Nuevos datos: así sobrevivió durante dos años el niño menor de edad en Francia

Una madre ha sido condenada 18 meses de cárcel y a seis meses de vigilancia electrónica por el tribunal penal de Angulema por haber abandonado a su hijo de 9 años, que vivía solo en el piso familiar en Francia entre 2020 y 2022.

Este niño, que ahora tiene 11, años ha protagonizado una historia heroica, comiendo pasteles y latas frías, y a veces, robando tomates del balcón del piso de protección oficial donde vive en Nersac, según ha avanzado Charente Libre.

Su madre se fue a vivir a 5 kilómetros con su nueva pareja y solo acudía eventualmente a verle y llevarle un poco de comida.

Pasó temporadas sin calefacción ni electricidad, obligado a dormir con tres edredones y a lavarse con agua fría. Los vecinos le ayudaban un poco a alimentarse, hasta que uno de ellos denunció anónimamente a los gendarmes la situación de este alumno, entonces sexto.

La mujer, de 39 años, no dormía en casa ni le llevaba al colegio. Lo más curioso es que en su centro de estudios nadie había notado nada y, aseguran que el chico era bastante buen alumno.

Los investigadores descubrieron entonces que la madre vivía con su pareja en Sireuil, a cinco kilómetros de su hijo. Le visitaba de vez en cuando para darle algo de comer", explicó el juez que presidía la vista.

Condena de la madre

La madre negó los hechos durante la investigación, al igual que hizo en el juicio, pero los vecinos confirmaron que el niño vivía solo en el piso, donde los gendarmes encontraron una nevera vacía y nada de ropa de adulto.

Según el diario regional, el hijo ha sido colocado en una familia de acogida y ya no quiere ver a su madre, que ha sido condenada a 18 meses de cárcel por "abandono de un menor que compromete su seguridad", incluidos seis meses bajo vigilancia electrónica, con obligación de someterse a tratamiento.