Elecciones EEUU 2024

El apoyo a Israel hunde a Biden entre los votantes árabe-estadounidenses

Ese rechazo puede tener consecuencias electorales fatales en estados bisagra como Michigan, que visitó este jueves

Biden firma una orden sin precedentes para sancionar a colonos israelíes por la violencia en Cisjordania

Manifestantes pro palestinos bloquean una intersección cerca del Capitolio

Manifestantes pro palestinos bloquean una intersección cerca del Capitolio / AP Photo/Jacquelyn Martin

Idoya Noain

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Asegura la Casa Blanca que ha sido una coincidencia pero cuesta ver como casual que la orden ejecutiva que Joe Biden ha firmado este jueves abriendo la puerta a sanciones a colonos israelíes por la violencia contra los palestinos en Cisjordania haya llegado cuando lo ha hecho.

Poco después de la firma el presidente de Estados Unidos se subía al Air Force One rumbo a Michigan, donde en Warren, a las afueras de Detroit, tenía un acto de campaña organizado para celebrar el reciente respaldo que le ha dado el liderazgo del principal sindicato de trabajadores del motor. Pero es en Michigan también uno de los lugares donde se vive de forma más palpable la indignación y la furia de la comunidad árabe-estadounidense con el presidente por su apoyo inquebrantable a Israel en su agresiva respuesta militar en Gaza a los atentados de Hamás el 7 de octubre, una guerra que ha dejado ya más de 27.000 palestinos muertos en Gaza. Y ese rechazo es algo que puede tener serias consecuencias electorales para el demócrata.

En caída libre

En 2020 Biden ganó por algo más de 154.000 votos de los 5,5 millones emitidos este estado cada vez más bisagra, en el que Donald Trump se había impuesto cuatro años antes a Hillary Clinton por escasas 10.000 papeletas. Se llevó cerca del 70% del voto musulmán. Pero desde que se inició el último conflicto en Gaza el apoyo a Biden se ha desmoronado en esa comunidad, algo que ha ocurrido no solo en Michigan sino a nivel nacional. Y el presidente ha pasado de disfrutar de una aprobación del 59% a tener solo el 17%, según una encuesta que hizo a finales de octubre el Arab American Institute.

El rechazo y hasta el abandono a Biden en Michigan, donde hay más de 200.000 votantes musulmanes registrados y otros 300.000 con ancestros en Oriente Próximo o el norte de África, es especialmente visible en Dearborn, la ciudad de algo 100.000 habitantes en las afueras de Detroit que es la única de EEUU donde los árabe-estadounidenses son una mayoría (el 54% según el último censo). Pero se extiende más allá. Y la recepción al presidente ha sido este jueves, más que fría, gélida.

En el acto en Warren, en un condado que Trump ganó en las dos últimas presidenciales por amplios márgenes, Biden cortejaba el voto de trabajadores. Pero mientras charlaba en un local sindical con empleados que hacen llamadas a favor de su campaña, fuera la policía con escudos antidisturbios mantenía a distancia a unos 150 manifestantes propalestinos.

Protestas y reuniones rechazadas

Las protestas se han empezado a hacer habituales no solo en manifestaciones donde a veces se le increpa como "genocida Joe", sino en los actos de campaña de Biden. El mes pasado fue interrumpido en un discurso en la iglesia Emanuel de Charleston, escenario de una matanza racista en Carolina del Sur en 2015, con llamadas al alto el fuego de activistas. Días más tarde, en un acto a favor de los derechos reproductivos y del aborto en Virginia, le increparon por los niños y las madres muertos en Gaza.

Ya antes incluso de que llegara a Michigan, su campaña ha sentido el desencanto y enfado de la comunidad. Y cuando Julie Chávez Rodríguez, la jefa de esa campaña, se fue el viernes pasado a Dearborn para mantener reuniones con líderes de la comunidad árabe, tuvo que reducir su agenda y hasta acortarla cuando algunos de los invitados se negaron a participar en uno de esos encuentros. Abdullah Hammoud, el primer alcalde árabe-estadounidense y musulmán de la ciudad, es uno de los que no quiso reunirse con ella. "No es momento de políticas electorales", dijo, explicando que las conversaciones de campaña tienen que ser "con quienes hacen la política, no con personal de campaña".

"La Administración Biden, en sus niveles más altos, no creo que entienda el problema tan enorme que es esto y lo molesta y enfadada que está la comunidad", le decía a AP Assad Turfe, un ejecutivo del condado, que había estado encargado de intentar organizar las reuniones.

Los esfuerzos de Biden por acercarse a esta comunidad de momento son inútiles, aunque la Casa Blanca ha anunciado que próximamente miembros de su Administración realizarán viajes a Michigan para intentar establecer conversaciones, aunque sin dar detalles de quienes acudirán o con quién tratarán de reunirse. Y se respira esa rabia que el fin de semana reconocía la gobernadora del estado, la también demócrata Gretchen Whitmer, en una aparición televisiva en la que hablaba de "sentimientos crudos y legítimos que tiene la gente" en Michigan.

"Abandonar a Biden"

Se ha puesto en marcha una campaña nacional de activistas propalestina que llama, directamente a "abandonar a Biden" en las elecciones de noviembre. Algunos prometen "no olvidar", como Khalid Turaani, responsable en Michigan de esa campaña 'Abandon Biden', que se inició en Minnesota, que declaraba recientemente a CNN: "Creo que no hay redención posible ya. No votaré por él. Su complicidad y participación activa en el genocidio del pueblo palestino en Gaza lo descalifica para mi voto".

Hay también quien espera usar su peso político para lograr sacar al presidente de la senda que ha elegido pero reclaman no palabras ni gestos, sino acciones, especialmente una llamada al alto el fuego. Y se huye de acercamientos que se consideran interesados y electoralistas.

Alabas Farhat, un congresista estatal que tampoco se reunió con la jefa de campaña de Biden, declaró en un comunicado: "No es realista esperar que conversaciones políticas reconfirmen nuestro apoyo al presidente cuando solo un alto el fuego puede volver a abrir de verdad esa puerta". E Imad Hamad, director de Consejo Americano Derechos Humanos en Dearborn, ha declarado que en la comunidad hay reticencia a cualquier cosa que no sea hablar de "pasos prácticos que den a la comunidad razones para reconsiderar".

La postura de Biden respecto a Israel y Gaza no solo mina su respaldo entre la comunidad árabe-estadounidense y musulmana sino también entre votantes jóvenes y de color. Y Usamah Andrabi, responsable de comunicaciones de Justice Democrats, una organización progresista, ha advertido de que"“minimizar la rabia de todos ellos es minimizar a partes nucleares de la base de Biden y del partido demócrata que elección tras elección ha ayudado a que sean elegidos".