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Irene Savio

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Las mafias ya son monstruos que recorren las redes sociales. Abandonado desde hace tiempo el modelo de 'El Padrino' y sus rituales de secretismo, los mafiosos de hoy sufren de los mismos vicios que padecen tantos otros: la obsesión por aparecer y el poder de hipnosis que tiene el mundo virtual. El fenómeno es conocido desde hace tiempo pero sigue evolucionando. Los primeros mafiosos que usaban las redes ni sabían desactivar la geolocalización. Hoy, su aspiración es ser influencers.

Esta es la síntesis a la que ha llegado el sociólogo Marcello Ravveduto. El estudioso, autor del primer informe sobre la presencia del crimen organizado en estas plataformas, publicado en Italia, habla de una cuarta generación de mafiosos que, de forma habilidosa, usan las redes para autodefinirse. Ravveduto llegó a esta conclusión después de analizar, junto a investigadoras de la Universidad de Pisa, 11.500 vídeos en TikTok, más de 2 millones de tuits, y alrededor de 20.000 comentarios a contenidos difundidos por YouTube.

“Lo que sucede es que, mientras los influencers se promocionan para patrocinar productos, los influencers mafiosos promueven las marcas y el lujo para promocionar la mafia”, afirma Ravveduto. “Se muestran con sus coches caros y exhiben el lujo en el que viven... Gente exitosa, aunque criminal. Son mafiosos que aspiran a ser influencer”, añade. “Esto es un gran cambio que les está permitiendo crear una especie de posverdad mafiosa, en la que ya no se ocultan, asumen y exhiben su faceta de criminales y malos de la sociedad, y la defienden”, concluye.

Propaganda mafiosa

El objetivo, en este caso, es el de mediar y construir consenso, así como también reclutar nuevos afiliados y tratar de que se les acepte socialmente en los entornos en los que se mueven. En otras palabras, se trata de una nueva propaganda mafiosa. Pero no es el único fin que las mafias persiguen en las redes.

Los influencers mafiosos promueven las marcas y el lujo para promocionar la mafia”

Marcello Ravveduto

— Sociólogo, autor de un estudio sobre el uso de las redes sociales que hacen los mafiosos

Maurizio Vallone, jefe de la Dirección de Investigación Antimafia de Italia, recuerda el ejemplo de los vídeos de las llamadas "stese" (tendidas) de la Camorra de Nápoles: la absurda práctica de grupos de jóvenes motoristas que marchan disparando sin motivo por las calles que quieren controlar y obligan a los que los ven a tirarse al suelo para evitar las balas.

Miembros de la Camorra siembran el miedo en patrullas motorizadas

Hoy día, estos actos son grabados y publicados en las redes sociales para mostrar el control que tienen sobre el territorio, cuenta Vallone, en entrevista con El Periódico. "Saben que esto los expone a ser identificados por las fuerzas de seguridad y luego detenidos, pero siguen haciéndolo porque aparecer es para ellos más importante que el riesgo de ser capturados", razona.

Transacciones en código

Y más aún. En el mundo de los bitcoins, una forma de pago cada vez más usada por las mafias, también a menudo las redes son una de las formas que usan para sus transacciones criminales. “Lo hacen enviando, por ejemplo, un trozo de código en una red social, otro en otra, y así sucesivamente. Esto sirve para evitar que, incluso si una parte del código es interceptada, no se descubra el código completo y se descifre la transacción”, cuenta Vallone, que desde 1988 ve cómo las mafias se adueñan de las tecnologías para su provecho.

Homenaje en TikTok al mafioso Cosimo di Lauro

Pero los policías también ven ventajas en la presencia de las mafias en el mundo virtual: desde que los mafiosos están en Internet, tienen un acceso más fácil a un mundo antes oculto, como dice Vallone. En concreto, en dos aspectos en particular las redes sociales ayudan a los investigadores. Por una parte, les ayudan a descubrir sus patrimonios ocultos; por otra, también dan pistas sobre los sitios en los que se esconden.

La exhibición de los mafiosos en las redes sociales ayuda a la Policía a descubrir sus patrimonios ocultos y les ofrece pistas sobre los sitios en los que se esconden

“Por ejemplo, en varias ocasiones hemos encontrado en las redes fotografías de estos criminales en Ibiza, en mesas reservadas frente a decenas de botellas de champán o, en alta mar, a bordo de yates”, cuenta. “Esto nos ha servido para demostrar que, a diferencia de lo que suelen afirmar, no son indigentes, lo que a su vez nos ha permitido emitir solicitudes de incautación de estos bienes”, explica.

Massimiliano Esposito junior , hijo del padrino Massimiliano Esposito, presumiendo en TikTok de las fiestas que se pega

“En España hemos arrestado recientemente a un importante mafioso siciliano después de que este publicase en su perfil de WhatsApp fotografías de sus tiendas de venta de productos hortofrutícolas. Gracias a un intérprete español, pudimos localizarle y lo arrestamos”, detalla.

Dicho esto, en algunos casos, los contenidos publicados también son muy inquietantes. Es el caso de vídeos e instantáneas de fuegos artificiales usados para dar la señal de que habrá un gran reparto de droga o que ha sido cometido un asesinato. “Otras veces estos materiales también tienen como fin provocar a bandas rivales y ajustar cuentas, como ya ha pasado”, añade Ravveduto. Eso sí, no siempre las formas de comunicación son tan fáciles de entender para aquellos que están fuera de este mundo. “Es un mundo en el que muchos hashtags, memes y emoticonos son usados con significados muy distintos a los comunes”, cuenta el experto.

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