LA CRISIS CLIMÁTICA Y SUS CONSECUENCIAS

El 1 de enero de 2020 se decretará la emergencia climática en Barcelona

El año que viene entrará en vigor la zona de bajas emisiones permanente todos los días laborables

La Taula per l'Emergència Climàtica durante la primera sesión participativa.

La Taula per l'Emergència Climàtica durante la primera sesión participativa.

M.R.P.

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El aumento de la temperatura global y del nivel del marlas olas de calor y los episodios de sequía ya están aquí. Reducir su impacto está en manos de todos. Pero ¿qué pasará si no actuamos?

Se calcula que en 2050 se habrán reducido en un 12% los recursos hídricos superficiales y en un 9% los subterráneos, como consecuencia de la disminución de las precipitaciones. En Barcelona se vivirán entre cuatro y cinco olas de calor cada año. La calidez excesiva y sostenida comportará un aumento de la mortalidad y la morbilidad, especialmente en los grupos más vulnerables como la gente mayor y los niños.

El incremento del nivel del mar y las inundaciones a causa de las lluvias torrenciales comportarán un retroceso de todas las playas de la ciudad, porque se reducirá la superficie de arena. Se estima que el nivel del mar podría aumentar en más de 130 centímetros el 2100. El aumento de las enfermedades respiratorias e infecciosas como el Dengue o el Zika también será una de las consecuencias del cambio de clima.

1 de enero de 2020

Esta es la fecha en la que el Ayuntamiento de Barcelona decretará la emergencia climática, coincidiendo con la entrada en vigor de la zona de bajas emisiones permanente.

Actualmente, más de 200 entidades, expertos y vecinos de la ciudad forman parte de la Taula per l’Emergència Climàtica, constituida en julio, que tiene como objetivo elaborar dicho decreto. En este se incluirán medidas en el ámbito de la movilidad, el urbanismo, los entornos escolares, la energía y la gestión de los residuos.

La ciudadanía ocupa un papel esencial en el desarrollo del decreto contra la emergencia climática. Más allá de las sesiones presenciales donde participan los miembros de la Taula, el Ayuntamiento ha abierto un proceso participativo en línea en la plataforma municipal Decidim Barcelona. De este modo, sin necesidad de desplazarse, las personas pueden decidir sobre el futuro de la ciudad a través de foros participativos, por ejemplo.

Plan quinquenal

A partir de las sesiones participativas, el Ayuntamiento de Barcelona pondrá en marcha el diseño del Pla d’Acció 2020-2025 que también recogerá las propuestas de la sociedad civil.  Previamente a la puesta en marcha del plan, se limitará a 30km/h la velocidad en siete calles de la ciudad donde las bicicletas tendrán prioridad en la calzada. Entre estas se encuentran las vías Gran de Gràcia y Rocafort.

Con el fin de promover y facilitar la movilidad a pie en un espacio público más saludable, se continuarán implantando las supermanzanas. Además, se pacificará el tránsito en los entornos de más de 27 escuelas y se mejorará la calidad del aire en 85 centros educativos.

Para impulsar la separación de residuos, se estudiará la implantación de la recogida selectiva puerta a puerta en más barrios de Barcelona. Muestra del buen resultado de este método es la prueba piloto que se hizo en el núcleo antiguo de Sarrià, dónde la recogida de residuos se triplicó. 

Con la implantación del Pla d’Acció 2020-2025, todos los equipamientos municipales de construcción nueva o en rehabilitación dispondrán de placas fotovoltaicas para autogenerar energía renovable y reducir las emisiones de CO2.

Zona de bajas emisiones

En 1 de enero de 2020 entrará en vigor la zona de bajas emisiones permanente todos los días laborables, de 7h a 20h. Una ordenanza municipal regulará la restricción de la circulación y las sanciones a los vehículos sin etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico. Además, el Ayuntamiento favorecerá los automóviles con niveles de emisiones más bajos con nuevos mecanismos fiscales. Esta es una medida estrella para reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire que respiramos.

Los refugios climáticos

Barcelona se prepara para abordar el desafío del calentamiento global a través de la adaptación climática en 11 centros educativos de la ciudad. La iniciativa cuenta con el soporte económico de la Comisión Europea en valor de cuatro millones de euros que se sumaran a la aportación municipal, de un millón de euros. Con este presupuesto, el Ayuntamiento mejorará los equipamientos. Se identificarán con tres colores: azul, nuevos puntos de agua; verde, incorporación de zonas verdes y de sombra y gris, mejora del aislamiento térmico y energético.

Núria Buyreu: «Seremos un refugio climático abierto a todos»

<strong>Núria Buyreu</strong> es la directora de la Escola Ramon Casas; uno de los 11 centros de Barcelona que a partir de 2021 se convertirá en refugio climático. Buyreu, junto con los maestros de 5.º curso, capitanea el proyecto en la escuela.