Elecciones EEUU 2024

Golpe legal y de imagen a Trump en el caso civil por fraude en Nueva York

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Los fiscales que investigan a Trump temían que el magnate supiera la orden de registro contra su cuenta de Twitter

El expresidente estadounidense Donald Trump

El expresidente estadounidense Donald Trump / Europa Press/Contacto/Joshua Boucher

Idoya Noain

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A lo largo de las décadas Donald Trump se ha ido ganando el apodo de 'Teflon Don', el hombre que como por arte de magia consigue deshacerse de las acusaciones en su contra. Ha sucedido durante años en los tribunales y, también, en su carrera política, en la que consiguió superar dos procesos de 'impeachment', mantiene el inquebrantable apoyo de una parte importante de las bases del Partido Republicano y es favorito indiscutible para lograr de nuevo la nominación de la formación para las presidenciales de 2024 pese a tener abiertas cuatro causas penales en su contra. Este martes, no obstante, una decisión de un juez del Supremo estatal de Nueva York en una causa civil ha dado un severo golpe tanto legal como de imagen a Trump, haciendo añicos la reputación que ha tratado de establecer como empresario de éxito.

En el centro de este caso está la demanda civil que la fiscal general de Nueva York, Letitia James, tiene presentada desde el año pasado contra Trump, al que acusa de haber inflado en más de 2.200 millones de dólares al año y durante al menos una década el valor de sus activos para obtener condiciones ventajosas en préstamos y seguros, así como de exagerar el valor de sus propiedades. La defensa de Trump intentó que se desestimara el caso pero el juez Arthur Engoron no solo no lo hizo, sino que ratificó que Trump cometió el fraude, que también salpica a sus hijos Eric y Donald Jr., a la Organización Trump y a dos de sus ejecutivos, incluyendo el antiguo consejero financiero, Allen Weisselberg.

Con la decisión el magistrado hace que la fiscal James ya no tenga que probar ese fraude en el juicio que, salvo que Trump consiga una anulación de la decisión de este martes en la apelación o que avance otro recurso que tiene interpuesto contra Engoron, debería empezar el próximo lunes. Y James ahora puede centrarse en probar no la acusación general de fraude sino delitos específicos, de la falsificación registros empresariales a la emisión de declaraciones financieras también falsificadas, conforme busca que se impongan a Trump multas y sanciones de hasta 250 millones de dólares.

Los negocios en Nueva York, en la cuerda floja

La sentencia de Engoron, que también ha multado a cinco abogados de la defensa por usar reiteradamente argumentos que el magistrado ya había rechazado y les afea haber creado "mundos de fantasía", da otro golpe de potencial demoledor a Trump. El juez ha asegurado que la fiscal James tiene derecho a que se dicte una orden judicial cancelando cualquier licencia comercial dada a la empresa de Trump en Nueva York, lo que pone en cuestión que sus negocios vayan a poder seguir operando en el estado donde nació, donde su emporio tiene su sede central y donde mantiene importantes intereses empresariales. Podría perder control de varias propiedades, de la Torre Trump en Manhattan a un edificio en Wall Street o su club de golf en el condado de Westchester.

Trump reaccionó a la decisión con su táctica habitual de insultos, tildando en un largo mensaje en redes sociales al magistrado de "desquiciado" y acusándole de "odio a Trump". Insistió, además, en sus ataques a James, demócrata, y en la alegación de que se trata de una "persecución política".