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Los gobiernos monocolores son cosa del pasado en Europa: la era de las coaliciones

La cultura del pacto se ha instalado en la UE y solo tres países de los veinitisiete tienen en estos momentos ejecutivos de un único partido

Coaliciones políticas

Coaliciones políticas / ENTENDER MAS COALICIONES POLITICAS

Marta López

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Los gobiernos monocolores son a estas alturas una rara avis en Europa. Los ejecutivos de coalición en los que España se estrenó la pasada legislatura y que probablemente repetirá después de las elecciones de este domingo, aunque quizá con otra fórmula distinta, son abrumadora mayoría en los países europeos desde hace años. Un detallado análisis del CIDOB sobre los distintos gobiernos de Europa, actualizado el pasado 8 de julio, constata que de los 27 países miembros de la UE solo 3 tienen en estos momentos un gobierno de un partido en solitario, Grecia, Malta y Portugal, y otro, Eslovaquia, un Ejecutivo tecnocrático. 

Los ejecutivos de los otros 23 países (entre ellos el de España, en funciones) son coaliciones, más o menos plurales, más o menos heterogéneas, que incorporan desde dos hasta siete fuerzas políticas - siendo este último el caso de Francia y Bélgica-, fruto de pactos entre partidos forjados antes o después de las elecciones. Esta forma de gobierno, que tenía gran tradición en algunos países como Italia, Austria, Alemania, y Finlandia ha acabado por imponerse en el resto del continente, dividiendo a los politólogos sobre si es consecuencia de una madurez democrática en cuanto obligan a sus protagonistas a la permanente búsqueda del consenso y el pacto o si, por el contrario, conducen a una permanente inestabilidad cuando las coaliciones son débiles y, en ocasiones, a contranatura.

Si bien es cierto que los sistemas políticos parlamentarios, en los que los electores no eligen un gobierno, sino un Parlamento del que sale un Gobierno, con sistemas electorales proporcionales, impulsan ejecutivos formados por más de un partido, no es la única razón que explica tan abrumadora mayoría de gobiernos de coalición en Europa. Carme Colomina, investigadora del CIDOB, se refiere a la cada vez mayor «fragmentación de los parlamentos por la crisis de los partidos tradicionales y la emergencia de nuevas fuerzas políticas, que si bien surgen como fuerza de oposición, y como consecuencia del voto de castigo, van adquiriendo cada vez más protagonismo en los parlamentos y poder de decisión».

Ignacio Molina, investigador del Real Instituto Elcano, constata por su parte que la política se ha hecho «más compleja con la aparición de nuevos conflictos, como el tema migratorio, la irrupción de partidos verdes y la ultraderecha y todo eso hace más difícil que un partido tengo la mayoría absoluta». Según su análisis, «sigue habiendo mayorías absolutas allí donde o bien el sistema electoral es muy mayoritario y premia de manera artificial a un partido, o allí donde la política es más simple y se mueve en torno a un único factor de conflicto izquierda-derecha».

Ninguno de los dos entra a valorar si las coaliciones son mejores o peores que los gobiernos en solitario. «Lo cierto es que son una realidad, una tendencia que se ha impuesto y si bien en principio la obligación de buscar acuerdos con otras fuerzas políticas puede ser una vía para facilitar consensos, sucede que este proceso de atomización de los parlamentos coincide con un proceso de polarización y eso hace que a veces la búsqueda de consensos sea más complicada», opina Colomina.

«Desde punto de vista democrático, la coalición obliga a más deliberación, a más transacción, el resultado final probablemente sea más matizado y, por tanto, más estable en el tiempo, pero desde un punto de vista de premiar o castigar al responsable de las políticas aplicadas es más difícil porque han sido fruto de una negociación, normalmente entre las élites de los partidos, y eso dificulta la rendición de cuentas», añade Molina. «Cuando solo gobierna un partido, es más claro para el votante premiarlo o castigarlo», apostilla.

