Relaciones EEUU-China

Biden y Xi rebajan las tensiones en un encuentro "productivo" en el que reactivan la comunicación militar directa

La cumbre Biden-Xi en 7 claves

El presidente de Estados Unidos vuelve a llamar "dictador" a su homólogo chino y Pekín replica que es una afirmación "errónea" y un "acto político irresponsable"

El presidente de EEUU, Joe Biden, recibe al líder de China, Xi Jinping, en San Francisco.

El presidente de EEUU, Joe Biden, recibe al líder de China, Xi Jinping, en San Francisco. / Kevin Lamarque / Reuters

Idoya Noain

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El encuentro cara a cara que este miércoles han mantenido en California Joe Biden y Xi Jinping ha servido para estabilizar la relación bilateral entre Estados Unidos y China y frenar, al menos de momento el deterioro, disparado en el último año tras varios episodios de tensión. Los dos líderes han mantenido durante cerca de cuatro horas conversaciones que Biden ha destacado luego en una rueda de prensa en solitario como "entre las más constructivas y productivas" que ha tenido nunca con su homólogo chino. Y aunque la reunión no ha logrado grandes hitos, sí ha dejado algunos logros específicos y lo que Biden ha tildado de "avances importantes", incluyendo la reactivación de las comunicaciones directas entre los ejércitos de ambos países.

"Estamos en una relación competitiva pero mi responsabilidad es hacer esto racional y gestionable para que no acabe en un conflicto, de eso trata esto, de encontrar un espacio en el que podamos unirnos y encontrar los intereses mutuos", ha explicado Biden.

Lo que está por ver es si el renovado espíritu de concordia se mantiene después de que en esa misma comparecencia ante la prensa, y ante una última pregunta ya fuera de micrófono en la que se le planteó si seguía considerando a Xi un dictador, como le llamó en junio provocando la indignación de Pekín, Biden respondiera: "Es que lo es. Es un dictador en el sentido de que es un tipo que dirige un país comunista basado en una forma de gobierno totalmente diferente de la nuestra", dijo. Pekín ha censurado las declaraciones del mandatario estadounidense: "Esta afirmación es extremadamente errónea y constituye un acto político irresponsable. China se opone firmemente a ella", ha dicho este jueves la portavoz de Exteriores Mao Ning en rueda de prensa. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores chino no ha recogido en su transcripción ninguna mención a las declaraciones de Biden ni de Mao.

Taiwán

El diálogo bilateral ha pasado por asuntos espinosos y ha recordado que persisten entre ambos países importantes puntos de fricción, por cuestiones económicas y comerciales, por posturas divergentes ante conflictos como la guerra de Rusia en Ucrania y de Israel en Gaza y, especialmente, por Taiwán.

En ese terreno Biden ha renovado su compromiso con "mantener la política de una sola China" y, según el comunicado emitido por la Casa Blanca, ha expresado a Xi su oposición a cambios unilaterales en el statu quo, aunque también ha pedido a Pekín "contención" en sus actividades militares en el estrecho de Taiwán y le ha instado a que no haya injerencia en las elecciones presidenciales en enero en la isla.

Xi, por su parte, ha reclamado a EEUU "acciones concretas" para reafirmar que no apoya la independencia de Taiwán y ha renovado sus llamadas para que Washington deje de vender armas a la isla, según la información que ha dado la prensa estatal china sobre la reunión.

Acuerdos

El encuentro en los márgenes del Foro de Cooperación Asia Pacífico, no obstante, ha servido también para una especie de reinicio de las relaciones tras un año de turbulencias. Y ha dejado algunos acuerdos específicos, aunque sean modestos, incluyendo dos que Biden ha destacado.

Uno es el mencionado reinicio tras más de un año de interrupción las comunicaciones militares directas, que China interrumpió en respuesta a una visita de Nancy Pelosi a Taiwán. Esa situación, como ha recordado Biden, elevaba los riesgos de que un error de cálculo o un fallo de comunicación provocara un accidente y desatara un conflicto, y el demócrata se ha felicitado de volver a "comunicaciones abiertas, claras y directas".

El otro logro que ha señalado el estadounidense es un endurecimiento en China de la persecución de los productores de precursores químicos de fentanilo, el potente opioide sintético que está en el epicentro de la epidemia de adicción y sobredosis letales de EEUU, así como de los de fabricantes de las máquinas compresoras de píldoras. Además, establecerán un grupo de trabajo para coordinar comunicaciones y aplicación de la ley en lucha contra drogas.

Lo que no ha mencionado en su rueda de prensa Biden ha sido el acuerdo de cooperación anunciado la víspera para combatir la emergencia climática. Y es que aunque los dos países han declarado su intención de "acelerar" el despliegue de energía renovable en esta década para reducir las emisiones de todos los gases de efecto invernadero, algunos expertos creen que carece de elementos que lo hagan determinante, como algún anuncio de China para frenar la extensión del uso de carbón.

Asimismo, y aunque Biden ha destacado que han acordado crear un grupo de trabajo para abordar los peligros y mejorar la seguridad de los sistemas de inteligencia artificial (IA), EEUU no ha conseguido una de las metas con que llegaba a esta cumbre, que era conseguir empezar a hablar con China concretamente sobre la limitación del uso de software de IA en su arsenal nuclear. Pekín ha rechazado crear un canal de comunicación específico para abordar esa cuestión.

Nuevo tono y mismas tensiones

Después de 12 meses en que no han cruzado ni una llamada, el encuentro en la mansión Filoli, al norte de San Francisco y cerca de Stanford, representa claramente un giro. Y los dos mandatarios, que han tenido una bilateral de más de dos horas rodeados de sus principales asesores y un almuerzo de trabajo de otra hora más con un grupo de colaboradores más reducido, han dado desde el primer momento señales de conciliación.

Xi aseguraba ante las cámaras en el arranque del encuentro que cree "firmemente en el prometedor futuro de la relación bilateral" y decía: "Para dos grandes países como China y EEUU darse la espalda no es una opción. El planeta Tierra es lo suficientemente grande para que los dos países tengan éxito, y el éxito de uno es una oportunidad para el otro".

No menos cierto es que las tensiones persisten. Cuando a Biden en la rueda de prensa le han preguntado si puede confiar en Xi para cumplir los acuerdos ha acudido al dicho "confía y verifica", y luego ha usado de nuevo la palabra dictador. Y en las informaciones sobre la cumbre que ha dado China se asegura que el líder chino ha expresado su frustración por los controles a las inversiones que ha impuesto EEUU apelando a la seguridad nacional, las restricciones a la exportación de tecnología avanzada que ha denunciado que "niega al pueblo chino su derecho al desarrollo", así como a sanciones que Pekín dice que pueden "dañar los intereses legítimos de China".