Un compromiso con plan estratégico

La alcaldesa de Gavà lo tiene claro. Para que las ciudades puedan ser más competitivas y atractivas deben situar las estrategias de economía circular en el centro de su acción. Y Raquel Sánchez ha predicado con el ejemplo: Gavà ha integrado la agenda por la sostenibilidad en el plan estratégico de la ciudad. Una sostenibilidad entendida no solo desde el punto de vista medioambiental y económico, sino también social para poder luchar de una manera más eficiente contra las desigualdades.

El municipio del Baix Llobregat lleva años impulsando medidas que promueven la transición hacia el modelo de economía circular. Así, por ejemplo, en el 2016 se incorporó a la Red de Ciudades por el Clima; un año más tarde fue una de las ciudades impulsoras de la Declaración de Sevilla: Ciudades por una economía circular; y ya este año se ha convertido en la primera ciudad española, y la 30 del mundo, en adherirse a los principios 'Water Wise Cities', promovidos por la International Water Association, que persiguen el uso racional de los recursos hídricos.

Proyecto estrella

Y precisamente de agua va el proyecto estrella del municipio, Gavà Circular. La iniciativa, que se puso en marcha en el 2016 en colaboración con Aigües de Barcelona y el Centro Tecnológico del Agua (Cetaqua), busca potenciar el uso de aguas regeneradas en el municipio para aquellos procesos que no requieran agua potable, así como optimizar el consumo de energía y reaprovechar los residuos generados por las empresas del municipio. El proyecto quedó finalista de los premios del último congreso nacional de Innovación y Servicios Públicos, en la categoría de mejor proyecto de responsabilidad social corporativa y alineación con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), de la Agenda 2030, por su compromiso con la economía circular.

Además, junto con los ayuntamientos de Viladecans, El Prat de Llobregat y Sant Boi de Llobregat, Gavà participa en el proyecto Ecoindustria, que promueve sinergias entre las empresas para hacer un uso más eficiente de los recursos y reducir los costes de los procesos de producción.