Elecciones EEUU 2024

Nikki Haley se lanza a por el voto republicano incómodo con el "caos" de Trump

Trump llega con claro dominio a los caucus de Iowa, el pistoletazo de salida del año electoral en EEUU

Preocupación entre los demócratas ante el distanciamiento del voto negro de Biden

Nikki Haley, durante su intervención en un acto de campaña en el Olympic Theater de Cedar Rapids, Iowa.

Nikki Haley, durante su intervención en un acto de campaña en el Olympic Theater de Cedar Rapids, Iowa. / WIN MCNAMEE / GETTY IMAGES / AFP

Idoya Noain

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Vince Newendorp nunca había visto a Nikki Haley en persona hasta este jueves. A cuatro días de los caucus republicanos en Iowa, se debatía entre si apoyar a la exgobernadora de Carolina del Sur que luego fue embajadora ante Naciones Unidas para Donald Trump o a Ron DeSantis, el gobernador de Florida. Después de viajar casi 75 kilómetros para escucharla junto a otras 200 personas y decenas de periodistas en un breve acto en un salón boutique de banquetes de boda y eventos en Ankeny, la balanza parece haberse inclinado. Haley ha ganado; DeSantis ha perdido.

"Estoy impresionado", explica este hombre de 68 años, vicepresidente y director administrativo de una empresa de equipamiento industrial y agrícola, que se alinea con "valores conservadores" pero ha llegado a votar por demócratas. "Me parece auténtica, transparente y honesta", asegura. "Cree lo que dice. Y yo la creo a ella".

La candidata republicana Nikki Haley conversa con un simpatizante, este jueves durante un acto de la campaña de las primarias en Cedar Rapids, Iowa.

La candidata republicana Nikki Haley conversa con un simpatizante, este jueves durante un acto de la campaña de las primarias en Cedar Rapids, Iowa. / CHRISTIAN MONTERROSA / AFP

Aunque otros indecisos siguen estándolo tras oírla, lo que ha conseguido en solo 20 minutos Haley con Newendorp es una muestra del éxito que está teniendo la candidata en Iowa, un estado donde al menos sobre el papel es DeSantis el político con el que comulgarían más los votantes conservadores que quieren buscar una alternativa a Trump. Y aunque a solo cuatro días de la primera cita con las urnas de los republicanos en el camino para elegir a su nominado para las presidenciales de noviembre el expresidente sigue en las encuestas a más de 30 puntos de distancia, es esta política de 51 años quien avanza como la aspirante con más posibilidades de plantarle algo de cara.

Transformación por cuenta propia y ajena

Antes de que Trump bajara en 2015 las escaleras de su torre en Nueva York y lanzara una carrera política que ha sido como un tsunami que ha transformado, entre otras cosas, al Partido Republicano, Haley habría sido definida fácilmente como una conservadora de línea dura. Ahí le habrían colocado antes del populismo de Trump sus posiciones en cuestiones de economía, inmigración, guerras culturales o política exterior. Pero hoy es frecuente que se le retrate como moderada.

Mientras Trump sigue optando por el insulto (el apodo que ha elegido para Haley es "cabeza de chorlito"), ella habla de la necesidad de "una nueva generación de líderes", y la idea que repite es que el expresidente es y está rodeado de "caos". Aunque ella no ha roto definitivamente con Trump ni ha descartado que formaría parte de su segunda Administración, con su mensaje y su tono está cortejando, y conquistando, a votantes del ala del partido que queda fuera del movimiento MAGA (Make America Great Again, el lema de Trump).

Los asistentes al acto de campaña de Nikki Haley este jueves en el Olympic Theater de Cedar Rapids, en Iowa.

Los asistentes al acto de campaña de Nikki Haley este jueves en el Olympic Theater de Cedar Rapids, en Iowa. / CHRISTIAN MONTERROSA / AFP

Son gente como Judy Seuferer, que en 2016 y 2020 votó a Trump y aprueba muchas de las políticas del expresidente pero ha terminado rompiendo con un líder imputado en cuatro causas penales, incluyendo el intento de revertir los resultados de 2020. Y esta contable en una empresa de construcción repite las mismas ideas que Newendorp sobre Haley después de verla: "Impresiona su autenticidad, es la misma en televisión que en persona, y eso no es común en la política", dice.

Barreras y escudo

Desde que lanzó su candidatura en febrero del año pasado, Haley ha estado cumpliendo el ritual obligado: acudir a Iowa con frecuencia, mantener encuentros cercanos y directos con la población, posar para fotos, contestar preguntas... En este esprint final hacia los caucus, con su posicionamiento en la carrera en alza, ha empezado a poner más barreras.

Este jueves en Ankeny, por ejemplo, la prensa estaba obligada a quedarse en la parte de atrás del salón de actos. Ofreció un discurso más sintetizado y breve que en citas anteriores. No hubo coloquio con los ciudadanos y su equipo de prensa se puso visiblemente nervioso cuando algún periodista intentó hacerle alguna pregunta.

Nikki Haley firma una pelota de béisbol a una niña, durante el acto con simpatizantes en Cedar Rapids, Iowa.

Nikki Haley firma una pelota de béisbol a una niña, durante el acto con simpatizantes en Cedar Rapids, Iowa. / ANNA MONEYMAKER / GETTY IMAGES / AFP

Se diría que ella y su campaña tratan de crear un escudo para evitar momentos rocosos, después de que recientemente pasara por polémicas al eludir señalar a la esclavitud como causa de la guerra civil o de que insultara a los votantes de Iowa, sugiriendo que si los resultados el lunes no son buenos no habría problema porque los votantes de Nuevo Hampshire, donde sus perspectivas son las mejores (y además reforzadas desde la retirada el miércoles de Chris Christe), los "corregirían".

Para los convencidos de Haley, en cualquier caso, no hará falta corrección. Una voluntaria de su campaña en el condado de Polk enumeraba casos de conocidos demócratas e independientes que se registrarán el lunes para poder votar por ella ("también les interesa frenar a Trump", aseguraba). Y según Meg Courter, otra voluntaria que en uno de los caucus del lunes actuará como "capitana de precinto" y dará el discurso de tres minutos defendiendo por qué deberían los asistentes votar por Haley, "es la candidata del momento y para este momento".

No por nada es en anuncios atacándola a ella en los que la campaña de Trump y su Comité de Acción Política han gastado más de 4,5 millones de dólares. Como hizo en su día para atacar a Barack Obama, el expresidente ha lanzado una teoría conspiratoria que cuestiona el derecho de Haley a optar a la presidencia como hija de inmigrantes de la India.

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