Tensión entre dos potencias

Qué es el Nuevo START, el tratado de desarme nuclear que ha suspendido Rusia

Putin deja en el aire la participación de su país en el acuerdo que limita el número de ojivas a un máximo de 1.550

Barack Obama y Dmitri Medvédev firman el Nuevo START en Praga, el 8 de abril de 2010.

Barack Obama y Dmitri Medvédev firman el Nuevo START en Praga, el 8 de abril de 2010. / JASON REED / REUTERS

Laura Puig

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El presidente ruso, Vladímir Putin, ha anunciado este martes la suspensión de la participación de su país en el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), un acuerdo fundamental para la contención y el desarme nuclear de Estados Unidos y Rusia del que está vigente su tercera versión (Nuevo START o START III).

Estas son las claves de un tratado ideado para evitar una hecatombe nuclear por el choque de las dos principales potencias atómicas, que juntas suman el 90% de las armas de este tipo:

El origen

La saga arrancó con el START, una idea propuesta por el presidente estadounidense Ronald Reagan con la intención de limitar un posible choque nuclear entre las dos principales potencias de la Guerra Fría, que desde los años 30 habían acumulado un gran arsenal y estuvieron al borde de una guerra atómica con la crisis de los misiles de Cuba de 1962. El primer START fue finalmente firmado por George Bush padre y Mijaíl Gorbachov el 31 de julio de 1991, cinco meses antes del colapso de la Unión Soviética, aunque no entró en vigor hasta diciembre de 1994. El acuerdo, que estuvo vigente hasta 2009, limitaba a 6.000 las cabezas nucleares de ambos países.

El START II empezó a negociarse antes de que entrara en vigor el anterior y fue firmado por Bush y Boris Yeltsin el 3 de enero de 1993, y buscaba reducir a 3.500 el número máximo de ojivas, además de prohibir el uso de los misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de cabezas múltiples. Este acuerdo no llegó a aplicarse nunca. Fue ratificado por el Senado de EEUU, pero bloqueado numerosas veces en la Duma rusa en protesta por las operaciones militares de EEUU en Irak y Kosovo y por la ampliación de la OTAN a países del este. En abril del año 2000, la Duma dio finalmente un visto bueno que acabó siendo inútil, pues el START II fue reemplazado por el tratado SORT (firmado por George Bush hijo y Vladímir Putin), en el que se comprometían a limitar a 2.200 cabezas nucleares cada uno.

Límites más ambiciosos

El Nuevo START o START III fue firmado el 8 de abril de 2010 en Praga por el entonces presidente ruso, Dmitri Medvédev, y el estadounidense, Barack Obama, con el objetivo de "restablecer" los lazos entre ambas potencias e impulsó límites de armamento más ambiciosos que los acuerdos anteriores.

Fijó un tope de 1.550 ojivas nucleares desplegadas cada uno y contemplaba garantías en materia de inspecciones y transparencia para que cada país pudiese comprobar que el otro estaba cumpliendo su parte. El Departamento de Estado norteamericano recoge en su página web datos de septiembre de 2022 y que avalan dicho cumplimiento: 1.420 ojivas por parte de Estados Unidos y 1.549 en el caso de Rusia. Estas cifras, a pesar de que suponen un recorte de cerca del 30% respecto del límite anterior, son suficientes para destruir el mundo varias veces.

El pasado mes de enero, el Gobierno de Joe Biden acusó a Moscú de incumplir los términos acordados, al vetar en agosto de 2022 la presencia de inspectores en Rusia tras la teórica vuelta a la normalidad después de una fase de paralización por la pandemia del covid-19 y ya en plena ofensiva militar en Ucrania. Moscú, por su parte, alegó que Washington obstaculizaba las visitas a sus propias instalaciones, algo que la Casa Blanca negó.

El tratado tenía una validez de 10 años y, pese a las críticas que se han lanzado ambas potencias mutuamente en estos últimos años, técnicamente habían acordado prolongar estos compromisos hasta febrero de 2026. En noviembre pasado, ambos países debían celebrar en El Cairo una reunión sobre el tratado, pero Rusia pospuso el encuentro sine die acusando a EEUU de "toxicidad y animadversión".

Último pacto vigente

El START III es el último acuerdo de control de armamento que seguía en vigor entre ambas potencias nucleares. En febrero de 2019, Donald Trump suspendió la participación de EEUU en el histórico tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), firmado en 1989 por Reagan y Gorbachov para limitar el uso de misiles de medio alcance, tanto convencionales como nucleares. Un día más tarde del anuncio, Rusia hizo lo propio.

En mayo de 2020, Trump retiró a EEUU del Tratado de Cielos Abiertos, que permite vuelos de vigilancia no armados sobre los países firmantes de Europa, el espacio postsoviético y Norteamérica. Trump alegó que Rusia había violado reiteradamente el acuerdo, algo que negó Moscú, que también acabó retirándose.

Una hipotética ruptura del Nuevo START implicaría que los arsenales de las dos mayores potencias nucleares del mundo no tendrían ninguna limitación por primera vez desde la década de 1970. Putin, por ahora, ha decidido "suspender la participación" de Rusia, alegando que no es un "abandono".

Según el informe de 2022 del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), en el mundo hay 12.705 armas nucleares, de las que se encuentran desplegadas 3.732 (1.744 de Estados Unidos, 1.588 de Rusia, 120 del Reino Unido y 280 de Francia). Además de estos cuatro países, también cuentan con este tipo de armamento China, la India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.

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