Acoso judicial

La justicia bielorrusa condena al Nobel de la Paz Alés Bialiatski a 10 años de prisión

El defensor de los derechos humanos está acusado de crear una organización que atenta contra el orden público

El Nobel de la paz bielorruso Alés Bialiatski, en una imagen de archivo.

El Nobel de la paz bielorruso Alés Bialiatski, en una imagen de archivo. / ZUMA PRESS

EFE

EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un tribunal de Minsk ha condenado este viernes a 10 años de prisión al conocido defensor de derechos humanos de Bielorrusia y Premio Nobel de la Paz de 2022, Alés Bialiatski, según ha informado la organización que preside, Viasna.

La jueza Marina Zapasnik ha considerado culpables a Bialiatski y otros tres activistas de derechos humanos de la organización de contrabando y financiación de acciones colectivas que atentan gravemente contra el orden público. Este es el argumento por el que el tribunal ha impuesto penas de entre 7 a 10 años de prisión a los cuatro defensores de Viasna, según la oenegé. El fiscal Oleksandr Korol había pedido para los activistas entre 9 y 12 años de cárcel. Los cuatro condenados se declararon no culpables durante el juicio.

Además de Bialiatski, el tribunal condenó al número dos de Viasna y vicepresidente de la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), Valentín Stefánovich, a 9 años de prisión, y decretó 7 años de cárcel para el coordinador de la campaña "Defensores de derechos humanos para elecciones libres" y abogado de Viasna, Vladímir Labkovich, así como -en ausencia- a ocho años de cárcel al defensor de derechos humanos de la oenegé Dmitri Soloviov. Todos menos Soloviov llevan desde julio de 2021 detenidos.

Grupo organizado

La Fiscalía alegó que los activistas actuaron como parte de un grupo organizado desde el 4 de abril de 2016 hasta el 14 de julio de 2021, con el fin de utilizar el Centro Viasna y otras organizaciones para actividades ilegales y financiación en Bielorrusia. Según la acusación, cobraron dinero de varias estructuras y fondos de una empresa extranjera y luego, con la ayuda de otras personas, movieron ilegalmente desde el territorio de Lituania importes de al menos 201.000 euros y 54.000 dólares.

El pasado 13 de enero, los activistas hicieron uso de su último turno de palabra y denunciaron las "motivaciones políticas" de la causa y la situación de "represiones masivas y violaciones totales de los derechos humanos" que se vive en el país desde llos controvertidos comicios de 2020, que según el recuento oficial habría ganado Aleksádr Lukashenko con casi el 80% de los votos.

La líder de oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, ha calificado la condena de "inhumana y cruel, pero predecible". "Debemos hacer todo lo posible para luchar contra esta injusticia vergonzosa", ha declarado en Twitter Tijanóvskaya.

"Régimen ilegítimo"

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha manifestado su "grave preocupación" por la "falta de procedimientos" durante el juicio contra el Nobel de la Paz y sus compañeros, así como de la "carencia de una justicia independiente en Bielorrusia". La portavoz de la oficina, Ravina Shamdasani, ha recordado que al menos 1.446 personas, entre ellas 10 menores, se encuentran detenidas en el país con acusaciones arbitrarias y motivadas políticamente. "Pedimos el fin de la persecución de los defensores de los derechos humanos y de quienes expresan opiniones disidentes, y reclamamos la liberación de todos los detenidos arbitrariamente", ha añadido.

La Unión Europea (UE) también ha expresado su "consternación" por las condenas. La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, ha considerado que las "sentencias son un insulto a la justicia" y ha reclamado su liberación. Por su parte, Peter Stano, portavoz del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha censurado la "represión continuada del régimen ilegítimo de Lukashenko".

Bialiatski fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su defensa de los derechos humanos, junto con la organización rusa Memorial y la ucraniana Centro para las Libertades Civiles.