La era de la 'smart home'

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Montserrat Baldomà

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Adiós a los múltiples mandos a distancia (el de la tele, el del aire acondicionado, el de los toldos, el del aparato de música....) que tenemos esparcidos por toda la casa. Adiós a la inquietud de no saber si hemos conectado la alarma al salir de casa, de si nos hemos dejado la luz del salón encendida o de si, con el frío que hace, nos hemos olvidado de programar la calefacción. La revolución tecnológica llega a los hogares. Es la era de las 'smart home', viviendas que funcionan con un solo botón, que son capaces de aprender de los usos y costumbres de sus residentes y que se comunican con ellos. Pasen y vean.

Hasta hace unos años, la domótica aplicaba poco más que a termostatos, iluminación y persianas y además, para su instalación, se requerían obras en la vivienda y una inversión considerable, que no bajaba de los 10.000 euros. Ahora, cuando ya no se habla de domótica sino de casas conectadas o ‘smart home’, todo se puede gestionar desde una misma ‘app’ en el móvil o en una tableta. El sistema inteligente facilita la gestión integrada de los diferentes dispositivos del hogar. Además, cada vez son más las funcionalidades que se pueden incorporar: calefacción, iluminación, persianas, tv, sonido y sistemas de seguridad, como cámaras, alarmas y detectores de humo.

Robots y asistentes

Joan Carles Rubio, director general de Delta Dore España, destaca que los videoporteros con los que mediante una ‘app’ uno puede simular que está en casa cuando llaman al timbre están teniendo una fuerte penetración, por no hablar, por supuesto, de los asistentes por voz. Por su parte Ignacio de Ros Viader, coordinador del máster en automática, domótica y robótica de La Salle-URL y socio fundador de AdR Ingenieros, apunta que cara al futuro próximo se conectarán también robots de limpieza y dispositivos de asistencia para la tercera edad. "Será un ‘boom’", pronostica. Sin embargo, ambos descartan por ahora la conexión con grandes electrodomésticos.

Más aparatos conectados y un precio menor que antaño. "El coste marginal es bajo, porque la infraestructura ya la tenemos. Por 100 euros podemos tener un termostato inteligente para regular la calefacción, poco más de lo que cuesta uno convencional", argumenta Rubio.

Casas más humanas

“La domótica tiene que servir para algo y ser sencilla”, argumenta el director de Delta Dore, para agregar que, gracias a estos dispositivos, se consigue "confort, seguridad y ahorro". Los termostatos inteligentes, por ejemplo, permiten ahorrar hasta un 30%, cifra nada despreciable si calculamos que en los meses de invierno la factura de la calefacción puede escalar hasta los 200 euros. A modo de apunte: el 40% de los españoles deja encendida la calefacción al salir de casa, con la intención de que esté caliente al volver, y tan solo cuatro de cada 10 la apaga, según diferentes estudios.

De Ros Viader va más allá y afirma que no es solo una cuestión de confort, y menos de lujo. "Son casas más humanas", sentencia. La casa conectada, abunda Rubio, da al usuario final la libertad de tomar sus propias decisiones. "Pone a la persona en el centro de la tecnología", apostilla.

El de las casas conectadas es un mercado muy innovador, en el que no solo operan grandes marcas, sino también pequeños fabricantes que han encontrado nichos de negocio. Y es precisamente la población más innovadora la que está más interesada en estos dispositivos y está tirando del sector. Pero Rubio pronostica que en un corto periodo de tiempo pasará a ser un 'mass market'.

En los últimos años, la domótica ha crecido a buen ritmo en España. El estudio Statista Smart Home Report 2017, último disponible, estima probable que el mercado doméstico conectado en España crezca a una tasa promedio anual del 60% de 2016 a 2019 y calcula que para el 2022 el 39% de la población en España querrá residir en una vivienda inteligente. Sin embargo, a día de hoy todavía está muy lejos de sus vecinos europeos. De hecho, con solo un 6,7% de hogares equipados con aparatos y aplicaciones 'smart home', España está, junto con Italia, en el furgón de cola, según Statista. El podio es para Noruega (31,6%), Estonia (26,8%) y Dinamarca (22,5). La consultora Oliver Wyman estima que el volumen de negocio del sector de la 'smart home' alcanzó los 470 millones de dólares el año pasado en España. A nivel mundial, la cifra se situó en el año 2015 en los 47.000 millones de dólares, y la consultora pronostica un crecimiento anual del 14% hasta el 2022.

Obra nueva

Un impulso al mercado domótico residencial, y una manera de alinearse con lo que empieza a reclamar el comprador, sería que promotoras y constructoras incluyeran los dispositivos de 'smart home' en sus promociones. Mientras que para el profesor de La Salle el sector se muestra muy reacio, Joan Carles Rubio aprecia un interés creciente. “Los promotores tienen la idea de la conectividad muy asumida, porque hay un segmento de compradores muy interesado en la tecnología", afirma. En el sector terciario, en cambio, nadie se plantea no incluir la domótica cuando construye un edificio, sentencia De Ros Viader.

En clave de futuro, el director general de Delta Dore, que también es miembro de la junta directa de la Asociación Española de Domótica e Inmótica, señala la gestión de la energía. "Vamos hacia el autoconsumo y la 'smart home' pasará a autogestionarse desde un punto e vista energético", apunta, sin olvidar que los cambios que puede conllevar el 5G.