ASUNTOS PROPIOS

C. Tangana: "No sé hacer casi nada pero tengo visiones"

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Núria Navarro

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C. Tangana es a la música urbana lo que Los del Río a un fin de fiesta nupcial. Un clásico. Desde que sacó 'Mala mujer' (2017) y corrió que estuvo en la cocina de 'Malamente' -el bombazo de su 'ex' Rosalía-, Antón Álvarez Alfaro (Madrid, 1990) surfea en la ola de descargas de Spotify, en la lista de los 100 españoles más creativos del mundo de los negocios según 'Forbes' y en el purgatorio al que le envía la crítica feminista por algunas de sus letras. El Madrileño -es su nuevo alias- saca single: 'Tú me dejaste de querer'. Lo mejor que ha hecho nunca, promete.

-¿C. Tangana ha muerto?

-C. Tangana como un artista relevante dentro de un momento pequeñito de la historia cultural de España vivirá para siempre.

-Ahora se prefiere El Madrileño.

-El Madrileño es un montón de cosas que ya hacía y que venía madurando, solo que he decidido ponerles el foco.

-A saber.

-Siempre me he considerado una persona romántica, he tenido gusto por la cultura folclórica y he creído que tenía una forma sobria y elegante de hacer música. 

-¿Y Antón Álvarez, se siente cómodo en el traje de malote del uno y del otro?

-No me siento cómodo en ningún papel. Trato de ser lo más puro y honesto posible.

"No soy un cura, ni un político, soy un artista. Mi responsabilidad es generar pensamientos nuevos"

-Romántico, puro... Pensar que hay quien le afea la conducta.

-Me gusta la polémica. Cuando veo que puedo hacer algo que sorprenda, lo hago y asumo las consecuencias. 

-Un agente provocador.

-Yo no soy un cura, ni un político, soy un artista. Mi responsabilidad no es ser un ejemplo de moral intachable, es generar pensamientos nuevos.

-¿Qué opina Patricia Alfaro, su madre, de sus letras?

-Evidentemente, es la madre de un niño que a veces dice unas barbaridades que ni te imaginas, y que tiene que cargar con ellas cuando habla con el resto de la familia y algún desconocido. Pero se siente orgullosa de mi capacidad de expresarme. Lo que pasa es que siempre me he movido en esa línea en la que, en cualquier momento, podía echar a perder mucho talento. Ya en el colegio era el que podía haber estudiado más, sacado mejores notas, no haber suspendido, no haber sido expulsado. Un niño bueno que a veces hacía cosas. 

-¿El resto creyó en usted?

-Todos los seres humanos que conozco han dudado de mí en algún momento. Incluso yo mismo. Cuando rapeaba y no hacía absolutamente nada, cuando sacaba maquetas durante tres años y no iba a ningún lado, cuando ponía mi alma en un disco y no ganaba ni un euro, cuando empecé a montar numeritos y había quien pensaba que se me iba la olla...

-Suena mortificante.

-Me caracteriza el pesimismo radical y la frustración constante, pero me han traído hasta aquí. Estoy aprendiendo a disfrutar cuando las cosas me van bien.

-En alguna parte ha dicho que su estado natural es la huida.

-Lo único que me ha hecho crecer es huir de las cosas que me habían llevado hasta donde estaba, renunciar a la persona en la que te conviertes cuando tienes éxito. Y cuando no lo tienes, también.

"Soy la típica persona que no se entera de nada. Pregunté quién era Fernando Simón tres meses después de empezar la primera cuarentena"

-Ahora es el rey de las descargas.

-Yo no sé pintar, no sé hacer fotos, no sé de música, practicamente no sé hacer nada. Soy inconstante, cabezón, tengo muchos vicios, a veces soy maleducado. Pero tengo visiones. Y para hacer cosas que valgan la pena, necesito que mi intuición esté excitada; y para eso, debo situarme fuera de mi zona de confort. ¿Sabe eso que dicen que cuando tu cuerpo lo necesita, puedes correr más rápido de lo que pensabas? Eso aplico al mundo creativo.

-¿Y en lo personal qué tal?

-Soy la típica persona que no se entera de absolutamente nada. Yo pregunté quién era Fernando Simón tres meses después de empezar la primera cuarentena.

-Estudió Filosofía, que suele preguntar el porqué de todo.

-Una de las cosas que me echa en cara mi viejo cuando discutimos es que siempre doy una visión demasiado general de las cosas. Hablo desde una perspectiva de 2.000 años. Soy incapaz de atenerme al hecho político concreto. El desinterés hace que tenga una falta de información muy 'heavy'. Estoy muy, muy despistado.

-Entonces, ¿qué se ve desde la cúspide?

-Cuanto mayor me hago, más pienso que el éxito no tiene nada que ver con las reproducciones, ni con ser famoso. Vivimos en una cultura del espectáculo y estamos acostumbrados a que las personas o los objetos más vistos sean los más deseados y, por tanto, los mejores; pero es un completo error. El éxito no es una flecha hacia arriba, es como un 'skyline' de una ciudad gigante: subes, bajas, vuelves a subir, te mantienes... La 'cumbre' es vivir de lo que amas hacer, el resto es ir sorteando montañas rusas.

"Entiendo que la gente esté obsesionada con Rosalía. Mi postura es dejar que la gente diga lo que quiera. Ya se hartarán"

-¿Sabe amar?

-Sí. Una de las cosas que más orgulloso me siento -y que mi madre me ha hecho ver que es bueno- es que tengo relaciones personales que duran muchísimo tiempo. Me he demostrado que sé querer y he aprendido que para mantener una relación es bueno reconocer los errores.

-Pensábamos que era "un cabrón", pero tiene "corazón".

-Eso dice la canción, sí. Ocurre que encuentro la poesía en una parte más oscura. Pero soy tierno y muy sensible.

-En sus letras no hay forma de dejar de ver mensajes cifrados para Rosalía.

-Entiendo que la gente esté como obsesionada con Rosalía. A mí eso me pasó hace cinco años cuando la escuché por primera vez. Mi postura es dejar que la gente diga lo que quiera. En algún momento se hartarán, ¿no?

-Igual necesita YA a su Kim Kardashian.

-[Ríe] Soy una persona extremadamente familiar. Mi madre tiene 14 hermanos; yo, un montón de primos. Siempre tengo a la familia alrededor. Y siempre la tendré.

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