Castigo a latigazos

Los talibanes castigan públicamente a latigazos a 28 civiles en Afganistán

Los fundamentalistas propinan a cada condenado entre 30 y 50 latigazos por motivos tales como robo, adulterio o simplemente huir de casa

talibanes aseguran la carretera que lleva a un escondite de militantes del EI

talibanes aseguran la carretera que lleva a un escondite de militantes del EI / EFE/EPA/STRINGER

Europa Press

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Miembros del movimiento fundamentalista talibán afgano han azotado este domingo en público a 28 civiles, entre ellos cinco mujeres, ante cientos de espectadores en las provincias de Jaujzan y Kapisa, en el norte y en el este del país, respectivamente, en el último castigo a latigazos impuesto por las autoridades afganas a pesar de las críticas internacionales.  Los fundamentalistas han aplicado a cada condenado entre 30 y 50 latigazos por motivos tales como robo, adulterio o simplemente huir de casa.

Un total de 22 personas, entre ellas tres mujeres, fueron castigadas en el estadio Mariscal Dostum de la ciudad de Shebergan, la capital de Jaujzan, según fuentes locales bajo condición de anonimato al diario 'Hasht e Subh'. Y otras seis personas, entre ellas dos mujeres, fueron azotadas en el mercado de Sherwani, provincia de Kapisa.

La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se declaró a finales de noviembre "consternada" por las informaciones sobre el uso de los latigazos como castigo público por parte de los talibán desde su retorno al poder en Afganistán. El líder de los talibán, el mulá Hebatulá Ajundzada, ordenó recientemente a los jueces de Afganistán que apliquen en su integridad la 'sharia' --o ley islámica-- contra quienes cometan una serie de delitos que podrían ser castigados incluso con amputaciones públicas o lapidaciones por delitos como el robo, el secuestro o la sedición.

Los fundamentalistas han instaurado un gobierno marcado por el veto a las mujeres y de representantes de otros grupos políticos y étnicos, al tiempo que han hecho frente a críticas a nivel interno e internacional por la limitación de los derechos de la población, especialmente de las mujeres y las niñas.

Los castigos a latigazos y en espacios públicos, así como las ejecuciones públicas y las lapidaciones por supuestos delitos, fueron habituales durante el primer periodo de gobierno talibán, desde 1996 hasta 2001, cuando los militantes fueron expulsados en una invasión liderada por Estados Unidos. Tras 20 años de insurgencia, los talibanes volvieron al poder en agosto de 2021, coincidiendo con la retirada de las tropas estadounidenses y extranjeras del país.