Crecer para competir, una misión ineludible

La globalización y la revolución tecnológica aconsejan que las pymes ganen dimensión para mantener su nivel competitivo

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LUIS MIRAVITLLES. DIRECTOR IQS EXECUTIVE EDUCATION. UNIVERSITAT RAMON LLULL

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En octubre del 2016 el Colegio de Economistas de Madrid editó una excelente publicación sobre la evolución de las pymes en España. En ella, se ponía claramente de manifiesto la dificultad para crecer de este tipo de empresas, motivada por la existencia de medidas fiscales, laborales y burocráticas que desincentivan el incremento de su tamaño. El estudio, entre otras consideraciones, concluía que superar determinados umbrales, los 50 empleados y/o una determinada cifra de facturación o de activos, supone nuevas obligaciones para las empresas que reducen su competitividad. Aunque estoy bastante de acuerdo con las conclusiones de ese estudio, creo sinceramente que imputar toda la responsabilidad a las administraciones públicas es injusto. Una parte significativa de esa responsabilidad cabe asignarla también a una clase empresarial que a menudo tiene bastante aversión al riesgo, y a una sociedad que castiga en exceso el fracaso y, por ello, desincentiva la asunción de riesgos.

Parece obvio que la globalización de los mercados y el altísimo incremento en el ritmo la innovación tecnológica hace muy recomendable que nuestras pymes ganen dimensión para mantener su nivel competitivo. Hoy en día internacionalizarse no es una opción. De la misma forma que nuestras empresas se plantean entrar en nuevos mercados a nivel internacional, empresas de terceros países se plantean entrar en el nuestro y eso hace que las nuestras pierdan una parte de su cuota local. Por otro lado, la rapidez en la evolución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación está provocando que cada vez se necesiten más recursos para mantenerse actualizado. Recursos económicos y tecnológicos, cada vez más caros y sofisticados y, por supuesto, talento profesional para ayudar a tomar las decisiones adecuadas y para ser capaces de transformar este conocimiento en valor para la compañía. Ambos factores, la necesidad de internacionalización y de mantenerse al día en innovación tecnológica casan muy mal con esa dificultad para crecer.

Dos acciones importantes

Mientras tanto, del 2000 al 2017 el tamaño medio de las 10 empresas más grandes del mundo ha crecido más de un 30% en facturación (en dólares constantes), más de un 40% en capitalización (también en dólares constantes) y más de un 45% en empleados, a pesar del altísimo incremento de su productividad. En resumen, que mientras que las grandes empresas son cada vez más grandes, nuestras pymes están estancadas. Aunque sería ideal que nuestras empresas ganaran tamaño de forma significativa, es imposible que eso ocurra a corto plazo, pero hay dos cosas que podemos hacer.

La primera es reforzar el acceso de las pymes a los recursos necesarios para abordar la innovación tecnológica, impulsando de forma urgente una acción coordinada con patronales, asociaciones, clústers, centros tecnológicos y administraciones públicas para contribuir de forma decisiva a la aceleración de la transformación digital de sus negocios, de forma mancomunada y a los mismos costes y nivel con los que acceden los grandes. Ello posibilitaría un mayor y mejor acceso a nuevos mercados y una mejora importante de la productividad. Es cierto que ya se hacen algunas cosas en este sentido, pero son tímidos esfuerzos comparados con lo que se necesita y, los pocos recursos que se aplican para ello no siempre se utilizan de la forma más eficiente posible.

Captación de jóvenes con talento

La segunda es ayudar a las pymes para que puedan captar el mejor talento. Hoy por hoy, y en IQS tenemos claras evidencias, los jóvenes con talento se sienten atraídos, sobre todo, por el proyecto que se le ofrece, más que por el salario o las ventajas sociales. Y en este sentido, además del 'glamour' que supone entrar a trabajar en alguna de las empresas más famosas del mundo, como Google, Amazon, Apple o Microsoft, las ofertas que presentan son realmente estimulantes. Es imprescindible que las pymes mejoren el atractivo de los proyectos que ofrecen a estos jóvenes, en los que el componente de la innovación tecnológica y el de la internacionalización deberían tener un papel primordial. Adicionalmente, las administraciones públicas también pueden hacer mucho, reduciendo fuertemente los costes y las barreras administrativas para la contratación.

Por supuesto, eso no debe hacernos olvidar la importancia que tiene el crecimiento. Es necesario crear los instrumentos fiscales y financieros para facilitar fusiones y adquisiciones que incrementen el tamaño de nuestras pymes. Hace casi cinco años, Casey Stoner a lomos de una Honda CBR1000RR se enfrentó en una carrera con Max Weber, que corría en su Fórmula 1. Al arrancar, Casey Stoner tomó rápidamente la delantera, aprovechando su mayor aceleración y velocidad punta. Sin embargo, después de cinco vueltas … Weber ya le había ganado una vuelta entera. Es cierto que hoy en día es más importante ser rápido que grande, pero todo tiene un límite. Una moto GP, en ciertas condiciones, puede llegar a competir con un Fórmula 1, pero un utilitario está claro que no.