Ofensiva de Rusia

Marc Marginedas desde Ucrania: Kiev teme un ataque en el frente sur para ampliar el corredor que une Crimea con el Donbás

El comandante de la Legión Georgiana, integrada por soldados de múltiples nacionalidades, denuncia que el Kremlin concentra miles de hombres en esta región y que sus tropas están neutralizando intentos de romper el frente

Mamuka Mamulashvili

Mamuka Mamulashvili / MARC MARGINEDAS

Marc Marginedas

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La ofensiva de Rusia en el Donbás está en boca de todos en Ucrania. Día sí y día también, las noticias procedentes de las líneas de frente en las provincias orientales de Lugansk y Donetsk se suceden, permitiendo entrever las intenciones inmediatas del Kremlin, que se resumen en la conquista de la localidad de Bajmut ante el primer aniversario del arranque de la guerra y la posterior continuación del avance hacia Kramatorsk y Slaviansk, ya entrado el mes de marzo.

Sin embargo, desde una posición no revelada en el frente bélico del sur de Ucrania, Mamuka Mamulashvili, comandante de la Legión Georgiana, advierte, en una entrevista exclusiva con EL PERIÓDICO y otro medio de comunicación catalán, que los mandos rusos están concentrando decenas de miles de soldados en esta región para probablemente lanzar otro ataque que les permita ensanchar el corredor terrestre que une Crimea con el Donbás, el principal y hasta la fecha único logro estratégico del Ejército ruso en los 12 meses de contienda.

"Calculamos que (los rusos) han concentrado unos 80.000 hombres, aunque no son verdaderos soldados, son reclutas procedentes de la última movilización", destaca el comandante, al frente de una unidad multinacional integrada por militares de más de una veintena de nacionalidades, desde suecos a japoneses, incluyendo en algún caso algún nacido en Rusia. "Podrían lanzarlos contra nuestras líneas esperando que se nos agote la munición", denuncia, parafraseando las reiteradas acusaciones de Kiev acerca del escaso respeto de Moscú hacia la vida y la integridad de sus hombres. Todo ello, unido a las constantes escaramuzas que se están registrando en esta parte del frente bélico, empujan a pensar al comandante Mamulashvili que Rusia planea ataques aquí también. "Hace unos días neutralizamos un intento de romper nuestras líneas", informa.

Parte de la Federación Rusa

Putin "ha proclamado que el sur de Ucrania es parte integrante de la Federación Rusa; nosotros tenemos que demostrarle que está equivocado", sostiene. Y de nuevo, pide a Occidente que acelere los suministros de armas, en particular de los Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, más conocidos por sus acrónimos en inglés HIMARS, cuya elevada precisión ha marcado la diferencia en este año de hostilidades, forzando la retirada de las tropas rusas de escenarios donde se había consolidado.

Los temores de este militar georgiano son compartidos por analistas como David Lewis, profesor de Política Global en la Universidad de Exeter y experto en Seguridad Internacional y Autoritarismo. "Podemos esperar más presión en el sur, donde Rusia querría mover sus líneas de defensa más lejos de Melitópol, para expandir el corredor de Crimea y hacerlo menos vulnerable a una contraofensiva ucraniana", aseguró recientemente en un email a este diario.

Mamulashvili habla con orgullo de la Legión Georgiana, y alaba los estrechos lazos que han existido entre Ucrania y su país de origen desde los años posteriores a la desintegración de la URSS. "Cuando Rusia lanzó la primera agresión contra nuestro país, Ucrania fue el primero en enviar hombres en nuestra ayuda", asegura, en referencia a la guerra que libró en 1992 y 1993 el Ejército gubernamental georgiano contra las tropas separatistas de la región de Abjasia, azuzadas desde la Federación Rusa, un conflicto que causó unos 20.000 muertos civiles y cerca de 250.000 desplazados.

Desde entonces, el enclave vive en un régimen de independencia de facto no reconocida por casi ningún país del mundo. "Georgia conoce de primera mano lo que es el imperialismo ruso, más del 20% de su territorio le ha sido arrebatado en guerras impulsadas por el Kremlin; por esta razón este conflicto que se libra en Ucrania es también el nuestro", proclama el comandante, quien no oculta su esperanza de que Rusia salga lo suficientemente debilitada de esta contienda para que su país recupere algún día su integridad territorial.

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