Guerra en Oriente Próximo

La comunidad israelí de Barcelona: "Tenemos miedo. El antisemitismo está en el aire"

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Asistentes a la ceremonia de la Sinagoga de la CIB en Barcelona, este martes.

Asistentes a la ceremonia de la Sinagoga de la CIB en Barcelona, este martes. / ACN

Begoña González

Begoña González

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Pasaban las nueve de la noche en Barcelona. La calle Avenir, dónde está la sede de la Comunidad Israelita de Barcelona (CIB), se encontraba este martes flanqueada en un extremo por dos coches de Guàrdia Urbana y en el otro por un furgón de Mossos d'Esquadra. Cada persona que pasaba el cordón policial debía contestar la misma pregunta. "Disculpe, ¿Adónde se dirige, usted?". Tras sortear el primer control, tocaba enfrentarse al segundo, organizado por la propia comunidad judía a las puertas de la Sinagoga. "¿Lleva algún arma o alguien le ha pedido que traiga algo?". Las medidas de seguridad eran extremas, pero los ciudadanos allí reunidos aseguraban que eran más que necesarias. "Tenemos miedo, sobre todo por nuestros hijos e hijas, el antisemitismo está en el aire", explicó a EL PERIÓDICO Sara Hasson, tras la ceremonia que tuvo lugar poco antes.

En la calle se percibía una especie de tensión, de expectativa, entre los asistentes. "Aquí hay mucha protección y eso nos tranquiliza, pero después hay que llegar a casa, ir al trabajo, a la universidad... Y allí estamos solos. En ocasiones anteriores, judíos inocentes han pagado la ira de quienes quieren llamar la atención. Nosotros vamos a extremar las precauciones", añadió Ariel, rememorando ataques a judíos en Francia y Egipto en otros momentos de la escalada de tensión. Este hombre acudió a la ceremonia junto a su hija, Melanie, que acaba de empezar este año la universidad. "Le he pedido que escuche todo lo que se dice estos días en clase y los pasillos pero que por favor no se meta", aseguró, preocupado por su hija. "Somos gente normal", zanjó. Irónicamente, y en parte probablemente como mecanismo de autoconvencimiento, la mayoría de los asistentes portaban en las solapas de las americanas o en la pechera de las camisetas pegatinas con la frase "no tengo miedo" y una bandera de Israel.

En la propia CIB se han cancelado las actividades para jóvenes de las próximas semanas y tanto en la sede de la asociacion como en la del colegio Hatikva ya se apreciaba este martes el refuerzo de las medidas de seguridad por parte de las propias instituciones y los cuerpos de seguridad. El sentimiento de Ariel es el que se percibía entre el resto de asistentes. Muchos rehúsaron hablar al ver la acreditación de prensa por desconfianza, otros por miedo a ser reconocidos. "Me siento tan inútil cuando abro Instagram y veo las historias de gente a la que sigo en la que se justifica el terrorismo de Hamás. Me hierve la sangre", espetó una chica joven que pidió no ser identificada por miedo a las represalias. "Todos saben de alguien que ha perdido a alguien o que conoce a algún desaparecido", añadió. Es el caso de Moisés. Es el presidente de la Asociación Ismael Isaac por la Paz en Barcelona y desde este fin de semana su sobrino está en paradero desconocido.

"Situación desesperante"

"Era militar, pero estaba de vacaciones. En esa dichosa fiesta por la paz en la que entraron los terroristas y secuestraron a los asistentes", explicó conmocionado. "Confiamos en Dios y en que está bien (...). Aquí somos muchos los que estamos sufriendo esta situación tan desesperante", añadió. Durante la ceremonia, se llevó a cabo un minuto de silencio por las víctimas y desaparecidos y se recitaron algunas plegarias.

"El pueblo de Israel se forjó en una historia dura en la que constantemente se superaron las adversidades", afirmó el presidente de la CIB, Raymond Forado. "Nosotros seguiremos como hasta ahora, viviendo y andando por las calles de Barcelona pero con el alma partida hasta que no quede un solo rehén en manos de los terroristas", dijo durante su intervención en la que pidió acción política y pidió "un paso adelante" de las autoridades. "Cuando hubo el atentado de la Rambla, Tel Aviv se solidarizó con Barcelona, sentimos su abrazo. Ahora, seguimos debatiendo en redes sociales si dar o no apoyo al pueblo israelí", afirmó Forado. "Creo en los milagros, pero quiero despertar de esta pesadilla", zanjó. 

"Israel ha luchado desde el amanecer de su existencia por el derecho a la vida, a ser un pueblo libre en la tierra ancestral de los profetas", aseguró el cónsul honorario del Estado de Israel en Barcelona, Yosef David Sánchez-Molina. "Israel es santa. Su tierra es santa. Los enemigos no van a conseguir crear miedo en nustros corazones", remachó.

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