Se abre una puerta para que María Corina Machado pueda participar de las presidenciales venezolanas de 2024

Las negociaciones entre el Gobierno y la oposición venezolanas parecen superar un escollo que no tenía retorno: el veto estatal a María Corina Machado para participar de las elecciones presidenciales de 2024. La advertencia norteamericana de que volvería a redoblar las sanciones contra Caracas si no se garantiza la libre competencia electoral y los sigilosos, pero a la vez, eficientes oficios de Noruega han ejercido efecto en el madurismo. Oslo ha informado que los dirigentes opositores sobre los que pesen inhabilitaciones políticas podrán presentar un recurso de amparo ante la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia para que se revise sus casos. Aunque no se la nombra a Machado, la medida ha sido confeccionada a su medida, según la interpretación de algunos analistas.

El documento consigna que los afectados por la prohibición de la Contraloría tienen tiempo hasta el 15 de diciembre de 2023 para que se atienda su situación. El protocolo comunicado por los noruegos fue previamente acordado entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria que reúne a buena parte de las fuerzas opositoras. El Supremo debe pronunciarse sobre la admisión de la demanda con "celeridad y eficiencia". Le toca ahora a Machado anunciar si acudirá a la justicia o desafiara esta alternativa pactada.

A su vez, se insta a los aspirantes a candidaturas presidenciales a evitar en adelante "conceptos ofensivos o irrespetuosos contra las instituciones del Estado, en cumplimiento de lo establecido en la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia". También deben respetar la Constitución y las leyes, "cumplir con el deber de honrar y defender a la patria, sus símbolos y valores culturales", así como resguardar la soberanía, "la nacionalidad, la integridad territorial". Pero, además, se debe rechazar cualquier forma de violencia en el ejercicio político.

Nuevo escenario

Machado ganó las primarias del pasado 22 de octubre de manera contundente. Sin embargo, la elección interna de la oposición ha sido anulada por la justicia, una medida que hizo sonar las alarmas y generó el temor de un nuevo empantanamiento en las negociaciones.

A mediados de octubre, el madurismo y la oposición sentaron en Barbados las bases para avanzar en la solución de una larga disputa interna. El camino, se convino, pasa en buena parte por la celebración de unas elecciones transparentes y sin proscripción.

 "El Acuerdo de Barbados determinó que debía establecerse una vía que con celeridad permita habilitar candidatos presidenciales. Seguimos!", señaló el jefe de la delegación opositora Gerardo Blyde a través de su cuenta en X.

"Hoy hemos dado un paso más en la dirección correcta, ratificando lo acordado en Barbados, para hacer respetar las decisiones de las instituciones, del Estado de derecho y la Constitución en Venezuela. Seguimos avanzando. Dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada", expresó por su parte, Jorge Rodríguez, jefe de la delegación gubernamental.