Con Mickey empezó todo

"Nunca olvidemos que todo empezó con un ratón", dijo el que se convertiría en el mayor fabricante de sueños (y en el pionero del márketing).Desde aquel 1928, produjo 600 películas que han marcado la infancia de cualquier niño nacido en los últimos 70 años.

zentauroepp2923709 files this undated file photo obtained 04 may 2005  shows wa161209140447

zentauroepp2923709 files this undated file photo obtained 04 may 2005 shows wa161209140447 / periodico

Nando Salvà

Nando Salvà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Quién no recuerda haberse quedado de piedra al descubrir que Walt Disney era el nombre de una persona? Durante mucho tiempo, para el niño que éramos la palabra Disney fue solo el lugar de donde Mickey Mouse procedía, quizá ese castillo envuelto en fuegos artificiales que aparecía al principio de tantas películas de dibujos. Resultó difícil hacerse a la idea de que todas ellas tenían un mismo padre espiritual.

"No me creo que haya ninguna cima que no pueda ser alcanzada por un hombre que sepa cómo hacer realidad los sueños. El secreto se resume en cuatro 'C': curiosidad, confianza, coraje y, sobre todo, constancia. Cuando crees en algo, debes hacerlo de forma implícita e incuestionable", dijo quien hoy, a punto de cumplirse 50 años desde su muerte –el próximo miércoles– lleva tiempo transformado en icono.

{"zeta-legacy-key":{"title":"claves biogr\u00e1ficas","keys":[{"title":"1901","description":"\u00a0Nace en Chicago. Es el cuarto de cinco hijos de un granjero y una maestra."},{"title":"1923","description":"\u00a0Llega a Hollywood. Con 40 d\u00f3lares en el bolsillo y la idea de hacer cine."},{"title":"1925","description":"\u00a0Se casa con Lilllian Bounds. Tiene dos hijas: Diane y Sharon."},{"title":"1928","description":"\u00a0Crea Mickey Mouse. Primer gran \u00e9xito del dibujante."},{"title":"1937","description":"\u00a0Estreno de 'Blancanieves'. La compa\u00f1\u00eda se consolida."},{"title":"1966","description":"\u00a0Muere en Burbank, a causa de un c\u00e1ncer de pulm\u00f3n."}]}}

Cualquier película de animación que se nos pase por la cabeza le debe algo a Disney. Hace poco menos de un siglo él tomó un medio hasta entonces usado esencialmente como curiosidad y para el chiste, e hizo de él un espacio para el arte. Para ello tomó la materia de la que la fantasía y los sueños se componen y la fue convirtiendo en un mundo extraño poblado por ratones, y patos que hablaban raro, y elefantes voladores, y princesas sacadas de cuentos populares que con el tiempo se hicieron famosas en los rincones más remotos del planeta.

Produjo más de 600 películas, de animación o de acción real –o de ambas cosas a la vez– y ganó una treintena de Oscar. Y mientras tanto le cambió la cara para siempre tanto al negocio de hacer películas como al de hacerse mayor. Cualquier niño nacido en los últimos 70 años ha llorado con la muerte de la madre de Bambi o con la del padre de Simba, y en general ha crecido en un mundo en el que las imágenes y los productos creados por Disney eran omnipresentes.

DA VINCI, EDISON Y ÉL

El don que Walt Disney poseía es una cualidad reservada a los genios: la habilidad para crear algo que existe solo en el ámbito de la imaginación y otorgarle existencia física. Algunos lo consideran la figura más significativa en las artes gráficas desde Leonardo da Vinci; otros lo comparan con Thomas Edison y Steve Jobs, gente poseedora no solo de un visión sino de la pasión, el ego y la energía para darle vida.

Es posible que Disney fuera especialmente brillante dibujando –otros se encargaban de hacerlo por él–, pero a cambio construyó una forma narrativa sólida como una roca, hecha de personajes amables y sencillos y sentimentalismo a flor de piel y valores conservadores y canciones pegadizas, y con ella se consagró en uno de los grandes arquitectos de la cultura popular. Y dependiendo de a quién se pregunte, usó el poder que el cargo le otorgaba para suministrar felicidad, inocencia, seguridad y amabilidad o para defender valores familiares retrógrados, perjuicios de clase, raza y género y una doctrina política basada en el patriotismo y la obediencia. Ya se sabe lo que dicen de las opiniones.

LA FANTASÍA COMO ESCAPE

Durante toda su niñez Walt Disney fue víctima de abusos físicos por parte de un padre intolerante, y resulta fácil inferir que su carrera fuera un intento de evocar la infancia que nunca tuvo. Después de dejar el instituto y ganar unos dólares repartiendo periódicos primero y dibujando tiras cómicas después, a los 23 años se trasladó a Los Ángeles y fundó con su hermano Roy la productora Disney Brothers, que a partir de entonces sería su vía para escapar de los aburridos y sofocantes límites de la vida diaria hacia una realidad controlada por él mismo. Enfrente tenía a un público que, azotado por la Depresión, necesitaba evadirse.

