Tensión bélica

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El presidente de China ha planteado a su homólogo ucraniano que la negociación con Rusia es la única vía para caminar hacia la paz

Volodímir Zelenski visita una trinchera en la región de Sumi, fronteriza con Rusia.

Volodímir Zelenski visita una trinchera en la región de Sumi, fronteriza con Rusia. / PRESIDENCIA DE UCRANIA / AFP

Adrián Foncillas

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Dos asuntos le han afeado a China desde que se postulara como mediadora en la guerra lanzada por Rusia sobre Ucrania: la falta de condena a la agresión rusa y de contactos presidenciales con Kiev. La primera es disculpable para preservar la equidistancia; la segunda era indefendible. Lo ha resuelto al fin Xi Jinping, presidente chino, con una llamada a Volodímir Zelenski, su homólogo ucraniano, catorce meses después de la invasión.

Se desconoce quién marcó el número ajeno pero la televisión china ha aclarado que Xi habló con Zelenski “por invitación”. La llamada se daba por descontada y sólo faltaba ponerle fecha. La había solicitado Ucrania durante meses y Xi desveló a principios de abril que estaba “deseando” conversar con Zelenski. Era un clamor en Occidente: China debía de atender a Kiev. Continúa desnivelada la balanza: son cinco charlas entre Xi y Vladímir Putin desde que rompiera la guerra, con cumbre en Moscú incluida, frente a “casi una hora de conversación telefónica”, según el cronómetro de Kiev. Pero la brevedad no está reñida con la enjundia.

Zelenski ha calificado la charla de “significativa” y confiado en que el nombramiento de un embajador en Pekín, el primero en dos años, impulsará el desarrollo bilateral. Más detalles han ofrecido los medios chinos. Xi ha subrayado que “el diálogo y la negociación son la única salida viable” y que “el respeto mutuo de la soberanía y la integridad territorial es la base política de las relaciones”. Lo último, que puede ser interpretado como una crítica a la invasión rusa, habrá satisfecho a Zelenski. También ha recordado que China “está del lado de la paz” y que “nunca permanecerá ociosa ni arrojará gasolina al fuego ni mucho menos sacará provecho” de la guerra. El mensaje alude a Estados Unidos y la OTAN, culpables en el discurso chino del desaguisado.

Mediar para la paz

Más allá de la palabrería, China ha anunciado pasos concretos en su ofensiva diplomática. Enviará a su representante especial a cargo de los asuntos eurosiáticos hacia Ucrania y otros países de la zona “para mantener una comunicación en profundidad con todas las partes” que desemboque en la paz. No se han desvelado las fechas pero sí el mandatario. Es Li Hui, embajador chino en Rusia durante una década y premiado por Putin con una medalla a la amistad. No parece haberle incomodado a Kiev, que agradeció los esfuerzos de Pekín para “desempeñar un papel importante en el restablecimiento de la paz”, según la versión china.

Xi ya presentó un plan de paz de doce puntos en febrero que incluía un alto el fuego inmediato y sin condiciones previas. La propuesta fue recibida con cierto interés en Moscú y Kiev pero desechada en Washington y Bruselas por parcial. Entre las acusaciones más recurrentes estaba la falta de comunicación de Pekín y Kiev. Xi prometió dos semanas atrás a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que la llamada llegaría “cuando las condiciones y el momento fueran los adecuados”.

Ha llegado apenas un par de días después de un desagradable conflicto entre Pekín y los países bálticos causado por las sorprendentes declaraciones del embajador chino en Francia poniendo en duda el estatus internacional de las exrepúblicas soviéticas. Pekín lo arregló el lunes, negando la postura de su insensato diplomático y recordando que el respeto a la soberanía es la piedra angular de su política exterior, pero durante el fin de semana había coleccionado críticas.

La llamada ha sido recibida con alegría contenida por la Casa Blanca. Su portavoz, John Kirby, la ha calificado como “positiva”, pero ha puntualizado que es pronto para saber si aceitará la paz. Más entusiasta se mostró Francia. “Alentamos todo diálogo que pueda contribuir a la resolución del conflicto”, ha afirmado el Eliseo. Su presidente, Enmanuel Macron, pidió ayuda a Pekín el mes pasado para que “hiciera entrar en razón a Rusia”.

Moscú aplaudió los esfuerzos chinos por las negociaciones pero se mostró escéptica. “Las autoridades ucranianas y sus apoyos occidentales ya demostraron su capacidad de socavar las iniciativas de paz", ha denunciado el Ministerio Relaciones Exteriores en un comunicado. Rusia ha acusado a Zelenski de plantear “ultimátums y exigencias no realistas” como única solución al conflicto.