Nuevas movilizaciones

Las huelgas de profesores en Inglaterra trastocan el fin del curso escolar y añaden presión a Sunak

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Profesores en huelga en Londres

Profesores en huelga en Londres / EFE

Lucas Font

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Los profesores ingleses siguen en pie de guerra. El Sindicato Nacional de Educación (NEU, en sus siglas en inglés), el mayor del país, ha convocado nuevos paros este miércoles y este viernes para reclamar mejoras salariales al Gobierno que compensen la subida de la inflación. Unas huelgas que tendrán un impacto significativo en los horarios de la mayoría de los colegios y que añaden más presión al primer ministro, Rishi Sunak, quien se encuentra en plena batalla con los trabajadores públicos desde hace meses y quien, por ahora, se ha mostrado reacio a ceder a sus exigencias. 

El de este miércoles será el sexto día de huelgas de profesores desde principios de año. En la última ocasión, el pasado 2 de mayo, los paros afectaron a más de la mitad de los colegios en Inglaterra, de los cuales un 5% se vieron obligados a cerrar por completo. Un impacto que está previsto que sea similar esta vez y que se incrementará en el inicio del nuevo curso escolar con nuevas movilizaciones de los principales sindicatos educativos. Los profesores aseguran estar "desesperados y furiosos" ante la posición del Gobierno, que les acusa de relegar los intereses de los alumnos a un segundo plano.

Aumentos salariales

El sindicato NEU rechazó a principios de abril la última propuesta del Ejecutivo con un apoyo abrumador del 98% de los afiliados. En esa ocasión, el Ministerio de Educación propuso un aumento salarial del 4,5% y una paga extraordinaria de 1.000 libras (unos 1.200 euros) para todos los profesores. Unos aumentos que se sumaban al incremento del 5% acordado el año anterior, pero que los docentes rechazaron argumentando que esta oferta no compensa la subida de la inflación, que se ha mantenido por encima del 10% durante varios meses y que sigue por encima del 8% en la actualidad. 

Según los sindicatos, los profesores han perdido un 23% del valor real de su salario desde 2010, algo que está provocando la salida de muchos de ellos de la profesión. "Este Gobierno se encuentra ante una de las peores crisis de contratación y retención jamás vistas en la educación", ha asegurado el sindicato NEU en un comunicado. "La falta de profesores cualificados perjudica la educación que reciben los niños y los jóvenes. Para salvar la educación, debemos tomar medidas para garantizar que los educadores obtengan un aumento salarial superior a la inflación", añaden. El órgano independiente de revisión de los profesores ha recomendado subidas del 6,5% para el próximo curso, dos puntos más que lo ofrecido hasta ahora por el Ejecutivo.

Pero por ahora el Ministerio de Educación se mantiene firme en su oferta, que ha calificado de "justa y razonable", a la que pretende sumar una inversión extra de 2.300 millones de libras (más de 2.600 millones de euros) para financiar las escuelas en los próximos dos años. El Gobierno de Sunak teme que la cesión ante las demandas de los sindicatos impida la reducción de la elevada inflación, una de las principales metas del primer ministro y una de las claves para mantener sus aspiraciones a ganar las próximas elecciones generales. Sin embargo, las movilizaciones de los sindicatos educativos, a las que se suman también los paros en otros sectores como la sanidad o los transportes, también están haciendo mella en el Ejecutivo, que está tratando de hacer equilibrios para mantenerse a flote y lograr el apoyo de la opinión pública.

Apoyo social

Por ahora la mayoría de la población considera justas las reclamaciones de los sindicatos. Más de un 80% de los británicos están a favor de los aumentos de al menos un 6% para los trabajadores públicos, incluidos los profesores, según una encuesta realizada por YouGov para el diario ‘The Times’. Además, un 49% de los encuestados han mostrado su apoyo a las huelgas de los docentes, frente a un 44% que se ha posicionado en contra. 

El Gobierno es consciente del impacto que tendrá en su imagen no seguir las recomendaciones de los órganos independientes en materia de subidas salariales, pero de momento no da su brazo a torcer. Algo sobre lo que ya alertó Sunak el mes pasado. "En lo que respecta a los salarios del sector público, voy a hacer lo que creo que es asequible, lo que creo que es responsable", aseguró el primer ministro. "Ahora bien, puede que eso no siempre sea popular a corto plazo, pero es lo correcto para el país". El enfrentamiento está servido y no tiene final a la vista.