Cumbre en Granada

Meloni maniobra con Sunak para endurecer aún más la política migratoria europea

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Macron, Rutte, Meloni, Sunak, Von der Leyen y Rama, durante la reunión que han mantenido en Granada en los márgenes de la cumbre de la Comunidad Política Europea.

Macron, Rutte, Meloni, Sunak, Von der Leyen y Rama, durante la reunión que han mantenido en Granada en los márgenes de la cumbre de la Comunidad Política Europea. / THOMAS COEX / AFP

Mario Saavedra
Silvia Martinez
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El acuerdo político cerrado el miércoles por los Veintisiete sobre el reglamento de crisis, destinado a regular la respuesta ante llegadas masivas de inmigrantes y la última gran pieza del pacto de asilo e inmigración que les quedaba por negociar, ha supuesto un respiro para los líderes europeos. Aún así, Italia no se da por satisfecha, y al igual que Polonia o Hungría, los otros dos huesos duros de la UE en materia migratoria, quiere mucho más y maniobra para endurecer la política migratoria europea, en esta ocasión con el apoyo del Reino Unido en el marco de la Comunidad Política Europea (EPC, en sus siglas en inglés), que ha reunido este jueves a casi medio centenar de dirigentes europeos en Granada.

A la llamada de Meloni y Sunak, que organizará la cuarta reunión del EPC en primavera del próximo año, han acudido este jueves sus homólogos de Países Bajos, Mark Rutte, de Albania, Edi Rama, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente francés, Emmanuel Macron. "Son los británicos quienes deberían decidir quién viene al Reino Unido, no las bandas criminales. Nuestro trabajo hasta ahora ha permitido disminuir las llegadas en un 20%. Pero requiere colaboración internacional", ha explicado Sunak tras el encuentro. Los seis han acordado seguir trabajando de forma "enérgica" para combatir la trata de personas, ayudar a los países del norte de Africa a proteger mejor las fronteras y asistir en las repatriaciones.

Aunque la inmigración no era uno de los elementos incluidos por la presidencia española de la UE en la agenda formal de la EPC, finalmente se ha colado de lleno con el aval de primeros espadas como el francés Emmanuel Macron. "La Comunidad Política Europea es un espacio pertinente para luchar contra la inmigración y reducir la inmigración clandestina. Queremos tener un enfoque mucho más coordinado con los países de tránsito y origen. Es la condición para ser eficaces" porque "si hay políticas desincronizadas o divergentes la eficacia se pierde", ha argumento el liberal francés en rueda de prensa. Francia coincide en que es necesario "crear sinergias" con los países vecinos para luchar contra las bandas de traficantes y ha llamado al resto de miembros de la Comunidad Política Europea a sumarse a una gran campaña contra estas organizaciones.

Tanto la italiana como el conservador británico han confirmado una vez más que son partidarios de mano dura. "Estos temas trascienden las fronteras nacionales y requieren soluciones creativas a nivel europeo", ha dicho Sunak en un comunicado previo en el que ha avisado de que los niveles de inmigración a Europa continental son los más altos en casi una década. "Con miles de personas muriendo en el mar, impulsadas por traficantes de personas, la situación es a la vez inmoral e insostenible. No podemos permitir que las bandas criminales decidan quién llega a las costas de Europa", ha añadido anunciando nuevas iniciativas bilaterales con Bélgica, Bulgaria y Serbia para aumentar el intercambio de inteligencia y la cooperación operativa.

La polémica de Túnez

Meloni, que se ha reunido también con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se verá este viernes con el canciller alemán, Olaf Sholz, para "razonar sobre cómo dar pasos adelante". En las últimas semanas Berlín y Roma han chocado precisamente por el tratamiento a los solicitantes de asilo en el nuevo reglamento de crisis y ambas partes aspiran a limar asperar. "Italia lo ha votado porque creemos que son normas mejores que las anteriores pero la propuesta italiana no es seguir hablando de cómo redistribuimos a las personas que entran ilegalmente en Europa sino detener la inmigración ilegal", ha dicho Meloni a su llegada este jueves.

La cita con Scholz será antes del inicio del Consejo Europeo informal, convocado por la presidencia semestral española de la UE y en el que la inmigración volverá a estar en el menú a petición de la italiana. El borrador de declaración preparado para la cumbre informal incluye un párrafo al respecto en el que se constata que es "un desafío europeo" que "requiere de una respuesta europea". El texto también recoge que "la inmigración irregular necesita ser abordada de forma inmediata de foma decidida" y apuesta por aumentar los acuerdos con terceros países de origen y tránsito.

A su llegada este jueves Meloni se ha mostrado "satisfecha" con el texto acordado a mediados de semana por los Veintisiete -que ahora deberán negociar con el Parlamento Europeo- porque demuestra que "no estamos aislados en esta negociación". Ha recordado, no obstante, que Roma considera que la UE lo puede "hacer mejor" y que debe "correr un poco más" para frenar la llegada de inmigrantes. Este es el objetivo precisamente del acuerdo entre la Unión Europea y Túnez negociado por la Comisión Europea, firmado el pasado 18 de julio ante la presencia directa de Meloni y Rutte y que tantas tensiones y preocupaciones ha generado desde entonces.

El acuerdo incluye disposiciones para luchar contra la inmigración irregular y apoyo financiero: 785 millones de euros de los cuáles 105 millones se destinarían a formación, control de fronteras y combatir a las mafias de traficantes de seres humanos. Un pacto que ha generado mucha polémica en la oficina de la Defensora del Pueblo Europeo, que ha pedido explicaciones a Bruselas por las repercusiones para los derechos humanos, y el Parlamento Europeo que consideran "totalmente inaceptable" el acuerdo porque "no respeta la legislación de derechos humanos".

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