrategia (tranquila) con la que el gobierno municipal entoma definitivamente el espinoso asunto de la ampliación del Mataró Parc, después de que las posibilidades  de la instalación El Corte Inglés estén ahora mismo casi bajo tierra (aún no hay noticias de si el Tribunal Supremo admite o no a trámite el recurso de casación interpuesto por el Ayuntamiento, la Generalitat y el propi El Corte Inglés, pero la cosa pinta mal según reconocen en La Riera 48).

Una estrategia que admite que con solo los seis votos del PSC no se puede ir a ningún lado en temas urbanísticos y que a un año y poco de las elecciones será realmente difícil tejer un consenso en una cuestión tan sensible como esta. Pero que no tira la toalla a plantearlo.

Poco entusiasmo ante el “encaje de bolillos”

De hecho, ni el alcalde David Bote ni la concejala Núria Moreno han querido mostrar un gran entusiasmo por la operación, por si al final es imposible hacer el encaje de bolillos necesario. “Si la propuesta que nos proponen nos encaja, no pondremos palos en las ruedas”, ha asegurado después de múltiples preguntas la concejala de Urbanismo.

Por otra parte, el gobierno local no quiere aparecer como excesivamente subordinado a los deseos de la empresa de Tomás Olivo y le reprocha que en la última década no haya presentado ninguna propuesta oficial –lo hizo por última vez en 2004-.

Es decir que, desbrozado el terreno, ahora -según fuentes municipales- le toca al operador comercial mover ficha y presentar un proyecto definitivo de ampliación, que supere las propuestas hechas en conversaciones entre el equipo de Olivo y el ejecutivo local –la última de ellas tuvo lugar el lunes en el propio Ayuntamiento, con una reacción pesimista del equipo del empresario murciano, que no entiende la “parsimonia” con la que se mueve el gobierno de Mataró. “Para esto no hacia falta esperar tantos años”, apuntan fuentes próximas al Mataró Parc-.

“Queremos saber exactamente cual es la propuesta comercial que se nos hace; no hemos llegado a ese nivel de detalle. Una propuesta que tiene que ser compatible con el comercio actual de la ciudad. Pero cualquier cosa que se haga será a partir de ordenar el sector”, aduce David Bote, cuando se le pregunta por si el gobierno local hará todo lo posible para acometer la ampliación. “Si no tuviéramos voluntad de abordar la propuesta no nos habríamos reunido con el promotor”, ha añadido no obstante para no enfriar excesivamente la descripción de las relaciones entre Ayuntamiento y Mataró Parc.

En suma, pues, hablamos de un movimiento más en la partida de ajedrez que disputan los dos actores de este litigio desde hace años. Veremos cual es el próximo movimiento y como se posicionan los distintos grupos municipales (actores cruciales) a partir de este momento. En el asunto Mataró Parc, como en tantas otras cosas en Mataró, hay tema para rato.

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