El alcalde de Nueva York, acusado de una agresión sexual en 1993

Los problemas se le multiplican a Eric Adams, el alcalde de Nueva York. Ya en el foco de una investigación federal por supuesta corrupción en la donación de fondos a su campaña, el primer edil demócrata enfrenta desde el miércoles por la noche una acusación ante los tribunales por haber cometido una presunta agresión sexual en 1993, cuando era policía.

Según reveló la publicación ‘The Messenger’, una mujer, que entonces también trabajaba para la ciudad, ha iniciado ante los tribunales un proceso legal con el que busca llegar a juicio. En la documentación inicial, recogida en solo tres páginas, no se dan detalles de lo sucedido (algo que se producirá si el proceso sigue adelante en los tribunales) pero se habla de “agresión sexual, asalto y discriminación laboral por género y sexo, represalias, ambiente de trabajo hostil y provocación intencionada de angustia emocional”.

"Las acusaciones que se presentan alegan actos intencionales y negligentes y omisiones que resultaron en daños físicos, psicológicos y de otra índole por una conducta que representaría delitos sexuales", reza el documento.

"Si se conocieron no lo recuerda"

Un portavoz de la alcaldía ha respondido a las acusaciones diciendo que “el alcalde no sabe quién es la persona” que ha iniciado el proceso legal contra él. “Si alguna vez se conocieron, no lo recuerda pero nunca haría nada par dañar físicamente a otra persona y niega enérgicamente la acusación”, ha asegurado el portavoz en un comunicado.

La mujer busca una compensación de al menos cinco millones de dólares y acusa, además de a Adams, a la Oficina de Tránsito del Departamento de Policía de Nueva York; a la Asociación de Guardianes, una organización compuesta principalmente por agentes de la ley negros del sistema de tribunales y a otras tres entidades municipales no especificadas.

Ha iniciado el proceso acogiéndose a una ley estatal que abrió una ventana de un año para presentar demandas civiles por casos de abusos sexuales que habían prescrito, un plazo que se agotaba este viernes. Esa norma, titulada la Ley de Supervivientes Adultos, es la misma a la que acudió E. Jean Carroll para demandar a Donald Trump. También se ha usado para demandas a, entre entre otros, Harvey Weinstein y, en los últimos días, a Bill Cosby, los cantantes Sean Diddy Combs y Axl Rose y el actor Jamie Foxx.

Problemas crecientes

La acusación representa el último golpe para Adams, que está viendo caer en picado su popularidad en medio de investigaciones y polémicas decisiones políticas. La semana pasada anunció profundos recortes en el presupuesto municipal, que reconoció que son "extremadamente dolorosos para los neoyorquinos" y que atribuye al impacto en las arcas municipales de la llegada masiva de inmigrantes a la ciudad. Entre las partidas afectadas se cuentan la del Departamento de Policía, que verá congelada la contratación de nuevos agentes; la del de Educación, que pederá 1.000 millones de dólares en dos años, así como populares programas como la guardería universal gratuita o los campamentos de verano.

Una de las sombras más graves sobre su figura la proyecta la investigación abierta por supuestas donaciones ilegales que recibió en su campaña. El FBI, que se incautó de dos de sus móviles y un ipad, y fiscales federales participan en esas pesquisas, que tratan de determinar si la campaña de Adams en 2021 conspiró con el gobierno y con ciudadanos de Turquía.

Aunque Adams subraya que no ha sido acusado formalmente de nada y ha negado haber cometido ninguna ilegalidad, el 72% de los neoyorquinos no le creen según una encuesta reciente del Marist College. En ese mismo sondeo, el 54% suspende el trabajo del primer edil, un 30% más de desaprobación que en marzo de 2022.