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Tatjana Zdanoka, dos décadas al servicio del Kremlin en los pasillos del Parlamento Europeo

Directo sobre la guerra de Rusia y Ucrania: últimas noticias del conflicto

La eurodiputada letona Tatjana Zdanoka

La eurodiputada letona Tatjana Zdanoka

Marc Marginedas

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"¡Tengo a una espía detrás!". Con sorna, el eurodiputado 'verde' austríaco Thomas Waitz, afiliado a la facción Los Verdes/ ALE, abría el camino a quien fue hasta hace dos años su compañera de grupo parlamentario en la Eurocámara. Acto seguido, una nube de periodistas que aguardaba frente a la entrada del hemiciclo en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo se abalanzó sobre la menuda figura de Tatjana Zdanoka, la diputada letona quien, según The Insider, había coordinado durante dos décadas sus actividades como política europea con agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB).

"¿Está usted preocupada ante las investigaciones abiertas?, ¿Es cierto que trabajó para el FSB?", preguntaban en aluvión los informadores, mientras ella avanzaba impertérrita y en silencio, enfundada en un discreto traje chaqueta de tonalidades oscuras, hacia la sala donde se celebraba el pleno. Horas más tarde, durante el debate dedicado a las injerencias de Rusia, tomó la palabra para recordar que en 2004 la UE consideraba a Rusia un "socio estratégico" y autoproclamarse un "agente de la paz". "¿Tú, un agente de la paz?", pudo oírse desde la bancada.

"Siempre que había un acto en favor de los independentistas (en Catalunya o el País Vasco), ahí estaba Zdanoka", explica a EL PERIÓDICO un europarlamentario español. "Era muy chocante que ella, quien evidentemente se había opuesto en su día a la independencia de Letonia de la URSS, pudiera apoyar de esta forma causas secesionistas", continúa.

En 2017, en plena crisis catalana, Zdanoka concedió una entrevista en la que denunciaba lo que consideraba como "doble rasero" de la UE y Occidente a la hora de afrontar los movimientos secesionistas en Catalunya y en Kosovo. Una opinión idéntica, prácticamente palabra por palabra, a la expresada en aquellos críticos días por el presidente ruso Vladímir Putin ante el foro Valdai, un club de debates al que eran invitados periodistas internacionales cortejados por Moscú. Los países europeos lo deberían "haber pensado antes cuando aplaudieron la disolución de varios estados de Europa", llegó a afirmar entonces, en tono claramente revanchista.

También durante los momentos álgidos del procés, concretamente en septiembre de ese año, Zdanoka firmó una petición que finalmente no salió adelante para que la Comisión Europea condenara la "persecución judicial y política" de aquellos alcaldes catalanes que habían puesto la infraestructura municipal en sus localidades al servicio del referéndum no autorizado.

Con ecologistas y minorías

Hasta su expulsión por su negativa a condenar la invasión de Ucrania, la eurodiputada letona formó parte del grupo parlamentario donde hallan acomodo ecologistas y minorías nacionales, el mismo en el que militan los eurodiputados de ERC. Existen numerosas fotografías, tanto en las redes como en su página de Facebook, en las que aparece en actos junto a dirigentes de esta formación política, incluyendo al exconseller de Exteriores Raül Romeva, su esposa y eurodiputada, Diana Riba, Jordi Solé y Oriol Junqueras.

"Me gusta mucho Oriol, es muy buen político y una persona muy atractiva", declaró al medio catalán Vilaweb. Fuentes de esta formación política en el Europarlamento niegan que existiera una relación personal y cercana con ella, y limitan los contactos a las actividades normales de su grupo parlamentario. "Nos sentimos víctimas también", aseguran.

Donde Zdanoka sí ha dejado un sentimiento amargo ha sido entre los diputados que con mayor fuerza han denunciado en la Eurocámara la violencia de ETA. Maite Pagazaurtundúa, de Ciudadanos, recuerda sus intentos para sabotear el viaje a España de una delegación parlamentaria para investigar los crímenes no resueltos de ETA. "Se portó muy mal, le correspondía presidir" la iniciativa, que había logrado recabar "los votos necesarios", denuncia a este diario la eurodiputada española. En cambio, sí trató de visitar, hace una década, a Arnaldo Otegi en la prisión de Logroño, donde cumplía condena por pertenencia a banda armada. "La apuesta del Kremlin es aliarse, financiar y promover los discursos extremistas, antidemocráticos y contra el Estado de derecho en Europa", denuncia Pagazaurtundua en un vídeo difundido en las redes sociales.

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