Relaciones comerciales

Rusia se vuelve hacia Asia para vender petróleo y gas ante el veto europeo

Mientras Moscú ha optado por aumentar su comercio con países como China o la India, Europa ha buscado sustitutos en otros países productores de hidrocarburos

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, junto a su homólogo ruso, Vladímir Putin

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, junto a su homólogo ruso, Vladímir Putin / EFE/EPA/VYACHESLAV PROKOFYEV

Àlex Bustos

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Rusia ha perdido este año la mayor parte de sus compradores de hidrocarburos en Europa. Y es en los momentos de dificultad cuando se recurre a los "amigos". Para Moscú, Ankara es un apoyo importante. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que comparte mucho con su homólogo ruso, Vladímir Putin –preferencia por la autocracia, persecución de la oposición, peso de la religión en la sociedad– juega a dos bandas en el conflicto rusoucraniano y tiende la mano a ambos. En el caso de Rusia, esto favoreció la iniciativa de Putin de convertir el país otomano en un nodo de comercio de los hidrocarburos rusos. Sobre la ruta turca, el mandatario ruso apuntó que "es la más fiable para el suministro a Europa". Concretamente estaría alimentando las industrias de países del sur y este de Europa como Bulgaria, Grecia, Serbia o Hungría, entre otros. Ankara es de los pocos países de Europa que a día de hoy no ha impuesto sanciones de ningún tipo a Rusia y es la principal vía para los ciudadanos rusos que abandonan el país.

Otro de los compañeros comerciales de Moscú es la India, que siempre ha definido Rusia como "un vecino lejano" por sus buenas relaciones aunque no compartan frontera. Estas han sido buenas casi desde la independencia india, y mejoraron durante la Guerra Fría. Por ello, Nueva Delhi es uno de los principales compradores del crudo ruso. Las costas indias son actualmente el mayor receptor de los barcos petroleros rusos, que exportan el hidrocarburo de los Urales. Aunque en febrero cayeron las compras desde India, a lo largo de 2022 volvieron a subir, especialmente después de noviembre, llegando a suplir parcialmente las ventas que previamente se hacían a la UE. Ahora, tras desbancar a Irak, Rusia es el principal proveedor de petróleo de la India.

Otro de los grandes poderes del mundo y que también se muestra contrapuesta a Occidente, China, ha afianzado su posición como un socio comercial de peso para Rusia, concretamente en el gas natural. Conectados ambos países a través de gasoductos como el conocido como "la energía de Siberia", el consumo de gas natural licuado ruso ha aumentado exponencialmente, aunque aún hay otros países que superan a Rusia como proveedor de Shanghái. Según datos de las autoridades chinas, las importaciones de GNL han pasado de 0,4 millones de toneladas en febrero a 0,8 millones de toneladas en noviembre de este 2022. Algunos medios estadounidenses apuntan que parte de este hidrocarburo Pekín lo estaría revendiendo a Europa. Moscú actualmente exporta también mucho más desde China hasta el punto de haberse convertido en el principal exportador al país euroasiático. Tanto las importaciones como las exportaciones con China han subido un 35% respecto al año anterior.

¿Dónde compra Europa?

Moscú no ha sido el único que ha tenido que cambiar de compañeros de negocios. Los 27 países de la Unión Europea se han visto obligados a repensar a quién le compran combustible. Hay una clara excepción en el centro de Europa, pues la Hungría del conservador Viktor Orbán seguirá recibiendo crudo a través de los oleoductos rusos. El líder húngaro es de los pocos en la UE que aún a día de hoy muestra simpatía por Vladímir Putin y su régimen y Moscú le devuelve el "cariño" con gestos como asegurarles el suministro de hidrocarburos con nuevos contratos como el que firmó Budapest en agosto de este año.

Uno de los nuevos asociados de la UE es Azerbaiyán. Este país del Cáucaso sur, liderado por el autócrata Ilham Aliyev, es conocido por sus amplias reservas de recursos energéticos y está a la cola en Europa en muchos indicadores como la libertad de prensa (156º del mundo según Reporteros Sin Fronteras) o en democracia (141º según el Índice de The Economist). En la actualidad Bakú está aislando al Nagorno-Karabaj, un estado sin reconocimiento reconocido como su territorio pero habitado por armenios, alegando que "activistas ecologistas" están protestando en contra de la explotación de recursos en la región. Por esta razón, está cortada la única carretera que conecta este estado no reconocido con Armenia y no pueden llegar ni comida ni medicinas. Previamente cortaron temporalmente el suministro de gas, con temperaturas que a día de hoy pueden llegar hasta los -4º. La falta de democracia o el belicismo respecto a Armenia no echó para atrás a la UE de tender la mano a Aliyev, a quien la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, tildó de "socio confiable".

Otro de los elegidos para compensar la falta de hidrocarburos europeos es Qatar. Este país, ahora en el punto de mira del mundo por alojar el Mundial de fútbol y el escándalo de corrupción en el Parlamento Europeo, se ha postulado como otro de los proveedores para los países europeos, especialmente de Alemania, que ya en marzo buscó acercarse a Qatar para depender menos de Moscú para abastecer su industria. Este pequeño país del Golfo Pérsico ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional por su homofobia, la desigualdad entre hombres y mujeres o el trato a los trabajadores migrantes.

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