Daniel Ortega se festeja a sí mismo en el 43 aniversario de la revolución sandinista

El matrimonio presidencial de Ortega y Rosario Murillo conmemoró la principal efeméride ante 1000 invitados

Este año la pobreza azotará al 45% de una población que carece de alternativas políticas

El acto del 43 aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista en la Plaza de la Revolución de Managua.

El acto del 43 aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista en la Plaza de la Revolución de Managua. / Twitter

Abel Gilbert

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El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), con la pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo a la cabeza y nadie detrás, celebró este martes un mustio 43º aniversario del triunfo de la revolución. El matrimonio no contó otra vez con sus escenas de masas agitando prolijos banderines rojo y negro. Le alcanzó con una parte de los empleados públicos, jueces y policías, así como los invitados internacionales, para auto festejar la creciente e indiscutible suma del poder político. "Socialista, familia solidaria, aquí reina el amor, aquí vivimos tranquilos, trabajando, para seguir adelante, vivimos con cariño, no reina el odio, ni pudieron ni podrán", dijo Murillo ante un auditorio de unas mil personas. Recibió, como corresponde, sonoros aplausos.

Hasta el estallido social de 2018, que se resolvió con numerosos muertos, presos y exiliados, los Ortega conmemoraban el 19 de julio de otra manera. El gentío, aunque obediente a las consignas estatales, ya no es garante de su estabilidad. Luis Carrión Cruz, dirigente de Unión Democrática Renovadora y uno de los históricos comandantes de la revolución de 1979 que terminó con la dinastía de Anastasio Somoza, le dijo a la revista digital Confidencial que la imagen de una plaza semivacía es la confirmación del "desgaste político del FSLN y de Ortega, que no tiene confianza en su capacidad de convocar políticamente a una multitud". La comandante guerrillera Mónica Baltodano, también disidente y exiliada en Costa Rica, al igual que Carrión, comentó a la misma publicación que "Ortega y el FSLN cada día pierden más ese respaldo y por eso esta dictadura va a caer, como cayó también la de (Anastasio) Somoza".

Laureano Ortega Murillo, el hijo de los gobernantes y tenor vocacional, ofrendó su voz al aniversario. Su hermano, Juan Carlos, quiso mostrarse optimista en relación a un futuro complejo. En las redes sociales se permitió reflexionar qué sucederá con uno de los países más pobres de Centroamérica, que, según la CEPAL, tendrá 45% de pobres al concluir el año, "cuando Daniel no esté". Su padre es, por el momento, la "fuerza vital del pueblo" que, en rigor, se quedó en sus casas. El hombre que se encuentra en el poder desde 2006 "despierta el amor" de los suyos por su "furia pasional". Se trata, insistió el hijo, de una "intensidad de lucha, capaz de trascender las nuevas generaciones". Por eso, "todos somos Daniel, como punta de lanza de este continente".

Más allá del ejercicio familiar autoindulgente, apenas el comentario filial de una reciente promesa paterna de dejarle Nicaragua a "los jóvenes" en un futuro muy difuso, la realidad indica que el ex guerrillero lleva 15 años y seis meses consecutivos en el poder, en medio de denuncias de autoritarismo, violaciones a los derechos humanos y fraude electoral, y no tiene ninguna intención de abandonarlo.

El caso Téllez y el saludo de Putin

El nombre de Dora María Téllez, quien, en 1978, a los 23 años, participó de una de las grandes osadías de la insurgencia al tomar el Palacio Nacional, irrumpe por estas horas como la metáfora del drama nicaragüense. Ella, una de las comandantes históricas del FSLN, se encuentra a los 66 años encerrada bajo severas condiciones por oponerse al matrimonio presidencial.

El Gobierno de Ortega y Murillo va en camino al convertirse en una administración de partido único. Previo a los modestos fastos, las autoridades despojaron al partido opositor Ciudadanos por la Libertad de las cinco alcaldías que administraban, ahora en manos del FSLN, e ilegalizaron cientos de oenegé.

En noviembre próximo, el país debe realizar elecciones en 153 municipios. Organizaciones opositoras, como la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, estiman a estas alturas que las posibilidades de generar contrapesos políticos son muy escasas porque se han recortado de manera ostensibles las autonomías municipales.

En medio de las celebraciones, Ortega recibió como regalo el saludo de Vladimir Putin. "Las relaciones ruso-nicaragüenses se desarrollan en aras de la cooperación estratégica. Nuestros Estados cooperan exitosamente en distintas esferas en el interés de forjar un orden mundial justo y democrático", le dijo. Y añadió: "Estoy seguro de que con los esfuerzos conjuntos garantizaremos fortalecer aún más toda la gama de lazos bilaterales constructivos por el bien de los pueblos amigos de la Federación de Rusia y la República de Nicaragua".