Proceso histórico en EEUU

Seleccionados siete de los 12 jurados del histórico proceso penal a Trump

El juez anticipa que si se avanza al inesperado ritmo acelerado los argumentos iniciales de las partes podrían empezar el lunes

Derrotas y victorias en el arranque del primer juicio penal a Trump por el caso de los pagos a Stormy Daniels

El expresidente de EEUU Donald Trump, este lunes durante el inicio del juicio por los pagos a Stormy Daniels.

El expresidente de EEUU Donald Trump, este lunes durante el inicio del juicio por los pagos a Stormy Daniels. / JABIN BOTSFORD / REUTERS

Idoya Noain

Idoya Noain

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Se anticipaba que iba a ser misión complicada elegir en Nueva York el jurado popular de 12 miembros, y seis suplentes, que debe juzgar a Donald Trump en el extraordinario e histórico juicio contra el primer expresidente de Estados Unidos que se sienta en un banquillo imputado por lo penal. Pero este martes por la tarde, cuando aún no habían concluido las dos primeras jornadas de ese proceso de selección, ya siete manhattanitas se habían asegurado su espacio en el jurado.

El proceso, de potencial explosivo en medio de una campaña electoral presidencial donde Trump vuelve a ser candidato republicano, acelera. Y tras tomar juramento a esos los neoyorquinos ya elegidos el juez Juan Merchan les ha dicho que se preparen para la posibilidad de que los argumentos de las partes arranquen el lunes a las 9.30 horas de la mañana.

Los elegidos

Entre los jurados que han sido seleccionados, que solo se conocen públicamente por una letra y un número, está B400, un hombre nacido en Irlanda pero residente en Manhattan (algo obligado por la ley para formar parte de un jurado en el condado de Nueva York) que ha explicado que disfruta de actividades al aire libre. El será el presidente de este jurado, del que formará también parte una mujer negra que, durante su proceso de interrogatorio por juez, fiscalía y defensa se había declarado "no política", aunque reconocía tener amigos con fuertes opiniones sobre Trump.

En ese jurado también estará B89, un hombre nacido en Puerto Rico que vive en el Lower East Side, que lleva casado "mucho tiempo" y tiene un hijo y dos nietos y que, al ser preguntado sobre qué le gusta hacer en su tiempo libre, ha dado una respuesta muy neoyorquina que ha provocado risas: "no tengo tiempo libre".

También estará B381, un hombre de origen asiático, nacido en Oregón y abogado empresarial en un bufete que saca sus noticias de 'The New York Times', 'The Wall Street Journal' y Google y al que le gusta correr y el senderismo. Compartirá jurado con otro abogado, B269, también amante de las actividades al aire libre, con sus dos hijos, y que ha reconocido que tiene "opiniones políticas sobre la presidencia de Trump" pero también ha señalado: "No conozco al hombre y no tengo opiniones personales de él".

Otra de las seleccionadas es una joven ingeniera de software que trabaja para Disney y comparte piso con tres amigas en Chelsea y saca sus noticias del Times y Tik Tok. Y el futuro de Trump dependerá también de otra mujer que, cuando había sido interrogada sobre si podría ser imparcial y justa con él, había prometido cumplir con su "deber cívico" y "escuchar los hechos", que en este caso se centran en delitos relacionados con los pagos un mes antes de las elecciones de 2016 a la estrella porno Stormy Daniels para silenciar su historia de una relación sexual con Trump.

"Especialmente en este tribunal será tratado como se puede tratar a cualquier otro. Nadie está por encima de la ley", había declarado esa mujer. Trump está imputado por 34 cargos de falsificación documental por los pagos, elevados a categoría de delito por el fiscal Alvin Bragg al considerar que se realizaron para tratar de interferir en las elecciones, violando leyes federales y estatales de financiación de campaña.

Relativa sopresa

Solo unas horas antes de la decisión no se podía esperar que la mitad del jurado estuviese seleccionada tan rápido. De hecho, se pensaba que la selección sería mucho más complicada, y había razones. El juicio tiene lugar en Manhattan, un barrio donde el 70% de los 1,4 millones de adultos están registrados como demócratas.

