Tragedia en el Mediterráneo

EL PERIÓDICO, con los supervivientes del naufragio en Grecia: "No fue una catástrofe, fue un crimen"

El naufragio de 750 migrantes en la costa Griega

La historia del naufragio de 750 migrantes a bordo de un pesquero frente a las costas de Grecia. / Patricio Ortiz

Mauricio Centurión

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un barco pesquero, pequeño, con 750 personas a bordo en su sexto día de viaje. Sofoco, calor y sed. Los cuerpos pegados y la angustia que crece con la incertidumbre de si habrá destino y tierra donde pisar. En la cubierta, todos los hombres. Abajo, en la bodega, todas las mujeres con más de 100 niños y niñas. Estuvieron apretados, sin poder moverse demasiado, sin salir al exterior. Y con seis cadáveres que no resistieron las condiciones del viaje.

Esta escena fue relatada el pasado jueves por una de las personas que estuvo a bordo y logró sobrevivir. Hoy está alojada en el campo de refugiados Malakasa, a una hora de la ciudad de Atenas. El suceso está registrado, además, en las 13 horas de filmación de las cámaras de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras.

Un barco griego se acercó al pesquero repleto de migrantes, les arrojó botellas de agua y una soga para remolcarlo. Después de una breve discusión, ataron la soga en un extremo de la nave. Las personas desesperadas fueron hacia la derecha. El barco se inclinó hacia la izquierda. Así dos veces hasta que la embarcación volcó por completo. El superviviente que narra este hecho se encuentra aún en estado de shock. Le cuesta hablar de lo que pasó, y pide que no demos a conocer su nombre.

Campo de refugiados de Malakasa, en Grecia

Campo de refugiados de Malakasa, en Grecia / MAURICIO CENTURIÓN

En un mundo paralelo pero en el mismo mar, miles de turistas disfrutan de la playa. "Te estás bañando en un cementerio", dice Dimitris, un hombre griego, a un turista británico. Al menos 500 cuerpos desaparecieron el 13 de junio.

"Negligencia a conciencia"

"No fue un naufragio, no fue una catástrofe, fue un crimen" dice Anas, una militante belga por los derechos de los migrantes que trabaja hace seis años rescatando, reubicando y acompañando a los migrantes que llegan a Grecia para que puedan empezar una nueva vida.

En 2022 se registraron 3.800 migrantes muertos en la ruta de Italia, el norte de África y Europa, según la Organización Internacional por la Migración. Por situaciones de naufragio similares, "solo es noticia cuando es mucha gente, pero es algo que pasa cotidianamente" agrega Anas.

"No rescatarlos antes fue una decisión política, una negligencia a conciencia", comentó Nachos, un hombre griego que trabaja en una organización que recibe migrantes y ayudan a hacer los papeles de asilo. Explica: "La guardia costera se acercó al barco e intentó girarlo para que fueran rumbo a Italia. Ellos dicen que intentaron rescatarlos y que las personas migrantes que venían en el barco se negaron, pero nosotros sabemos que no es así. Claro que hubiesen aceptado ser rescatados, a esa altura estaban a la deriva y corriendo muchos riesgos".

Campo de refugiados de Malakasa, en Grecia

Campo de refugiados de Malakasa, en Grecia / MAURICIO CENTURIÓN

Normalmente se toman rutas peligrosas para esquivar a la guardia europea. "Son situaciones difíciles porque las personas que manejan los barcos no tienen experiencia, son todas personas que buscan escapar de su lugar asumiendo el riesgo" dice Anas.

De las 750 personas que iban a bordo sobrevivieron 85 y solo se encontraron 82 cadáveres. El resto de cuerpos permanecen desaparecidos en el mar. Los supervivientes son todos hombres: egipcios, sirios, pakistaníes, kurdos y palestinos. Las mujeres y los más de 100 niños que viajaban en el barco están desaparecidos en el mar. Por ir en la parte inferior del barco, no tuvieron manera de escapar. El dato lo revela Anas y lo confirman varios medios internacionales.

