Sentencia

Condenan a 18 años de prisión a los dos principales cómplices del atentado de Niza

El autor material del ataque no fue juzgado al ser abatido por la policía mientras atropellaba a una multitud con un camión en un ataque que causó 86 muertos y más de 400 heridos

Agentes en el escenario del atropello, en Niza.

Agentes en el escenario del atropello, en Niza. / EFE

Enric Bonet

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La Justicia francesa ha condenado este martes a un castigo de entre dos y 18 años de prisión a los cómplices del atentado de Niza del 14 de julio de 2016. Las penas pueden parecer relativamente bajas, teniendo en cuenta la gravedad de los hechos: un atropello masivo con un camión que dejó un reguero de 86 muertos y más de 450 heridos. Estas reflejan, sin embargo, el heterogéneo grupo de ocho cómplices que ayudaron, en mayor o menor medida, al tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel a cometer esa matanza yihadista en la elegante promenade des Anglais de la localidad de la Costa Azul, en el sudeste de Francia.

El Tribunal de París castigó con 18 años de encarcelamiento al francotunecino Mohamed Ghraieb y al tunecino Chokri Chafroud. Ambos fueron condenados por un delito de “asociación con un delincuente terrorista”. La corte, compuesta de manera especial para este juicio por cinco jueces profesionales y presidida por el magistrado Laurent Raviot, les impuso una pena superior a los 15 años solicitados por la fiscalía. Una petición que había generado cierto malestar entre los familiares de las víctimas.

Cómplices de su radicalización y un traficante de armas

Ghraieb, de 47 años, mantenía desde principios de los años 2000 una relación de amistad con el yihadista, abatido por la policía esa fatídica noche. Y Chafroud, de 43 años, era un obrero de la construcción sin documentación legal con “vínculos estrechos” con Lahouaiej Bouhlel. La Corte consideró que ambos colaboraron “en ese proyecto terrorista, inspirándolo, financiándolo y apoyándolo moralmente”. Según el tribunal, aunque no conocían los detalles exactos del atropello masivo que planeaba, sí que estaban al corriente de su radicalización islámica.

La sentencia, pronunciada pasadas las cinco de la tarde, también incluye un castigo de 12 años de prisión para Ramzi Arefa, de 27 años. Este traficante de drogas había vendido una pistola al yihadista, que la utilizó para amenazar a las fuerzas de seguridad durante su sangrienta cabalgada con el camión, alquilado pocos días antes del atentado. A diferencia de los dos principales cómplices, a Arefa no lo condenaron por un delito de “asociación con un delincuente terrorista”, sino simplemente por “asociación delictiva”. Los tres ya estaban encarcelados desde hacía seis años y ahora deberán cumplir el resto de la pena. Sus abogados anunciaron, sin embargo, que recurrirán el veredicto.

Además, el Tribunal condenó a penas de entre dos y ocho años de cárcel a cinco cómplices menores, juzgados por delitos comunes. Un grupo formado por cuatro albaneses, entre ellos una mujer, y un tunecino que no asistió al juicio. Entre otras tareas, los castigaron por haber llevado al terrorista la pistola que compró al traficante de drogas. Los jueces declararon culpables a todos los acusados en este proceso judicial, que empezó en septiembre en la histórica sede de la Corte de París, en el corazón de la capital francesa.

“Temíamos unas penas más bajas”

El gran ausente del juicio, sin duda, fue el yihadista Lahouaiej Bouhlel. Aunque no lo juzgaron al estar muerto, el nombre de este lobo (casi) solitario planeó a lo largo de las audiencias. Raviot precisó en su sentencia que se trataba de una persona “fascinada por la violencia y con un interés poco arraigado por la religión”, a pesar de haber consultado “propaganda yihadista”. “Su voluntad yihadista resulta evidente, pero no se ha establecido ningún vínculo con una organización terrorista”, añadió el magistrado. En julio de 2016, el Estado Islámico se atribuyó la autoría del atentado. Una reivindicación probablemente oportunista, puesto que nunca se demostró ningún vínculo directo entre el autor del atropello y el EI.

“Temíamos que hubiera unas penas más bajas y finalmente resultan importantes para al menos dos de los acusados. A pesar de ello, las víctimas consideran que no son suficientes, ya que ellas sufrirán un dolor perpetuo a lo largo de su vida”, declaró Jean-Claude Hubler, presidente de la asociación de víctimas Life for Nice, al salir de la audiencia. Con esta sentencia, Francia concluye un ciclo de tres macrojuicios por los atentados de Charlie Hebdo, del Bataclan y el de la promenade des Anglais. Un proceso en que se respondió con el derecho y el peso de la ley al frenesí del fundamentalismo islámico.