Guerra en el este de Europa

Ucrania investiga a un grupo empresarial con sede en Barcelona que coopera con el ejército ruso

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Las sociedades de Gavary Group, que tiene su sede europea en Vilassar de Dalt, suministran material a los militares del Kremlin desplegados en Ucrania y cuentan entre sus clientes con grandes empresas del complejo-militar industrial ruso

Fachada de la sede de Gavary Group en Vilassar de Dalt (Barcelona), desde donde se gestiona la división europea del grupo empresarial.

Fachada de la sede de Gavary Group en Vilassar de Dalt (Barcelona), desde donde se gestiona la división europea del grupo empresarial. / EL PERIÓDICO

Ricardo Mir de Francia

Ricardo Mir de Francia

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Desde una discreta nave industrial de Vilassar de Dalt (Barcelona) se dirige el negocio europeo de Gavary Group, un holding internacional de empresas con implantación en la Unión Europea, Rusia y el Reino Unido, especializado en productos derivados de los polímeros, plásticos sintéticos para uso industrial. El grupo presume de ser una compañía tecnológica puntera, asociada con prestigiosas instituciones europeas como la Universidad Técnica de Múnich o la Politécnica de Madrid en la investigación y desarrollo de sus productos. En España comercializa principalmente alfombrillas para coches de la marca Eva Motion Car Mats, pero es solo una pequeña parte de un negocio que facturó más de 96 millones de euros en 2021 al cambio actual del rublo, según se extrae de las declaraciones presentadas por las sociedades del grupo ante la Hacienda rusa y los registros mercantiles de Barcelona y Londres.

Esa fachada impoluta esconde, sin embargo, un reverso más borroso. Gavary Group coopera activamente con el ejército ruso en Ucrania, al que suministra plantillas térmicas para las botas de sus soldados o esterillas para su descanso, según una investigación de EL PERIÓDICO. El grupo tiene además entre sus clientes a grandes compañías del complejo militar-industrial ruso, algunas de ellas sancionadas por la UE y Estados Unidos, como el fabricante de armas Kalashnikov Concern o el fabricante de motores para cazas de combate Odk-Umpo. Paralelamente, el holding ha seguido importando y exportando desde Rusia a la UE en los últimos meses, a pesar de las sanciones que pesan sobre distintos tipos de polímeros y plásticos. 

La semana pasada Ucrania incluyó a Gavary Group en su lista de entidades potencialmente sancionables tras acusar a la empresa de “financiar la maquinaria de guerra rusa” y “apoyar la invasión a gran escala de Ucrania”. La decisión fue adoptada por la Agencia para la Prevención de la Corrupción en Ucrania (NACP), uno de los organismos que tercia en la imposición de sanciones.

Las conexiones españolas de Gavary Group trascienden lo puramente empresarial. Son también afectivas y legales. En la provincia de Barcelona está la sede de su división europea, según la propia web del grupo, una sociedad limitada registrada hace casi una década en el Registro Mercantil bajo el nombre de Gavary Group Barcelona S.L., donde constan solo cinco empleados fijos. Esa sede en Vilassar de Dalt cuenta además con líneas de producción y un centro de desarrollo para sus productos. Hasta finales de 2021 la empresa catalana importó materias primas de otras sociedades del grupo en Rusia, pero las transacciones se interrumpieron pocos meses antes de que Vladímir Putin ordenara la invasión de Ucrania. Y hasta finales de aquel mismo año no tuvo más que un socio único: Jachatur ‘Jack’ Kamarian Dadoian, quien se mantiene ahora como apoderado solidario.

Hermanos Kamarian, dueños de Gavary Group

Formado en el sector de la hostelería en la Escuela Universitaria de Hotelería y Turismo de Sant Pol de Mar, Jachatur copreside Gavary Group junto a su hermano Rem Kamarian Dadoian, quien ha desarrollado una carrera como consultor legal para temas migratorios en el Reino Unido. Ambos controlan la mayoría del capital en casi todas las sociedades del grupo, tanto las rusas como las europeas. Y aunque ambos son de origen armenio, tienen la nacionalidad rusa y, en el caso de Rem, también española, según consta en el registro mercantil británico.  

Nada de eso ha impedido que Gavary Group esté suministrando material al ejército ruso o lucrándose a través de sus negocios con empresas involucradas en la guerra de Ucrania. “El primer grupo de ciudadanos movilizados partió esta semana desde el distrito de Bogorodosk hacia la zona de la operación militar especial”, publicó en octubre el diario ‘Bogorodskiye Vesti’, editado en la provincia de Nizhni Novgorod, unos 400 kilómetros al este de Moscú. “El frío llegará muy pronto y definitivamente la ropa de abrigo vendrá bien para los luchadores”. El artículo reseñaba que Gavary Prom y otras dos empresas habían “donado 2.000 pares de calcetines calientes, otros tantos de guantes y 500 pares de plantillas térmicas para los militares”.

