Crisis en Oriente Próximo

Mark N. Katz: "A los hutíes les gusta la confrontación con EEUU; les hace sentir bien"

El académico sostiene que los bombardeos anglonorteamericanos han permitido a los rebeldes de Yemen recuperar su popularidad

EEUU y Reino Unido elevan el riesgo a una guerra regional atacando posiciones en Yemen

Rusia apoya a los hutíes y aviva las llamas de un conflicto regional a gran escala

Mark N. Katz

Mark N. Katz / EL PERIÓDICO

Marc Marginedas

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Los ataques contra el tráfico marítimo en el mar Rojo han dirigido la atención de la prensa internacional hacia las milicias hutíes, bajo cuyo control se halla la parte más poblada de Yemen, un país que padece desde hace una década los estragos de un olvidado conflicto civil. Mark N. Katz, profesor de Política y Gobierno en la Universidad George Mason e investigador no residente del Atlantic Council, está considerado como uno de los grandes expertos en Yemen, y explica a EL PERIÓDICO quiénes son estos milicianos y qué tenían en mente cuando decidieron involucrarse de esta forma en el conflicto palestino-israelí.

Antes de 2014, cuando entraron en Saná, la capital, no habíamos oído hablar de los hutíes. ¿Por qué deciden convertirse en una fuerza de peso en la península arábiga?

No es cierto que surgieran en 2014. Ya en 2006, estaban luchando contra el presidente yemení Alí Abdalá Salé. Proceden del lejano norte del país. Son chiítas zaydíes. Tienen vínculos con el régimen que gobernó el país antes de 1962, que era una monarquía teocrática. El país adquirió la independencia tras la Primera Guerra Mundial y desde entonces dos imanes gobernaron el país hasta 1962. Cuando el segundo imán murió, el tercero duró solo una semana, y fue derrocado por los republicanos apoyados por el líder egipcio Nasser. Los egipcios se instalaron allí, aunque Nasser acabó llamando Yemen el 'Vietnam de Egipto', y en 1967 se retiró. En 1970 los saudíes reconocieron a los republicanos en un acuerdo. Los defensores de la monarquía fueron integrados con la salvedad de la familia real misma. Durante 20 años, Yemen fue un estado muy dependiente de Arabia Saudí.

¿Y qué sucedió después?

Abdalá Salé llegó al poder en 1978. Durante su mandato, mató a uno de los líderes de los hutíes, y los supervivientes optaron por rebelarse. Entre 2006 y 2014 se registraron unas seis revueltas. Al principio no estaban vinculadas a Irán, porque hay que recordar que los hutíes son una rama diferente del chiísmo. Con la primavera árabe en 2011, el presidente fue obligado a dimitir, pero se quedó en el país. Aún tenía poder y se alió con los hutíes contra sus otros oponentes. En 2017, con apoyo de Arabia Saudí, iba a traicionar a los hutíes, y estos lo mataron.

En la guerra entre la alianza liderada por Riad y los hutíes, ¿quién lleva el peso de las violaciones de derechos humanos?

No hay buenos ni malos. En Yemen hay varios actores luchando los unos contra los otros. Cuando los hutíes entraron en Saná, la capital, eran muy populares. Se ve claramente en los vídeos.

¿Por qué han decido en un abrir y cerrar de ojos participar en el conflicto de Gaza? ¿Hay alguien empujándoles?

Quizás. Los iraníes vinieron a apoyar a los hutíes mucho después de que adquirieran su actual fuerza. Y han enviado armas. Pero mire, en Yemen todo el mundo está armado. He estado seis veces y todos tienen armas, hombres, mujeres, niños. Los iraníes solo les enviaron armas más modernas. Hay más factores (para atacar barcos). Está claro que se han convertido en impopulares, y los ataques contra buques les han hecho más populares, se pueden presentar como una legítima fuerza real. Además, Yemen es el país en el que el tema palestino se vive de una forma más emocional. De la misma razón, creo que EEUU no tiene ninguna otra opción que atacar. No se puede permitir que una milicia bloquee el tráfico marino en el mar Rojo. Es una incógnita si va a ser efectivo o no, pero sería peor no hacer nada. Y los hutíes están encantados. Les gusta la confrontación. Les hace sentir bien.

¿Cuál es el papel de Rusia?

En la guerra de Yemen, a diferencia de Siria, donde Rusia e Irán apoyan a Asad, los rusos tienen buenas relaciones con todos los bandos, menos con los yihadistas, al menos públicamente. Es algo que ya hizo la URSS en los 80. Entonces apoyaron a una guerrilla comunista y al Gobierno de Yemen del Norte. Putin también lo hace. Es difícil pensar que les hayan empujado a disparar, la noche pasada vimos que un misil hutí casi alcanzó un barco ruso. Lo que sí hace Moscú es utilizar el conflicto para subrayar que todo es culpa de EEUU. Están intentando extraer beneficios, oponiéndose a los norteamericanos, más que apoyando a los hutíes. Existen acusaciones de que los hutíes están siendo entrenados en Sudán por Wagner, pero nadie ha presentado pruebas.

¿Qué va a pasar a partir de ahora?

Los hutíes dicen que lo hacen por la guerra en Gaza. Si esta se detiene, quizás ellos se detengan también. Los saudíes deben estar muy irritados. Durante años, han oído críticas por sus bombardeos, se les repetía que tenían que detener los bombardeos a los hutíes. Los ataques han servido para impedir una aproximación entre Arabia Saudí y los hutíes.

¿La campaña militar es efectiva?

Los anglonorteamericanos están intentando acabar con las bases desde donde se organizan estos ataques. Pero Yemen es montañoso, y es fácil esconder armas. Se puede degradar sus capacidades, pero acabar del todo con los ataques lo veo muy difícil. La campaña no está siendo muy intensa. Los hutíes no tienen que mantener de forma permanente la presión, pueden establecer el ritmo.

¿Cómo va a afectar al proceso de paz?

Hay un alto el fuego expirado que está siendo respetado. Los saudíes pensaron que iba a ser un paseo, y se han dado cuenta de que en Yemen siempre tropiezan. Ahora no quieren volver a la guerra, saben que no existe victoria militar.

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