Disputas en el extremo norte

El deshielo potencia las tensiones geopolíticas en el Ártico

La explotación de recursos naturales y el acortamiento de rutas marítimas comerciales ya es posible en el Polo Norte como consecuencia del calentamiento global

Las reclamaciones territoriales afloran entre los estados árticos, que ven el potencial económico de la región

El rompehielos Arctic Sunrise de Greenpeace navega entre el hielo del océano Ártico el 15 de septiembre de 2020

El rompehielos Arctic Sunrise de Greenpeace navega entre el hielo del océano Ártico el 15 de septiembre de 2020 / NATALIE THOMAS / REUTERS

Alba Mármol

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El calentamiento global no es el único responsable de las fracturas en el hielo del océano Ártico. Cada vez más buques rompehielos se abren camino en nuevas rutas comerciales más rápidas y económicas, que, junto con la gran reserva de recursos naturales que se esconden bajo el mar congelado, han convertido la región en un nuevo escenario de tensiones geopolíticas.

El deshielo, que avanza a una velocidad exponencial, permite ahora la explotación de gas natural, petróleo y minerales críticos, y la navegación de la Ruta Marítima del Norte -una ruta comercial alternativa a los canales de Suez y Panamá-  durante más días del año. 

Santiago Giralt, investigador científico de Geociencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC) señala que "a pesar de que ya es posible explotar los recursos naturales del Ártico, de momento sólo se han hecho prospecciones para ver qué hay". Pero, en este contexto de expectación, los países con costa en el océano Ártico -Canadá, Estados Unidos, Rusia, Dinamarca y Noruega- se frotan las manos ante el potencial de la zona.

Un océano sin propietarios

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Raspotnik señala que, en el Ártico, una de las grandes disputas es "entre Canadá, Dinamarca y Rusia", ya que estos tres estados coinciden en sus reclamaciones territoriales. Según Conde, cuando dos o más países coinciden en una región que exigen suya, "tienen que resolver (la cuestión) pacíficamente, llegando a un acuerdo, o bien acudiendo a tribunales arbitrales, como la Corte Internacional de Justicia o el Tribunal Internacional de Derecho del Mar". 

Espejo de las tensiones en el mundo

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Según Raspotnik, "cualquier cosa que pase en el mundo puede tener un impacto en el Ártico". "Rusia ha sido expulsada del Consejo del Ártico desde la invasión de Ucrania, por ejemplo", agrega el experto. Milosevich asegura que "Rusia se siente segura", ya que cuenta con bases militares de la época soviética -que tiene la intención de restaurar- y una gran flota de rompehielos de propulsión nuclear. "No se trata de una amenaza, sino una lógica de protección", añade.

China, otra potencia implicada

potencial económico del océano ÁrticoInés Arco nueva Ruta de la Seda PolarChinacanal de Suez

"La relación de China con Rusia permite y garantiza el acceso de Pekín al Ártico", explica Arco. Esto interesa a Rusia, ya que lo convierte en un socio importante para su estrategia en la región. Pero Rusia también desconfía de la presencia china, ya que "considera que los intereses de los estados del Ártico son prioritarios", añade la experta.

Sin duda, el Ártico es un reflejo de la rivalidad entre grandes potencias y un ejemplo del dilema entre preservar el entorno o aprovechar su riqueza para la explotación. "Que el Ártico adoptase el modelo de la Antártida sería ideal, pero no ocurrirá, ya que el Ártico tiene propietarios y habitantes", concluye el investigador Giralt.

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