Ya cuando era empresario inmobiliario que regaba todo de letras doradas, estrella de 'realities' y habitual de los espacios de corazón, Trump nunca fue un personaje demasiado querido. No era inusual, por ejemplo, que sonaran abucheos del público en las pistas del Abierto de Tenis de Estados Unidos cuando aparecía por allí y salía en las pantallas gigantes que suelen pescar a famosos entre el público. Pero el desamor se disparó aún más cuando entró en 2015 como un elefante en la cacharerría de la política de Estados Unidos, una vez que estuvo en la presidencia del país y cuando intentó impedir la certificación de la victoria de Biden en 2020, al que en Manhattan votaron entonces un 87% de los electores.

El sentimiento anti-Trump extendido en la isla, así como el impacto en la población de publicidad negativa sobre el republicano, son argumentos que la defensa ha tratado de esgrimir para intentar que el juicio se desarrollara en otro lugar. Pero un juez de apelaciones se negó a posponer mientras decide un tribunal al que han recurrido. La fiscalía asegura que mucha de la publicidad negativa la han provocado los propios comentarios de Trump. Y el juez Merchan está convencido, como ha escrito, de que habrá jurados capaces de "aparcar sus sentimientos personales y tomar una decisión basada en las pruebas y la ley".

El proceso

El proceso de selección había empezado, además, con señales preocupantes. Los primeros 96 potenciales integrantes del jurado que empezaron a comparecer el lunes ante el juez Juan Merchan, Trump y su defensa y el equipo de la fiscalía que dirige Alvin Bragg eran una variada mezcla demográfica que representa la diversidad de la ciudad. Pero de ellos, más de la mitad fueron excusados inmediatamente el lunes poco después de tomar juramento. Sucedió cuando admitieron, a mano alzada, que no podrían ser justos e imparciales en este proceso.

Otros nueve más fueron excusados tras levantar la mano cuando el juez les preguntó si tenían otras razones para no servir. Y tanto el lunes por la tarde como este martes por la mañana otros han seguido cayendo tras superar la ronda inicial de cuestionamiento, que incluye responder a un cuestionario con 42 preguntas preparado por el juez Merchan.

Entre los interrogantes de ese cuestionario hay preguntas sobre su vida personal, que en algunos casos hacen fácil identificarlos, pese a que Merchan trata de proteger su identidad y solo defensa y fiscalía tienen acceso a su nombre completo y dirección. Pero hay también preguntas sobre qué medios de información consumen; si alguna vez han trabajado o actuado como voluntarios en grupos pro o anti Trump; si forman parte de grupos extremistas o los apoyan; si están suscritos a algún grupo de correo de Trump o su campaña, si lo siguen en redes sociales, han acudido a alguno de sus mítines o han leído alguno de sus libros (algo que también se pregunta sobre Michael Cohen, el abogado que pagó a Daniels y será testigo estrella).

Ha sido liberada de sus funciones, por ejemplo, una mujer que reconocía tener "fuertes opiniones" sobre el expresidente y candidato republicano para noviembre; un hombre que podría perderse la boda de su hijo si el juicio, que está estimado que dure entre seis y ocho semanas, se prolonga; otro que reconocía que "probablemente va a ser dificil ser imparcial" o una mujer y un hombre que tenían problemas para ajustar con sus calendarios profesionales el desempeñó de sus funciones como jurados.

Los esfuerzos de fiscalía y defensa

La importancia de la selección del jurado en el histórico caso, 'El pueblo de Nueva York contra Donald Trump', también se ha demostrado en la lucha entre fiscalía y defensa, con interrogatorios cruzados, para tratar de asegurarse los jurados más favorables para su caso y, también, desestimar a los que menos les conviene.

Lo intentó la defensa de Trump, apelando a unos vídeos en redes sociales de una potencial jurado bailando en una celebración en la calle en las elecciones de 2020. El juez desestimó sus argumentos. Y también aprovechó para amonestar que Trump hablara de forma que la candidata al jurado podía escuchar. "No dejaré que ningún jurado sea intimidado en esta corte", advirtió. Poco después, no obstante, el magistrado sí rechazó a otro potencial jurado que en redes sociales había escrito sobre Trump: "enciérrenlo".

Está en manos de Merchan excusar a quienes creen que presenten causa para hacerlo, detectando parcialidad o conflictos en las respuestas. Pero las dos partes tienen también autoridad para eliminar una decena sin dar explicaciones de sus razones, así como a dos de los suplentes. La defensa ya ha desestimado a seis y la fiscalía a cuatro. Pero seis ya han superado la prueba.