Rusia responde a la contraofensiva ucraniana con bombardeos masivos a objetivos e infraestructura civil

Amplias zonas del noreste del país se encuentran a oscuras debido a los ataques contra una treintena de plantas eléctricas´

El Kremlin intenta dar una impresión e normalidad e insiste en que continuará la guerra hasta la derrota total del Gobierno de Kiev

Ucrania

Ucrania / REUTERS/Vyacheslav Madiyevskyy

Marc Marginedas

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Una respuesta que, a bote pronto, parece tener más de impotencia y venganza que de estrategia militar. Numerosas poblaciones ucranianas han sufrido cortes de luz debido a los bombardeos masivos realizados por el Ejército ruso en las últimas horas contra centrales eléctricas, en aparente réplica a la contraofensiva relámpago llevada a cabo por las tropas del Gobierno de Kiev en los frentes sur y noreste, y que han propiciado la liberación de cerca de 3.000 kilómetros cuadrados. Mientras tanto, en Moscú, el Kremlin intentaba ofrecer este lunes una imagen de normalidad: el presidente Vladímir Putin ha presidido una reunión ministerial durante la que se habló solo de economía, y su portavoz, Dmitri Peskov ha prometido continuar la guerra hasta la derrota completa del Gobierno de Volodímir Zelenski.

Una treintena de localidades ucranianas, incluyendo a Krematorsk, en el Donbás,y a Dnipro y Járkov, en el este, han sufrido ataques contra infraestructura y objetivos civiles. Esta última población, donde al menos ha muerto una persona, y toda la región colindante se halla a oscuras debido al bombardeo de una de sus plantas generadoras de energía eléctrica, según ha admitido el alcalde, Igor Terejov. El apagón eléctrico se ha extendido a Poltava, en la vecina provincia homónima, a unos 140 kilómetros al oeste. Esta ofensiva contra la infraestructura se produce, además, en un momento en que Rusia, según acusaciones de Kiev, intenta desconectar de la red ucraniana la central de Zaporiyia, donde se genera una quinta parte de la energía eléctrica que se consume en el país, con el ánimo de provocar la penuria energética ante el invierno en ciernes.

Durante este lunes, las tropas ucranianas han prolongado su avance, aunque de forma más ralentizada, propiciando la liberación una veintena de poblaciones adicionales en las provincias de Járkov, Donetsk, en el noeste, y de Jersón, en el sur, según el Estado Mayor del Ejército ucraniano. Especialmente significativa es la retirada rusa de Izium, un estratégico nudo de comunicaciones, y de Kupiansk, una localidad que servía de hub para el suministro logístico del esfuerzo bélico desde la provincia rusa de Bélgorod hacia el oeste ucraniano, ya controlado por Kiev, y hacia el Donbás, en el este.

Restricciones de acceso

Pese a que las autoridades ucranianas mantienen restricciones al acceso de periodistas a las regiones liberadas, un reportero de France Presse ha logrado conversar con varios residentes en Izium, gracias a una antena que permite la conexión de los teléfonos celulares. "Les recibimos con lágrimas en los ojos; llevábamos meses esperándoles, estamos muy felices", explica Nadia Nesolena desde una colina de la ciudad donde existe aún cobertura. Periodistas de la misma agencia de noticias han podido constatar que la carretera que une Járkov con la región de Donbás, recientemente liberada por las fuerzas ucranianas, está repleta de cráteres de explosiones, blindados y tanques destruidos con el símbolo Z, que identifica a los vehículos militares rusos.

Los avances territoriales ucranianos tienen también un impacto psicológico nada desdeñable para la moral de uno u otro bando, incrementando la credibilidad del Ejército ucraniano, y destacando que no solo puede resistir los embates de su enemigo, como hasta ahora, sino que eventualmente puede ganar la guerra. Informaciones procedentes de la vecina provincia de Luhansk hablan de la creciente inquietud entre los dirigentes colaboracionistas y los civiles que están cooperando con las fuerzas rusas.

El Kremlin, por su parte, se ha esforzado en transmitir serenidad. Putin ha inaugurado, entre fuegos artificiales, la noria mirador más grande de Europa, y ha presidido una reunión del Gobierno en la que se debatieron solo temas económicos. Su portavoz, Peskov, ha evitado evocar la posibilidad de que sea decretada una movilización general, y ha repetido el mantra de que la guerra continuará hasta que se hayan cumplido los objetivos fijados por Putin.