Guerra de Ucrania

Un bombardeo ruso contra Jersón, según Zelenski "por placer", causa 16 muertos

El ataque se produjo en un comercio y un mercado céntrico el sábado por la mañana, un momento en el que normalmente el lugar se halla atestado de clientes

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"Por la mañana, en sábado, la víspera de Navidad, en el centro de la ciudad; no son instalaciones militares; ésta no es una guerra según reglas definidas; es el terror, matar para intimidar, para (obtener) placer". Con estas crudas palabras ha descrito el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el bombardeo ruso que ha causado al menos 16 muertos el pasado sábado en el mismo centro de Jersón, ciudad cuyo control recuperó el Ejército ucraniano hace escasas semanas después de que Rusia retirara a sus soldados al constatar que la posición era indefendible.

"El mundo debe ver y comprender el mal absoluto contra el que luchamos", ha deplorado el mandatario en su cuenta de Twitter, renovando sus exigencias de que Rusia acabe siendo considerada un "estado terrorista", con todas las consecuencias políticas y económicas que ello le acarrearía al Kremlin a nivel internacional.

Según un equipo de periodistas de France Presse, una serie de explosiones registradas en el centro sacudieron la localidad nada más despuntar el día. Los bombardeos, de acuerdo con las mismas fuentes, han afectado un mercado central y las calles adyacentes. Al llegar al lugar de los hechos, los reporteros vieron el cuerpo sin vida de una persona en el interior de su coche, varias personas inertes sobre el suelo y también otro herido grave en un vehículo que había sido reventado por la deflagración.

Chaleco ensangrentado

La presidencia ucraniana había informado en Telegram en un primer momento que el ataque había costado la vida a siete personas y que otras 58 habían sufrido heridas, 18 de las cuales de gravedad. Horas más tarde, el gobernador regional Yaroslav Yanushevich elevó la cifra de decesos a 16 con un total de 64 personas heridas. Una mujer con la mirada perdida, agarrando el chaleco ensangrentado de su marido, explicaba a los reporteros el deceso de su cónyuge, Oleksii. "Los equipos de rescate han intentado salvarle, pero ya no respiraba. Leonid Tataryne, de 38 años, ha revelado que, en primer lugar, elbombardeo ruso había tenido como primer objetivo "un comercio", y después "el mercado". Oleksándr Kudriachov, de 43 años, denunció la muerte de Liosha, un carnicero que trabajaba en aquel lugar "desde hacía 20 años". "Había salido a fumar un cigarrillo; sacamos su cuerpo, ya estaba muerto", relató.

Yuriy Sobolevskyi, vicepresidente del consejo regional, hizo hincapié en el carácter complemente civil del lugar atacado. "Solo había civiles aquí, cada uno de los cuales vivía su propia vida y se encargaba de sus propios negocios", subrayó, recordando que entre las víctimas incluso se encontraba una chica que vendía tarjetas de telefonía móvil.

El ataque, en una fecha tan señalada y con un propósito tan espúreo, desató una ola de indignación entre la clase dirigente ucraniana. "Mientras familias en Europa, en América del Norte y más allá, preparan las cenas de Navidad, tened un pensamiento para Ucrania, que combate el mal (absoluto) en este momento", imploró en su cuenta de Twitter el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba. Las fuerzas rusas están haciendo lo que preveían las autoridades de Kiev después de la sonada retirada de la ciudad, el mes pasado. Desde sus posiciones reforzadas en el margen izquierdo del río Dnipro, bombardean sin miramientos una localidad a la cual no han renunciado bajo ningún concepto y a la que esperan retornar en cuanto perciban que la situación en el campo de batalla les favorece.