Gavary Prom es una de las cinco empresas que más factura del grupo. Fabrica desde suelas y plantillas para calzado, a revestimiento para metales o material deportivo. La mayoría de su capital pertenece a Ekopolimery, una sociedad controlada al 100% por Rem Kamarian, el copresidente de Gavary Group. Y es también Prom la sociedad que está vendiendo esterillas de goma para los militares rusos en Ucrania, un producto que solía comercializar en colores vivos para los amantes de la acampada y que ha teñido ahora de negro para su uso en el frente ucraniano. Una información confirmada por el manager general de Gavary Prom en una conversación con un potencial cliente a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO a través del cliente. “Inicialmente eran esterillas turísticas para ir de caminata, pero ahora tenemos millones de piezas para la operación militar”, dijo el gestor de la empresa, Artur Karapetian, en aquella conversación.

En su página web Gavary Group dice ser el mayor fabricante de productos poliméricos de Rusia y, como otras grandes empresas, se define como un “holding” empresarial. Su estructura, sin embargo, no coincide con el ‘holding’ al uso. No tiene una empresa matriz o dominante que ejerce el control sobre sus subordinadas a través de la participación directa y mayoritaria en sus capitales. Lo que une a la quincena de sociedades de Gavary Group es que la mayoría de su capital está directa o indirectamente controlado por los hermanos Kamarian. (La excepción es Gavary Railways, cuyo máximo accionista, con un 50% del capital es David Magakian, quien se presenta en su página de Linkedin como “director financiero de Gavary Group”). El otro nexo común es que muchas de las sociedades han incorporado Gavary a su nombre en los últimos años.

Vínculos con la maquinaria de guerra rusa

Y si bien el grupo no publicita en Europa sus vínculos con la maquinaria de guerra rusa y las empresas que contribuyen a financiarla, tampoco se preocupa mucho en ocultarlos. Hasta que este diario enviara varios correos a Gavary Group para concederle el derecho de respuesta, algunos de esos clientes figuraban en su web rusa. Desde entonces algunos han desaparecido y el grupo ha declinado responder a EL PERIÓDICO. Otros clientes del “holding” constan en una base de datos con las transacciones internas de las empresas rusas –recoge la segunda mitad de 2022– a la que ha tenido acceso este diario. 

Esos clientes incluyen a varios de los grandes contratistas del Ejército ruso, con los que Gavary Prom mantiene una fluida relación comercial. Kalashnikov es el más conocido. Sus rifles de asalto, que se apoyan en la durabilidad de los polímeros para varios de sus componentes, están siendo utilizados en el frente ucraniano. La compañía –sancionada por la UE– registró el año pasado su pico de producción de las dos últimas décadas, gracias a los “45 contratos” que cumplió con las Fuerzas Armadas rusas, según anunció la empresa en enero.

También son fundamentales para la campaña del Kremlin otros socios comerciales de Gavary Group como Irkut Corporation, que fabrica los cazas Sukhoi Su-30, una de las aeronaves que atacan los cielos ucranianos, y Odk-Umpo, que fabrica motores para los Su-30, Su-27 y otros aviones y helicópteros de combate. Ambas compañías están sancionadas por la UE. El grupo trabaja además con el fabricante de calzado militar Donobuv y el de equipamiento táctico para las fuerzas de seguridad rusas Klass. Paralelamente Gavary Railways vende productos de aislamiento contra las vibraciones a Ferrocarriles Rusos, según la propia web del grupo, la empresa estatal sancionada por Bruselas días después del inicio de la invasión.

Comercio entre Rusia y la UE

Gavary Group tampoco ha dejado de exportar desde Rusia a la UE en los últimos meses a pesar del creciente cerco sobre los polímeros, plásticos y cauchos impuesto por las sanciones europeas, materias primas de las que se derivan muchos de sus productos. Como empresa importadora, el grupo utiliza a Softteh, una sociedad limitada registrada en Letonia que tiene como único beneficiario a Gaiane Dadoian, la madre de los hermanos Kamarian, también de nacionalidad española, de acuerdo con el registro mercantil del país báltico.

Entre febrero de 2022 y febrero de 2023 Softteh importó a la UE más de 200 toneladas de bienes producidos por Ekopolimery, una de las empresas rusas del grupo, por un valor cercano a los 700.000 euros, según la base de datos de comercio internacional 52wmb. En sus sanciones de julio, Bruselas incluyó la importación de "productos que generen ingresos significativos para Rusia y le ayuden en sus acciones para desestabilizar la situación en Ucrania", una lista que incluía distintos tipos de polímeros.

“No es fácil determinar con certeza si una empresa está violando el régimen de sanciones”, asegura la abogada de Cuatrecasas, Paloma Blázquez, especialista en sanciones internacionales. “No solo por la cantidad y la complejidad de las normas europeas en esta materia, sino también por la continua aprobación de nuevas regulaciones y por la propia naturaleza de las sanciones”. Especialmente cuando se trata de prohibiciones sobre la importación y exportación de determinados productos porque "eso deja más espacio para la interpretación", añade Blázquez. En España es la unidad de inteligencia financiera del Tesoro Público, así como las fuerzas de seguridad del Estado, las que tiene potestad para abrir una investigación por una potencial violación de las sanciones, según fuentes del Ministerio de Economía. De momento, en el caso de Gavary Group, no se ha hecho. 

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