España ha tenido la pasada legislatura su primer gobierno de coalición de la historia democrática, pero sin superar la división izquierda /derecha, cosa que sí se ha franqueado en otros países con coaliciones más heterogéneas ideológicamente.

Solo cuatro países de la UE sin coaliciones en el Ejecutivo

Eslovaquia, Grecia, Malta y Portugal son las excepciones a los gobiernos de coalición en la UE a día de hoy. Eslovaquia tiene un gobierno tecnocrático; en Malta, el estado más pequeño de los Veintisiete, rige un bipartidismo en el que nacionalistas y laboristas se alternan en el poder desde la 1964, año de la independencia del Reino Unido. En Grecia, el conservador Kyriakos Mitsotakis logró la mayoría absoluta en junio gracias a una reforma electoral aprobada por su partido en 2020 que premia con 50 escaños a la fuerza más votada. Y en Portugal, el socialista Antonio Costa ganó por mayoría absoluta en enero del 2022 tras haber gobernado la anterior legislatura en minoría, pero con el apoyo parlamentario de otros partidos de izquierda, en una alianza conocida como la 'geringonça'

En otros 23 países gobiernan coaliciones de partidos, que se formaron después de las elecciones o llegaron a acuerdos antes de las mismas. Y no siempre lo hacen con una mayoría parlamentaria. En Croacia, Dinamarca, Suecia y Polonia, gobiernan con apoyo externo como ha venido haciendo la pasada legislatura en España el Ejecutivo del PSOE-Unidas Podemos. En Francia y Chipre, las coaliciones están en situación de minoría parlamentaria.

Pactos entre dos y hasta siete partidos diferentes

Las 23 coaliciones gobernantes en Europa difieren unas de otras y no solo ideológicamente, también por el número de partidos que las forman. Hay 4 países - Croacia, Austria, Polonia y Rumanía- en los que la coalición está formada por 2 partidos mientras que la fórmula del tripartito es la dominante y la comparten, además de España (PSOE-Podemos-IU) otros 11 países: Alemania, Chipre, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Hungría, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Suecia. Cuatro estados –Bulgaria, Finlandia, Italia y Países Bajos- tienen en el Ejecutivo a cuatro partidos. La República Checa a cinco y otros dos países, Bélgica y Francia, a siete.

Bélgica, por la complejidad de su sistema político, está inevitable obligada a tener gobiernos de coalición, ya que el Ejecutivo debe estar integrado por representantes de las distintas comunidades geográficas y lingüísticas. Las fórmulas de consenso transversales son indispensables para gobernar, pero no siempre fáciles y el país ha batido récords en Europa de tiempo sin Gobierno, hasta lograr un acuerdo. Entre 2010 y 2011 transcurrieron 541 días con ejecutivos en funciones y entre 2019 y 2020, 493 días. Este último periodo negociador dio lugar al actual Gobierno que preside Alexander De Croo, el más plural de la historia del país. 

Francia también es un caso particular por su sistema presidencialista, ya que es el presidente quien nombra al primer ministro. Es clave en este país el concepto de mayoría presidencial, referida al conjunto de partidos parlamentarios que apoyan al presidente. Pero por primera vez en la Quinta República, desde las elecciones legislativas de mayo del 2022, los siete partidos y coaliciones que apoyaban a Emmanuel Macron no tienen mayoría en la Asamblea y el dirigente se apoya a ahora en una minoría presidencial. A consecuencia de esta situación, nueva en el país, la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha sobrevivido a 17 mociones de censura en el último año.

Una Unión Europea claramente escorada a la derecha

Por colores políticos, las coaliciones de centroderecha son las que dominan en Europa. Ocho países –República Checa, Croacia, Finlandia, Irlanda, Letonia, Lituania, Países Bajos y Suecia- tienen en sus gobiernos partidos de estas ideologías, mientras que otros tres, Hungría, Italia y Polonia están totalmente escorados a la derecha. Otros 6 países tienen coaliciones consideradas de centro –Austria, Bélgica, Chipre, Estonia, Francia y Luxemburgo- mientras que otros 3 son grandes coaliciones –suman a los partidos mayoritarios de derecha y de izquierdas- y solo las coaliciones de Alemania y Eslovenia son de centroizquierda mientras que España está en la izquierda, según el análisis del CIDOB.

