La guerra en el mar Rojo

EEUU y Reino Unido combinan raids de cazas y misiles de crucero sobre los hutíes

El bombardeo de represalia en Siria e Irak contra objetivos próximos a Irán

MAPA INTERACTIVO: los puntos candentes de Oriente Medio

Lanzamiento de un misil de crucero desde un destructor norteamericano la noche del 3 de febrero.

Lanzamiento de un misil de crucero desde un destructor norteamericano la noche del 3 de febrero. / USCENTCOM

Juan José Fernández

Juan José Fernández

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

De una combinación coordinada de ataques de precisión con misiles de crucero y raids aéreos se están sirviendo Estados Unidos y Gran Bretaña para neutralizar fuerzas proxys iranís en territorios de Yemen, Irak y Siria, operaciones intensificadas durante este pasado fin de semana, y que son motivo de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU este lunes.

Los objetivos son todo tipo de instalaciones que supongan una amenaza para las fuerzas navales que tienen desplegadas en el Mar Rojo, pero también que pongan en riesgo a sobrevuelos sobre esa región, así como a acuartelamientos y patrullas de soldados estadounidenses y británicos.

Son ya tres golpes con más de un centenar de blancos, contaban este domingo fuentes militares españolas.

Cuatro objetivos

Ya no se trata solo de destruir baterias y misiles cerca de la costa. Los objetivos, admitidos este domingo por la Royal Air Force británica y por la US Navy se dividen en cuatro categorías: silos, radares, hangares y sistemas de mando y control.

Entre los primeros, el mando conjunto angloamericano localiza y destruye depósitos de cohetes, de combustible y de cargas o cabezas, así como talleres de montaje, algunos de ellos enterrados en un tramo de territorio no costero, entre la capital yemení, Saná, y la ciudad de Ma’rib, al oeste, y la de Taiz, al sur.

Es en esta última ciudad donde también ha sido destruido un centro hutí de seguimiento electrónico de lanzamientos de misiles en la noche del sábado al comingo. Las fuentes militares españolas consultadas consideran que a los hutíes aún les quedan medios de ese tipo.

Además aviones y misiles estadounidenses y del Reino Unido atacan todo tipo de instalaciones donde han sido detectados previamente almacenamientos de piezas para misiles, o están aparcados helicópteros y, sobre todo, los drones de origen iraní que, tuneados, utilizan los rebeldes yemenís.

La cuarta categoría de objetivos, los radares de de defensa antiaérea, son buscados por todo el territorio de Yemen, obligando a los hutíes a cesar en su uso después de tres noches de bombardeo, para que no los localicen, y quedando a ciegas el propio sistema de control civil del aeropuerto de Saná.

Misil contra misil

Para la campaña, británicos y norteamericanos están utilizando dos tipos de caza, el Eurofighter Typhoon y el F-18 respectivamente, y tres tipos de misiles de crucero: el Tomahawk, el Harpoon y el Storm Shadow -que también juegan su papel en la guerra de Ucrania- como punta de lanza en los bombardeos contra, sobre todo, silos de misiles de diseño iraní y chino en poder de los hutíes.

Despegue de un caza F 18 desde el portaaviones norteamericano Eissenhower la noche del 3 de febrero. USCENTCOM

Despegue de un caza F 18 desde el portaaviones norteamericano Eissenhower la noche del 3 de febrero. USCENTCOM / USCENTCOM

Los ataques parten de tres plataformas. Los cazas F-18 norteamericanos despegan desde el portaaviones Eissenhower, enviado a la zona en diciembre pasado. Los Typhoon están despegando desde la base aérea británica de Akrotiri, en el sur de la isla de Chipre.

Además, los misiles Tomahawk son lanzados hasta ahora desde dos destructores estadounidenses, el USS Mason y el USS Carney, que navegan en torno al estrecho de Bab El Mandeb, entre el mar Rojo y el océano Índico.

Un misil Tomahawk sobrevolando territorio afgano en 2001.

Un misil Tomahawk sobrevolando territorio afgano en 2001. / Raytheon - Reuters

En cada oleada es atacada una treintena de objetivos. Treinta y seis fueron alcanzados en el bombardeo más intenso. Los raids suelen empezar pasadas las diez de la noche, hora local, y se extienden hasta la madrugada. El último ataque descrito por el Comando Central de Estados Unidos se repartió por 13 localizaciones geográficas distintas.

Cambio de estrategia

Tanto el Pentágono como el ministerio de Defensa británico han puesto énfasis en un comunicado conjunto, este domingo, en que los ataques se desarrollan al margen de las operaciones militares -incluidos sus propios raids- de la coalición Guardián de la Prosperidad. Han puesto además cuidado en no implicar -que haya trascendido- a estructuras militares en territorio de la UE.

Así, el pasado sábado trascendió la proximidad de refuerzos aéreos -bombarderos B-1B americanos y cisternas volantes KC-135 británicas-, entrando por el Mediterráneo occidental, pero sin escala en España ni en Italia, repostando en el aire y bordeando el espacio aéreo de ambos países, según han relatado medios especializados estadounidenses.

Fuentes militares españolas señalan el cambio de estrategia del Pentágono en el golfo de Adén y el mar Rojo: Prosperity Guardian nació sin plan declarado de atacar objetivos en tierra, dado el interés del presidente Joe Biden -enfrascado en las primarias demócratas- de evitar la extensión del conflicto de Israel y Hamás al resto de Oriente Medio; pero los ataques a tierra, como preveían esas mismas fuentes, se hicieron imprescindibles para EEUU y su principal aliado.

En los bombardeos del fin de semana, ha señalado del Comando Central estadounidense, han dado apoyo de comunicaciones e inteligencia dos fuerzas navales europeas -la danesa y la holandesa- y buques de Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Bahrein.

Suscríbete para seguir leyendo