La invasión rusa

La nueva petición de Putin

Rusia reconoce que la situación en los territorios anexionados es "extremadamente difícil"

El presidente ruso, Vladímir Putin, durante la videoconferencia mantenida este miércoles con el Consejo de los Derechos Humanos de Rusia.

El presidente ruso, Vladímir Putin, durante la videoconferencia mantenida este miércoles con el Consejo de los Derechos Humanos de Rusia. / MIKHAIL METZEL / SPUTNIK

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El Ejército ruso afirmó que ha derribado esta semana cuatro misiles High Speed Anti Radiation Missiles (HARM) de fabricación estadounidense en su territorio, en la región de Belgorod, fronteriza con Ucrania, donde Moscú está llevando a cabo una ofensiva desde febrero. El 19 de agosto, Estados Unidos confirmó oficialmente el envío a Kiev de misiles AGM-88 HARM, armamento diseñado para destruir los radares enemigos.

"Cuatro misiles antirradar estadounidenses HARM fueron derribados en el espacio aéreo de la región de Belgorod", indicó el Ministerio ruso de Defensa en su informe diario publicado en Telegram, sin aportar más precisiones.

El alcance de estos misiles es de hasta 50 kilómetros y están compuestos de una antena con un cabezal que le permite la identificación de los objetivos. Su principal finalidad es la destrucción de los radares que pueden detectar amenazas, como misiles o aviones enemigos, y tienen la capacida de trasladar la información a los sistemas de protección antiaérea.

La importancia de los HARM estriba en que al atacar los radares rusos, facilita la estrategia de Ucrania de avanzar en territorio enemigo y atacar elementos clave para la defensa enemiga. Y su utilización resulta controvertida, por cuanto el Kremlin justifica su procedencia, Estados Unidos, para reforzar su tesis de incluir a Occidente en el conflicto que mantiene con Ucrania. Washington se justifica al catalogarlo como un recurso defensivo, no ofensivo.

Adversidades

En este contexto, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha instado a los servicios especiales del país a intensificar y mejorar su labor en aras de superar las nuevas adversidades a las que se enfrenta el bando ruso en la contienda con Kiev.

“La situación global cambia rápidamente y la aparición de nuevas amenazas y desafíos suponen mayores exigencias para todo el sistema de las agencias de seguridad de Rusia. Esto significa que necesita mejorar significativamente su trabajo en áreas clave y utilizar su potencial operativo, técnico y de personal al máximo”, ha declarado el mandatario en su discurso en el Día del Trabajador de la Agencia de Seguridad.

Putin ha reclamado que los servicios de contrainteligencia se afanen en la labor de detectar “traidores, espías y saboteadores”, que tratan de perjudicar los intereses rusos en el conflicto armado con Kiev.