Relaciones transatlánticas

Meloni acude hoy a la Casa Blanca para reunirse con Biden

Meloni flirtea con el PP europeo de cara a las elecciones de 2024

Perfil: así es Giorgia Meloni

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Irene Savio

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Giorgia Meloni tendrá su primer cara a cara con Joe Biden en suelo estadounidense este jueves en Washington. La primera ministra italiana y el presidente estadounidense se encontrarán en la Casa Blanca, en una reunión que llega tras meses en los que la líder ultraderechista se ha mostrado firme en su atlantismo. Los temas sobre la mesa son muchos, aunque tres destacan sobre los demás: la relación con China de Italia, un país fundador de la Unión Europea y miembro del G7, la colaboración con los países africanos para frenar las migraciones por el Mediterráneo, y la guerra en Ucrania

Este último asunto, en particular, es donde se espera gran sintonía. Desde que inició la invasión rusa de gran escala en Ucrania, Meloni no ha escatimado esfuerzos en demostrar su apoyo incondicional a Kiev, incluso desviando recursos públicos para respaldar al Gobierno ucraniano. Lo mismo ocurre con China. Italia se convirtió en 2019 en el primer país en integrar la Ruta de la Seda china, un proyecto de infraestructuras que pretendía conectar Europa, Oriente Medio y Asia, pero hasta ahora Roma no ha obtenido grandes beneficios de ello. Esta podría ser la razón por la que, según algunos expertos, no tendría grandes reticencias en alejarse del plan chino. Ese proyecto ha sido “un gran error”, ya ha avanzado Meloni. 

En cambio, la cuestión de África es más peliaguda. En los últimos meses, la mandataria ha intensificado sus esfuerzos para frenar las rutas migratorias que parten desde países como Libia y Túnez. Incluso fue una de las principales promotoras del reciente acuerdo entre la Unión Europea Unión y las autoridades tunecinas, el cual también contempla medidas para frenar las salidas desde Túnez. Sin embargo, la ambigüedad del controvertido presidente tunecino, Kais Saied, y la reciente decisión de Rusia de retirarse del acuerdo sobre el grano ucraniano, no han coincidido por el momento con un flujo menos intenso. Al revés, desde hace meses, Italia vive un alto número de llegadas a sus costas.

Aupada

En otro apartado, Roma y Washington también se colocan en polos distantes en temas de derechos LGBTQ. Tanto es así que, en la vigilia del viaje, un grupo de familias arcoíris le han escrito una carta a Biden para expresar su preocupación por las políticas del Gobierno que Meloni sobre los derechos de las familias gays. La gran batalla aquí es, sobre todo, sobre la maternidad subrogada, que Meloni incluso quiere declarar delito universal y que rechaza rotundamente. Una postura que también encuentra consenso, en Italia, dentro del sector progresista. 

Aún así, Meloni lleva a la cita buenas cartas de presentación. La ultraderechista, que ya vio al estadounidense en otras tres ocasiones, llega a Washington invitada por la propia Casa Blanca, como parte de las reuniones que Biden está llevando adelante para consolidar su estrategia contra Rusia. En este contexto, Meloni también ha sido aupada por centros de estudios como el Atlantic Council. De hecho, la organización, cuyo misión incluye promover el “liderazgo estadounidense” y “el papel central de la comunidad atlantista en el siglo XXI”, han claramente bendecido su administración

Comercio, al alza

“Inicialmente, las políticas de su partido habían generado incertidumbre y preocupación en cuanto a cómo Italia abordaría el tema de la cooperación transatlántica”, ha escrito Valona Zeneli, profesora experta en Seguridad del Atlantic Council. Sin embargo, “las acciones de Meloni han demostrado claramente un compromiso pragmático y sin ambigüedades con estas relaciones”, ha concluido Zeneli.

También en el frente económico el panorama es positivo. En la última década, los intercambios comerciales han aumentado de 52.000 a 100.000 millones de dólares. Esto ha convertido a EEUU en el mercado al que se le destinan el 11% de las exportaciones italianas en el mundo. Además de ello, las inversiones italianas en EEUU suman ya unos 41.000 millones de dólares. Eso es cuatro veces las destinadas a China