Los colonos atacan Cisjordania mientras el Ejército israelí despliega fuerzas adicionales

El ciclo de violencia escala en los territorios ocupados. Después del tiroteo que mató a cuatro colonos israelís en un asentamiento ilegal en la Cisjordania ocupada en respuesta a la matanza de seis palestinos en el campo de refugiados de Yenín, el gobierno de Binyamín Netanyahu sale en defensa de los colonos. Mientras, centenares de ellos atacan aldeas palestinas, provocando destrozos en viviendas, negocios y automóviles y la muerte de un joven de 27 años ante la mirada impasible de los soldados israelís. Desde Washington, la administración Biden ha alertado a Israel que la escalada en Cisjordania y la continua construcción de asentamientos ponen en peligro los esfuerzos de los Estados Unidos para normalizar las relaciones entre el Estado hebreo y los países árabes. 

La sed de venganza domina a los habitantes de la Cisjordania ocupada. Cientos de colonos se han congregado para despedir a los cuatro israelís asesinados el martes por tiradores palestinos en un restaurante de hummus en una gasolinera cercana al asentamiento ilegal de Eli. “Mi hermano está muerto; ¿cómo sigo aquí, hermano?”, se ha preguntado Dvir, el hermano mayor de Harel Masood, de 21 años. “Estoy roto, estoy devastado, no se como seguir; esto es solo una pesadilla de la que estoy esperando despertar”, ha dicho entre lágrimas. A la vez, otros centenares de colonos han marchado colina abajo por las carreteras que conectan sus colonias con las localidades palestinas nativas para vengar a sus muertos. 

De nuevo, las llamas se han apoderado de las aldeas palestinas. Un hombre de 27 años ha sido asesinado a tiros cerca de la ciudad cisjordana de Turmus Ayya, horas después de que colonos judíos, algunos de ellos armados, incendiaran casas y automóviles en la zona. En esta localidad, los residentes han denunciado la presencia de 400 colonos que han actuado de forma impune, otra vez ante un Ejército israelí que les deja ejercer la violencia sin consecuencias. Durante mucho tiempo, la población palestina y los grupos de derechos humanos se han quejado de la incapacidad o negativa de Israel para detener la violencia de los colonos. Esta inacción se ha cobrado la vida de Omar Qatin, padre de dos niños pequeños, quien trabajaba como electricista para el municipio local.

"Construir nuestro país"

A su vez, varias decenas de palestinos han resultado heridos y muchos de ellos han perdido su principal fuente económica al ver destruidos sus negocios por la rabia impune de los colonos. "Fue aterrador, solo vimos multitudes de personas en las calles, enmascaradas, armadas", ha dicho Mohammed Suleiman, un palestino-estadounidense de 56 años que vive en Chicago y está de visita en su Turmus Ayya natal, en declaraciones a Associated Press. "[El ejército] estaba literalmente despejándoles el camino”, ha denunciado. Por su parte, el Gobierno del primer ministro Netanyahu ha anunciado la construcción de un millar de nuevas viviendas en el asentamiento ilegal de Eli, donde tuvo lugar el ataque el martes. 

Desde primera hora de la mañana, el Ejército israelí ha desplegado fuerzas adicionales en la Cisjordania ocupada y se ha preparado para demoler las casas de los dos palestinos autores del ataque. Además, los miembros radicales del Gobierno de extrema derecha, fieles aliados del movimiento colono, exigen una operación militar generalizada en la Cisjordania ocupada. "Nuestra respuesta al terrorismo es atacarlo con fuerza y construir nuestro país", ha declarado Netanyahu al anunciar las nuevas construcciones. La escalada de violencia ya ha hecho del 2023 uno de los años más letales del siglo, con 170 palestinos asesinados, entre ellos decenas de niños, y 26 bajas en el lado israelí.