Detenidos "al azar"

De los supervivientes, uno fue hospitalizado y seis personas de Libia fueron arrestadas. "Siempre arrestan a un grupo de personas de una nacionalidad elegida al azar. Es una manera de convertirlo en un crimen ajeno y responsabilizar a alguien, dice Anas, y agrega: "Un tercio de las personas que ocupan las cárceles en Grecia lo están por cargos de tráfico de personas, pero la mayoría están acusadas por este sistema de culpabilidad sin pruebas y al azar".

Denuncian que, en algunas partes de Grecia, una asociación fascista está facilitando el trabajo a la policía migratoria. Nachos relata que personas encapuchadas salen con cuchillos a buscar migrantes para luego entregarlos a la policía.

Campo de refugiados de Malakasa, en Grecia

Campo de refugiados de Malakasa, en Grecia / MAURICIO CENTURIÓN

Los cuerpos no se reconocen en el mar. El mar los deforma. Nachos cuenta que una amiga realiza un trabajo de búsqueda de rastros con los cuerpos que aparecen para intentar que los familiares puedan tener certeza de que alguien cercano apareció sin vida. Pero son acciones personales o de un grupo no del gobierno.

El campo de refugiados Malakasa se encuentra a una hora de la ciudad de Atenas. Para llegar desde la ciudad se necesitan al menos 10 euros. Las personas en el campo no están presas, pero los alambres de púas que rodean el campo dan la sensación de que sí. Pueden ir a la ciudad, pero no tienen dinero para el transporte y solo disponen de la ropa que llevaban puesta en el momento del naufragio. Es un campo de primer nivel. Quienes están allí serán trasladados a otro campo, detenidos o aislados por el Gobierno griego.

Afuera del campo, en algún momento de la tarde, Ali llegó con cara de desesperación. No habla inglés y dice a través de un traductor de teléfono: “Soy de Irán y necesito ayuda”. Nos cuenta que intentó conseguir sus papeles a través del nuevo sistema para pedir asilo mediante una 'app' que no funciona. También intentó llamar al número que la misma 'app' indica, pero no atiende nadie. Cuando Ali comprende que tampoco podemos ayudarlo, se acerca a la guardia de seguridad privada del campo. Le contestan cortantemente que no lo ayudarán, que no es su tarea. Si es detenido por la policía al intentar volver a la ciudad, Ali probablemente pase tres años en prisión esperando la deportación.

Campo de refugiados de Malakasa, en Grecia

Campo de refugiados de Malakasa, en Grecia / MAURICIO CENTURIÓN

Trabas a los periodistas

El pasado jueves, los periodistas estuvimos más de cinco horas a la espera de poder acceder a entrevistar a los supervivientes. Ninguna autoridad dio información alguna. La seguridad privada repitió su proceder y nos dijo que no es su trabajo hacerlo. Por lo bajo, un oficial indicó que para entrar tendríamos que haber hecho el registro “necesario” por correo electrónico, previamente. No sabe cuál es la dirección, ni a quién consultarla. Con las elecciones previstas este domingo, el Gobierno griego busca que se deje de hablar de este tema por unos días.

El campo donde los supervivientes están detenidos está rodeado de un paisaje hermoso. Hay montañas y un bosque. Dentro de la zona cercada no hay ni un árbol, solo containers donde viven las personas. En las paredes de aluminio se ve un grafiti que dice 'Azadi'. Significa 'libertad' en kurdo.

Serdem es otro de los supervivientes. Es kurdo y afirma que en el barco iban 35 personas de Kobane (Siria), de las cuales solo seis sobrevivieron. “Cuando el Estado Islamico atacó nuestra ciudad, en 2015, nos fuimos con mi familia hacia Turquía", relata. Debido a la crisis económica y a la constante persecución que sufren los kurdos en ese país, se vieron obligados a encontrar una salida subiéndose a ese barco. Su familia entera permanece desaparecida en el mar Jónico.

TODOS LOS NOMBRES SON FICTICIOS PARA PRESERVAR LA IDENTIDAD DE LAS PERSONAS

Suscríbete para seguir leyendo