Guerra en Oriente Próximo

Pulso de los estibadores a la industria de las armas en plena ofensiva israelí contra Gaza

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Una bandera propalestina durante una protesta en el puerto de Tacoma, en Washington, este lunes.

Una bandera propalestina durante una protesta en el puerto de Tacoma, en Washington, este lunes. / M. SCOTT BRAUER / BLOOMBERG

Irene Savio

Irene Savio

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En plena ofensiva israelí contra Gaza, algunos colectivos de estibadores en Génova han comunicado esta semana que realizarán manifestaciones y bloqueos del puerto de la ciudad para protestar contra el traslado de armas a Israel desde el importante centro portuario italiano, considerado, junto con los de las cercanas Livorno y La Spezia, uno de los principales nudos logísticos del país para la industria armamentista mundial. No son los únicos. En los últimos días, estibadores de Bélgica y Barcelona, entre otras localidades, han difundido mensajes y comunicado iniciativas similares. Además, en puertos de EEUU y Australia manifestantes han amenazado con acciones para impedir la salida de buques cargados de armas con destino al país hebreo.

En el caso de Génova, donde protestas de este tipo ya se han llevado adelante en varias ocasiones desde 2019, el objetivo es dificultar las operaciones en el puerto genovés, una infraestructura civil también usada no solo para la exportación de armas producidas en Italia, sino también para el atraque de buques de otros países que necesitan hacer escala en el Mediterráneo. La nueva protesta, respaldada también por algunas pequeñas formaciones de izquierda, comenzará el 10 de noviembre a las seis de la mañana, momento en el que los estibadores tienen previsto iniciar el bloqueo de uno de los puntos de acceso para "impedir la entrada al puerto de cualquier buque" durante unas siete horas.

"No queremos ser cómplices de la masacre de Gaza", dice tajante José Nivoi, miembro del colectivo CALP y responsable del departamento de Mares y Puertos del sindicato USB de la ciudad, que apoya la iniciativa. "Llevamos años documentando estos tráficos. Es una cuestión ético-moral, aunque estas armas también pueden suponer un riesgo para la seguridad de los trabajadores portuarios", añade, en declaraciones a EL PERIÓDICO. "Hay una parte de la sociedad israelí que dice lo mismo que decimos nosotros. Tenemos que evitar que los lobbies de las armas tomen decisiones o influyan en el destino de los países", ha precisado Riccardo Rudino, integrante del Colectivo Autónomo de Operarios Portuarios, también involucrado en la iniciativa.

Coordinación

A Carlo Tombola, cofundador de The Weapon Watch, un nuevo observatorio sobre el tránsito de armas en puertos europeos, el plantón no le sorprende demasiado. Señala que, en los últimos años, diversos colectivos de estibadores han empezado a alzar cada vez más la voz en contra del envío de armas a países en conflicto. Y, en alguna ocasión, esa presión incluso forzó a los Estados implicados a suspender estos traslados.

Por ejemplo, "los trabajadores portuarios de Génova, Livorno y La Spezia lograron hace dos años impedir la carga de una nave con armas que iba precisamente a Israel, y en otro caso anterior incluso se logró la suspensión de las ventas de armas a Arabia Saudí por el conflicto en Yemen", subraya Tombola. "Pero aún falta coordinación, incluso a nivel europeo, entre estos grupos. Si existiese esa coordinación las protestas tendrían un impacto mucho más significativo", razona.

Pero esto podría ocurrir en el futuro. Según explica el estibador Nivoi, su grupo, uno de los más activos en la región, está en contacto (por ahora, de una forma más informal) con otros colectivos en distintos países europeos (un sindicato griego y otro turco han expresado su rechazo al uso de los puertos civiles para el envío de armas) y recientemente incluso se ha barajado la posibilidad de crear una especie de agrupación de estibadores que operan en el sur de Europa y son sensibles a esta reivindicación. "Se trata de un proyecto del que se ha empezado a hablar", cuenta.

Responsabilidades

Dicho esto, Maurizio Simoncelli, vicepresidente de Archivo Desarme, cree que, aun en su forma actual, las acciones de protesta de los estibadores suponen a menudo "verdaderos quebraderos de cabeza para los gobiernos". "Son iniciativas que ayudan a concienciar a los ciudadanos", afirma. De forma indirecta, además, los estibadores también gozan del apoyo de organizaciones no gubernamentales como Human Right Watch (HRW), que recientemente pidió a los países suspender los envíos de armas tanto a las fuerzas israelíes como a la milicia armada de Hamás. En caso no lo hagan, "el riesgo real" es "ser cómplices de graves abusos", dijo HRW.

Más aún cuando, como recuerda Simoncelli, "la industria europea tiene enormes responsabilidades en la venta de armas a Oriente Próximo y el norte de África. Hoy día, cuatro quintos de las ventas a esta zona proceden de cuatro países: EEUU, Rusia, Francia e Italia", asevera. De hecho, según el SIPRI de Estocolmo, Italia fue en 2022 el sexto mayor exportador e importador de armamento pesado en el mundo y el Observatorio sobre la Complejidad Económica ha señalado recientemente que en 2021 el país llegó a ser el tercer proveedor de armamento destinado a Israel (seguido por República Checa). País, este último que, según subrayan los observadores, también se ha convertido últimamente en un gran vendedor de armas a Italia y en un socio en la investigación acádemica que se ocupa del sector. 

El volumen del negocio italiano es, en efecto, importante. Según 'Pagella Politica', una reconocida página de fact-checking del país, entre 2013 y 2022, las empresas italianas, que en su gran mayoría se ubican en el norte de Italia, le vendieron armas a Israel "por un valor cercano a los 120 millones de euros". Países como Italia, Francia, España y República Checa, entre otros países, han ratificado el Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas que entró en vigor en 2014 e impone estrictas normas a las transferencias internacionales de armas pero que incluso así muchos países siguen sin cumplir, según denuncias de oenegés como Amnistía Internacional.