Derechos reproductivos

Entra en vigor la ley que restringe el aborto en Florida después de las seis semanas de embarazo

La norma, aprobada por el gobernador republicano Ron DeSantis, no prevé excepciones ni por violación ni por incesto

Aborto, la nueva frontera que divide a EEUU

El aborto, tema clave en las elecciones presidenciales de EEUU de 2024

Protesta contra la nueva ley que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas en Florida, el pasado 13 de abril en Orlando.

Protesta contra la nueva ley que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas en Florida, el pasado 13 de abril en Orlando. / OCTAVIO JONES / REUTERS

France Presse
EFE
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La ley de Florida que prohíbe el aborto después de seis semanas de embarazo, una de las más restrictivas de Estados Unidos, entró en vigor este miércoles, en lo que el presidente Joe Biden calificó como una "pesadilla" impulsada por su rival y predecesor, Donald Trump. Una ley que oscurece aún más el panorama de los derechos reproductivos en el sureste de EEUU.

Trump se jacta a menudo de haber permitido que el Tribunal Supremo pusieran fin en junio de 2022 al derecho federal al aborto y dejara ese asunto en manos de los estados. Una decisión que fue posible porque, durante su mandato (2019-2021), el entonces presidente republicano inclinó el alto tribunal hacia el bando conservador con la renovación de tres de sus nueve jueces.

"Hoy, una prohibición extremista del aborto entra en vigor en Florida, vetando el aborto incluso antes de que numerosas mujeres sepan que están embarazadas", declaró Biden en un comunicado.

La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, visita este miércoles Florida, un estado gobernado por el republicano Ron DeSantis, para pronunciar un discurso en el que criticará a Trump. Biden, de 81 años, ya viajó la semana pasada a este estado del sureste, uno de los más poblados del país, que votó en su mayoría por Trump en las dos últimas elecciones presidenciales.

Los demócratas intentan convertir el aborto en uno de los temas principales de la campaña los comicios de noviembre, con la esperanza de que les dará votos contra Trump, de 77 años.

"Vigiladas y castigadas"

Bajo la dirección del gobernador DeSantis, excandidado a la investidura republicana, Florida ha reducido el plazo legal para abortar en dos ocasiones: primero de 24 a 15 semanas de embarazo y luego hasta las seis semanas, sin excepciones por violación ni incesto.

Antes de este miércoles, el estado servía de refugio para numerosas mujeres del sureste de Estados Unidos, una región donde las restricciones contra el aborto se han multiplicado desde que el Supremo anuló el fallo 'Roe v. Wade', que garantizaba a nivel federal el derecho a la interrupción del embarazo.

Harris, la primera mujer en ocupar la vicepresidencia del país, ha multiplicado en los últimos meses las declaraciones sobre este asunto. En el discurso que dará este miércoles en Jacksonville, calificará las restricciones en Florida y en otros 20 estados de "prohibiciones de abortar de Trump".

También se espera que Harris critique a Trump por una entrevista para la revista 'Time' publicada el martes, en la que dijo que los estados podrían vigilar los embarazos de las mujeres para ver si han abortado a pesar de la prohibición. "Bajo Donald Trump, sería normal que las mujeres fueran vigiladas y castigadas por el Gobierno", declarará Harris en Jacksonville. "Joe Biden y yo tenemos un punto de vista diferente: creemos que ningún político electo debe interponerse entre una mujer y un médico".

Un asunto político espinoso

Trump intenta encontrar un equilibrio entre una opinión pública estadounidense favorable en su mayoría al derecho a abortar y la parte más conservadora de su electorado. Cuanto 'Time' le preguntó si apoyaría una prohibición federal del aborto, como reclama la derecha religiosa, el expresidente no se pronunció.

Con los viajes de Biden y Harris a Florida, los demócratas llevan la cuestión del derecho al aborto al bastión de Trump, que pasa la mayor parte del tiempo en su residencia de Mar-a-Lago, en el sureste del estado.

DeSantis aprobó el plazo de las seis semanas para abortar en abril de 2023, pero su aplicación se ha aplazado hasta ahora porque varias organizaciones denunciaron la medida al alegar que infringía unas leyes estatales sobre privacidad. El Tribunal Supremo de Florida desestimó esa denuncia hace un mes, permitiendo la entrada en vigor de la ley este miércoles.

El alto tribunal aceptó, sin embargo, que los electores decidan en noviembre si revierten las restricciones al aborto impuestas por el gobierno de DeSantis. Cuando acudan a votar en las presidenciales de noviembre, los floridanos se pronunciarán también sobre una enmienda para garantizar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Para que el texto se apruebe, deberá contar con un 60% de votos a favor.

"Un rayo de esperanza"

"Esta enmienda ofrece un rayo de esperanza para los floridanos que viven bajo leyes de aborto cada vez más restrictivas, incluida la prohibición de seis semanas que elimina esta (capacidad de) decisión antes de que muchas sepan que están embarazadas", aseveró a la agencia Efe Lauren Brenzel, directora de campaña de Floridans Protecting Freedom, la organización que llevó hasta el Supremo estatal la campaña para someter la citada enmienda a referéndum.

"No podemos predecir el resultado de la votación, ya que Florida es un estado políticamente diverso con fuertes opiniones en ambos lados del espectro político", reconoció Clara Trullenque, portavoz de Planned Parenthood Florida, filial estatal de la mayor organización de salud reproductiva de EEUU. Trullenque aludió a una reciente encuesta según la cual un 64% de floridanos apoya el aborto. Pero otro sondeo, de la Florida Atlantic University (FAU), refleja que la enmienda constitucional solo cuenta con un 49% de apoyo y un 32% está indeciso. "Los políticos y los jueces no deberían entrometerse en las decisiones personales y médicas de las personas", recalca la portavoz de Planned Parenthood Florida.

Esta organización recuerda que Florida había estado prestando servicios a pacientes que se veían obligadas a viajar para poder recibir atención médica desde otros estados del sureste, donde se estima hay unas 17 millones de mujeres en edad reproductiva que viven bajo algún tipo de restricción al aborto.

"Esta nueva ley cambiará por completo esta dinámica", señaló Trullenque, quien augura que con la nueva norma aumentarán los "abortos no regulados y potencialmente inseguros y peligrosos a nivel vital".