Pero esa coincidencia por sí sola no habría bastado para garantizar a la compañía los triunfos que desde entonces ha logrado. Posiblemente, de hecho, hoy Disney no existiría de no ser por Mickey Mouse, que desde su nacimiento mismo en 1928 se convirtió en su emblema. Como su propio creador dijo una vez: "Espero que nunca nos olvidemos de que todo empezó con un ratón". En efecto, son cortos protagonizados por el roedor como 'Plane Crazy' y 'Steamboat Willie', y los que a partir de 1934 los convirtieron a él y al Pato Donald en una pareja cómica tan memorable como Laurel y Hardy, lo que permitió a Disney plantar un pie en Hollywood.

Lo que permitió plantar el segundo para empezar a dar pasos de gigante fue 'Blancanieves y los siete enanitos' (1937), que resultaría ser el primer largometraje de la historia. Su producción fue para los Disney una batalla encarnizada. Los doctores de la época aseguraban que ver una película de animación tan larga sería perjudicial para la vista, los banqueros que firmaban créditos vaticinaban que nadie querría ver algo así. La película recaudó 8 millones de dólares; si tuviéramos en cuenta precios e inflación, sería considerada la segunda más taquillera de todos los tiempos ('Lo que el viento se llevó' sería la primera).

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Los m\u00e9dicos de la \u00e9poca\u00a0","text":"dijeron que \u2018Blancanieves\u2019, el primer largometraje de la historia, perjudicar\u00eda la vistado"}}

Con 'Blancanieves', Disney no solo se confirmó como una fuerza mayor de Hollywood sino que aseguró un futuro para el cine de animación. De haber fracasado en taquilla, hoy no existirían ni otras películas Disney como 'El rey León' o 'Frozen': el reino de hielo ni posiblemente tampoco títulos como 'Akira' o 'Vals con Bashir'. Asimismo, 'Blancanieves' también fue pionera en su uso de algo que con el tiempo Disney ha llegado practicar de forma tan perfecta que casi da miedo: el márketing.

UNA GUERRA PROVIDENCIAL

En todo caso, las producciones inmediatamente posteriores de la compañía no fueron precisamente éxitos financieros. Millones de dólares fueron invertidos en películas como 'Fantasía' (1940)'Pinocho' (1940) y 'Bambi' (1942), todas ellas fracasos de taquilla. Los estudios tendrían que haber echado el cierre de no ser por la intervención providencial de la segunda guerra mundial. Los contratos firmados con el gobierno para la producción de filmes de instrucción –sobre cómo usar armas, por ejemplo– y propaganda –contra los nazis, sobre todo–mantuvieron su economía a flote.

No fue hasta una década después que Disney empezó a asaltar los cielos tras completar la construcción de Disneyland, que inmediatamente se convirtió en el parque de atracciones más popular del mundo. Conocido como El Lugar Más Feliz de la Tierra, era la versión real del mundo de fantasía en el que Disney solía recluirse de niño, un refugio en el que el público pudiera sentirse a salvo. No tardó en confirmarse como una máquina generadora no solo de felicidad, sino también de dinero. Hoy, los diversos parques temáticos repartidos por el mundo acogen cada uno una media de 15 millones anuales de visitantes encantados de gastarse alrededor de 150 euros cada uno y hacer colas monstruosas para vivir la magia.

Walt Disney era obsesivo-compulsivo y adicto al trabajo. Se le consideraba agresivamente reaccionario, y las acusaciones de antisemita lo persiguieron durante décadas. Sus empleados le tenían miedo: en sus mejores días era un dictador benevolente, pero quien le llevara la contraria sufría las consecuencias. Después de todo alguien que es capaz de hacer que lo inanimado cobre vida, debía de pensar, es algo parecido a un Dios.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Disney era obsesivo-compulsivo,","text":"\u00a0adicto al trabajo y agresivamente reaccionario. Sus empleados le tem\u00edan"}}

No entendió que, ya en los 60, se le achacara haber perdido el contacto con la sociedad. Sus películas cargadas de buenos sentimientos y anhelos por tiempos más simples no tenían cabida en una sociedad azotada por Vietnam y la lucha por los derechos civiles. "Odio ver películas tristes; sé que la vida no es como esas historias la pintan, y no quiero que nadie me diga que sí lo es", aseguró al final de su vida, mucho antes de que después de continuos altibajos financieros y creativos The Walt Disney Company llegara a nuestros días convertida en el estudio más titánico de Hollywood.

Murió carcomido por un cáncer de pulmón derivado del consumo constante de tabaco. Pese a lo que dicen los rumores, no hizo ningún esfuerzo por asegurar su propia preservación criogénica.