Las amplísimas coaliciones gubernamentales han sido la tónica en Italia históricamente. Desde la era del cuadripartido o el pentapartito , que es como se conocieron los distintos gobiernos en el país transalpino desde del fin de la segunda guerra mundial hasta el desmoronamiento del antiguo sistema de partidos, en los años 90, hasta la actualidad, con la emergencia de nuevas fuerzas políticas. Pero esa forma de Gobierno ha sido fuente de inestabilidad permanente y desde 1946, Italia ha tenido el récord en Europa de 69 gobiernos, a casi uno por año. Hasta ahora, ningún Ejecutivo italiano ha logrado agotar una legislatura.

La coalición encabezada por la ultraderechista Giorgia Meloni logró la mayoría absoluta en las elecciones de septiembre de 2022 y la líder de la formación Hermanos de Italia fue nombrada al mes siguiente primera ministra. Italia se convirtió así en el primer país europeo en situar a la extrema derecha desacomplejada al frente del Gobierno. En Polonia y Hungría, las coaliciones gobernantes desde hace años, evolucionaron desde posiciones más moderadas de los primeros años hasta la ultraderecha.

La gran coalición, la opción minoritaria

Se llama gran coalición al acuerdo que alcanzan los partidos mayoritarios y de ideologías enfrentadas para gobernar. En este momento hay tres en Europa: en Bulgaria, Dinamarca y Rumanía. En Bulgaria fueron necesarias la celebración de cinco elecciones en dos años para que el pasado mes de junio los dos mayores partidos acordaran gobernar juntos, con un primer ministro rotatorio, para sacar al país, el más pobre de los Veintisiete, de la profunda crisis institucional y política en la que estaba inmerso

Y esa misma fórmula de compartir el Gobierno y turnarse en la jefatura del mismo fue la escogida en Rumanía en octubre de 2021 por liberales y socialdemócratas, en la democracia más inestable de los países de la Unión Europea, sacudida permanentemente por escándalos de corrupción y mociones de censura que han acortado la vida de sus gobiernos. El país ha tenido 19 primeros ministros desde la recuperación de la democracia en 1990

En el extremo contrario se sitúa Dinamarca, donde los gobiernos en minoría han sido los más corrientes históricamente, el apoyo externo al Gobierno es una práctica interiorizada y la moción de censura raramente aplicada. Sin embargo, en las elecciones de noviembre de 2022, la líder socialdemócrata ganadora, Mette Frederiksen, aun quedándose cerca de la mayoría absoluta, prefirió pactar una gran coalición con el centroderecha.

Pero sin duda la gran experiencia de grandes coaliciones en Europa fueron las tres que encabezó la excancillera Angela Merkel en Alemania. La dirigente democristiana presidió cuatro gobiernos federales entre 2005 y 2021, tres de ellos coaligada con la otra gran familia política del país: los socialdemócratas del SPD. La ' Grosse Koalition' fue el símbolo de la era Merkel y del poder del centro político

Para Ignacio Molina, esta forma de gobierno no es «necesariamente mejor» y subraya que normalmente responde a situaciones excepcionales. «En Suecia o España nunca ha habido gran coalición y son democracias de muy alta calidad. Pero por cultura política, cultura de partidos y sistema electoral, la democracia se ha construido siempre en torno a la izquierda o la derecha y es muy difícil que haya una gran coalición. No ocurre así cuando esta división es menos marcada, como en Alemania, Dinamarca o Finlandia». Carme Colomina advierte por su parte que ocurre a veces con la gran coalición que «acaba engrandeciendo la relevancia de otras fuerzas que en un principio se podrían situar más en el extremo del arco parlamentario».

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