Guerra en el este de Europa

Stoltenberg alienta las esperanzas de Ucrania para entrar en la OTAN en su primera visita a Kiev

Borrell insta a los gobiernos europeos a actuar como "un coro bien afinado" ante China

Los aliados de país eslavo abordarán este viernes en Ramstein la entrega de más armas para reforzar a Ucrania de cara a su contraofensiva de primavera

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este jueves durante su encuentro en Kiev.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este jueves durante su encuentro en Kiev. / DIMITAR DILKOFF / AFP

Ricardo Mir de Francia

Ricardo Mir de Francia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El secretario general de la OTAN ha viajado este jueves a Ucrania en su primera visita al país desde que comenzara la invasión rusa hace 14 meses. El viaje sorpresa de Jens Stoltenberg, convenientemente ocultado por motivos de seguridad, ha servido para refrendar el apoyo inequívoco de la Alianza Atlántica a su aliado eslavo y espolear sus esperanzas de integrarse un día en el seno de la organización militar, un proceso que sigue sin un calendario concreto pese a las buenas palabras de los líderes de la OTAN y la entrega masiva de armamento aliado al ejército ucraniano. "A Ucrania le corresponde estar en la OTAN. Y con el tiempo, nuestro apoyo ayudará a hacerlo posible", dijo Stoltenberg durante una rueda de prensa junto al presidente Volodímir Zelenski en Kiev.

La ambigüedad de Stoltenberg, que a finales de febrero aseguró que la entrada de Ucrania en la Alianza es un proyecto a "largo plazo", contrasta con las prisas del liderazgo ucraniano. Zelenski instó al dirigente noruego a que invite formalmente a su país a integrarse en la OTAN y aporte un calendario detallado para completar el proceso de adhesión, un objetivo que Kiev persigue formalmente desde 2017, cuando enmendó su Constitución para reflejar esas aspiraciones en su Carta Magna. "No hay ninguna barrera objetiva para adoptar ahora mismo la decisión política de invitar a Ucrania a formar parte de la Alianza, cuando la mayoría de la población en los países de la OTAN y la propia Ucrania apoya el acceso", dijo Zelenski.  

División en el seno de la OTAN

El presidente ucraniano añadió que su objetivo pasa por conseguir que esa invitación se produzca durante la cumbre que la Alianza celebrará en julio en Vilnius, la capital de Lituania. De hecho, ha llegado a sugerir que podría no asistir a la cita si no hay algún tipo de compromiso concreto para poner en marcha el proceso. "Esta es la primera visita de Stoltenberg desde el inicio de la guerra a gran escala. Nosotros la interpretamos como una señal de que la Alianza está dispuesta a abrir un nuevo capítulo en su relación con Ucrania, un capítulo de decisiones ambiciosas", afirmó Zelenski. A finales del pasado mes de septiembre su Gobierno ya solicitó formalmente la entrada en la OTAN mediante un procedimiento "acelerado", pero nada indica que la Alianza esté dispuesta a acortar los plazos del que suele ser un largo proceso de muchos años.

Y es que, si bien países como Polonia, Reino Unido y los bálticos presionan para que las aspiraciones ucranianas puedan hacerse realidad, otros como Estados Unidos, Alemania y Hungría tienen muchas más dudas, según publicó recientemente el 'Financial Times'. El diario añadió que, en cualquier caso, hay consenso para que esa adhesión no se produzca mientras Ucrania esté en guerra con Rusia. Los motivos son evidentes. Semejante escenario no solo es anatema para Moscú, sino que podría precipitar el enfrentamiento directo que la OTAN ha tratado de evitar todos estos meses.  

Rechazo del Kremlin

Desde la capital rusa, un portavoz del Kremlin reiteró la posición de su país y dijo que, impedir esa integración, es uno de los objetivos "incondicionales" de la guerra que sus militares libran en suelo ucraniano. "De otro modo presentaría un peligro serio y significativo para la seguridad de nuestro país", afirmó Dmitri Peskov.  

La visita de Stoltenberg a Kiev llega un día antes de que los ministros de Defensa de los países aliados de Ucrania se reúnan nuevamente en la base estadounidense de Ramstein (Alemania) para abordar nuevas entregas de armamento. Además de munición y nuevos sistemas antimisiles, los dirigentes ucranianos pretenden que se avale la entrega de misiles de largo alcance y cazas de guerra de última generación, que sus aliados siguen sin autorizar por temor a provocar una escalada en el conflicto.

Armas para la contraofensiva

Países como Polonia y Eslovaquia enviaron recientemente a Ucrania baterías Patriot y cazas Mig-29 de fabricación soviética, pero Kiev quiere más para abordar con garantías la esperada contraofensiva que prepara para esta primavera. Una operación que podría resultar decisiva para determinar si puede volver a recuperar territorio, tras meses de estancamiento invernal del frente bélico, o si la guerra acaba congelándose ante la dificultad de las partes para avanzar.

"Dadas las tácticas bárbaras del Kremlin, necesitamos aviones de combate como los que utiliza la OTAN", escribió en Twitter el ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Reznikov. Esta misma semana EEUU aprobó un nuevo paquete militar a Kiev por valor de 325 millones de dólares, que incluye desde munición a sistemas de misiles Himars o minas antitanque.