50 años

Casi un 40% de los chilenos creen que Allende fue el responsable del golpe de 1973

Boric no logra que la derecha en Chile condene el golpe de Estado de Pinochet

MULTIMEDIA | Las 12 horas que acabaron con Allende: así fue el golpe de Estado de 1973 en Chile

Salvador Allende

Salvador Allende

Abel Gilbert

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El giro político a la derecha que Chile ha experimentado en las urnas los últimos 12 meses tiene también su impacto en el modo que se perciben los 50 años del golpe de Estado. Según una encuesta de la consultora Pulso Ciudadano, un 39,6% de los entrevistados cree que el principal responsable del quiebre institucional fue el mismo presidente derrocado por los militares, Salvador Allende. Un 30,8% señala en cambio a las Fuerzas Armadas y, casi en un porcentaje similar, a Estados Unidos, a través de la CIA. Para un 25,2% de los encuestados, fueron los conservadores los que generaron las condiciones para la asonada que encabezó el general Augusto Pinochet. El 52,8% de la población piensa que la sociedad nunca llegará a un consenso sobre aquel episodio que desgarró al país.

El mismo sondeo arroja que el 42% de la población está muy en desacuerdo o en desacuerdo con lo ocurrido hace 50 años, mientras que un 32,8% está muy de acuerdo o de acuerdo con aquella interrupción de la democracia. Un 43,4% de los chilenos califica de malo lo que sucedió medio siglo atrás, mientras que un 30,2% lo sigue ponderando. Un 36,8% cree que podría tener lugar un nuevo golpe, mientras un 34,2% lo descarta.

Pulso Ciudadano quiso saber también cuánto interés tiene la ciudadanía en las actividades que promueve el Estado para recordar los acontecimientos del 11 de septiembre de 1973. Un 56,5% se expresó como nada o poco interesado, en tanto que un 25,8% está muy interesado o interesado y un 17,7% está medianamente interesado.

Pronunciamiento de Boric y expresidentes

"Al cumplirse 50 años del quiebre violento de la democracia en Chile que le costó la vida, la dignidad y la libertad a tantas personas, chilenas y de otros países, queremos, más allá de nuestras legítimas diferencias, comprometemos en conjunto a comprometernos a cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho". Las palabras pertenecen al documento suscrito por el presidente Gabriel Boric y cuatro de sus antecesores en el Palacio de La Moneda, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, para para sentar posición respecto a la tragedia que partió en dos la historia de ese país. "Por la democracia, siempre", se llama el texto común que han firmado un mandatario de izquierda, tres de centroizquierda y uno de derecha, Piñera, pese a la reticencia de su espacio.

"Nuestro país gozó durante más de 140 años, casi sin interrupción, de una democracia en continua evolución, de un orden constitucional estable, y también de respetables y sólidas instituciones republicanas que eran objeto de admiración y prestigio en el mundo entero", señala la declaración compartida.

Los firmantes llaman a "enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, nunca con menos, condenar la violencia y fomentar el diálogo y la solución pacífica de las diferencias, con el bienestar ciudadano en el horizonte". A su vez valoran la importancia de "la defensa y promoción de los derechos humanos". Se trata de "un valor compartido por toda nuestra comunidad política y social, sin anteponer ideología alguna a su respeto incondicional".

La llamada Declaración de Santiago insta a su vez a “fortalecer los espacios de colaboración entre Estados a través de un multilateralismo maduro y respetuoso de las diferencias, que establezca y persiga los objetivos comunes necesarios para el desarrollo sustentable de nuestras sociedades”.

La derecha evita hablar de golpe

Piñera ha estampado su firma en el documento a contramano del reciente gesto de los partidos de derecha reunidos en la coalición Chile Vamos -Renovación Nacional (RN), Unión Democrática Independiente (UDI) y Evópoli, los cuales decidieron emitir su opinión al margen de la conmemoración estatal del 11 de septiembre. "50 años del quiebre de la democracia", se titula el documento en el que la palabra 'golpe' es evitada y se habla de "la culminación de una profunda fractura social y política que afectó gravemente" a la "convivencia, con efectos cuya huella pesa hasta hoy" en las "relaciones y confianzas".

"La vivencia que cada persona experimentó y sus severas consecuencias, nos obligan a reflexionar sobre estas cinco décadas, tomar conciencia de los aprendizajes y errores cometidos por todos los sectores, y mirar hacia el futuro", añade Chile Vamos. Se necesita "hacer el máximo esfuerzo por alcanzar acuerdos básicos para el fortalecimiento de la democracia y la promoción de la dignidad humana".

Los partidos de derechas expresaron su voluntad de "usar siempre los mecanismos institucionales como medio para resolver las diferencias", respetando la Constitución, el Estado de derecho, los derechos humanos, la paz, la buena convivencia, la libertad de pensamiento y "condenando toda expresión, movimiento o llamado que se valga de la violencia o el terrorismo para la promoción de sus ideas o el logro de sus objetivos".

La oposición también manifestó su "empatía" con "quienes han sufrido" la violencia, pero pidió que se "respeten" las diferencias de opiniones, "sin pretender imponer verdades únicas". En ese sentido, invitó a Boric a "promover un mensaje conciliador, que resalte los aspectos que nos unen, sin odio ni resentimiento".