Conferencia anual

China lamenta la hostilidad de EEUU, admite que la UE la confunde y aplaude la sintonía con Rusia

Pekín tilda de ilegales las sanciones de EEUU y la UE a empresas chinas por la guerra de Ucrania

El ministro chino de Exteriores, Wang Yi, durante su intervención en la Asamblea Popular Nacional.

El ministro chino de Exteriores, Wang Yi, durante su intervención en la Asamblea Popular Nacional. / NG HAN GUAN / AP

Adrián Foncillas

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Estados Unidos sigue obsesionada con atajar el auge de China, ha lamentado este jueves su jefe de la diplomacia, Wang Yi. En la rueda de prensa del ministro de Exteriores durante la Asamblea Nacional Popular o lianghui, el parlamento chino, Pekín condensa su cosmovisión. No varían sus líneas maestras: recelo con Washington, satisfacción con Moscú y confusión con Bruselas.

La reunión del pasado año en San Francisco de Joe Biden y Xi Jinping ha atenuado las fricciones, concedió Wang, pero subyace la ojeriza estadounidense. Las sanciones económicas y tecnológicas, unas nuevas y otras heredadas de Donald Trump, han alcanzado "desconcertantes niveles de inconmensurable absurdo", ha juzgado. Wang lamenta que la Casa Blanca emplee tanta energía en "concebir diferentes estrategias para frenar a China" y, siguiendo un asentado discurso de su prensa nacional, ha aludido a su cinismo: "Si sigue diciendo una cosa y haciendo la contraria, ¿dónde está la credibilidad de una gran potencia?".

No abundan los precedentes de ruedas de prensa con mayoría de preguntas del entrevistado. "Si se pone nerviosa cada vez que escucha la palabra China, ¿dónde está su confianza? Si sólo quiere su prosperidad y niega el desarrollo legítimo del resto, ¿dónde está la justicia internacional? Y si monopoliza las cadenas de suministro y mantiene a China al margen, ¿dónde está la igualdad?", ha continuado.

A Pekín le descompone que Washington niegue su pretensión de frenarla cuando sus acciones diplomáticas, económicas y militares sugieren lo contrario. Xi acusó a EEUU meses atrás de liderar a Occidente contra China. No ha llegado tan lejos hoy el experimentado diplomático, quizá porque urge apuntalar los puentes antes que quemarlos, pero las elecciones de noviembre devolverán el fragor.

Buena sintonía con Rusia

Sus relaciones con Rusia, en cambio, navegan por aguas claras. Sus presidentes hablan más a menudo que muchos matrimonios y su comercio alcanzó los 240.000 millones de dólares el pasado año cuando los pronósticos más optimistas hablaban de 200.000 millones. "El gas natural ruso está calentando los hogares chinos y muchos coches chinos corren en autopistas rusas", ha expuesto Wang como corolario de una cooperación beneficiosa. No lo dijo pero se entendió: a ella podrían llegar China y EEUU si esta quisiera.

Esa cooperación entre iguales, opinó, entierra los viejos vicios geopolíticos. "Es un nuevo paradigma de relaciones entre grandes países, que difiere de la obsoleta mentalidad de la Guerra Fría, y que no busca una alianza, ni la confrontación, ni los ataques a un tercer país".

Confusión con la UE

La Unión Europea recibió una atención menor pero significativa en el matutino repaso global. Wang reconoció que Bruselas le confunde. Desde ahí se ha descrito a China como socio, rival sistémico y competidor. "Conduces un coche y en el semáforo del cruce se encienden a la vez la luz verde, ámbar y roja. ¿Qué se supone que tienes que hacer?", metaforizó. Wang se mostró confiado en que prevalezca la luz verde porque no existen los "conflictos de intereses sustanciales". No hay mayor prioridad para la diplomacia china que Bruselas, por encima de Moscú, lo que explica su desazón por su terco alineamiento con Washington.

Habló Wang de mucho más durante hora y media: Ucrania, Gaza, el Mar del sur de China… No habló del que ocupó el pasado año esa silla en la misma rueda de prensa. Qin Gang fue cesado apenas meses después de su nombramiento por un lío de faldas con una periodista hongkonesa destinada a Washington. Fue tan rápida su carrera como estruendoso su final. Sobre Wang, líder de la política exterior del partido, cayó también el cargo de ministro, por debajo en la escala jerárquica. Se desconoce si el partido tiene previsto sustituir a Qin.