Protesta social

Reino Unido se prepara para un "verano de descontento"

Profesores y personal sanitario amenazan con unirse a las huelgas si el Gobierno no se compromete a mejorar los salarios

Un manifestante sostiene una pancarta mientras los miembros del sindicato National Union of Rail, Maritime and Transport Workers (RMT)

Un manifestante sostiene una pancarta mientras los miembros del sindicato National Union of Rail, Maritime and Transport Workers (RMT) / EFE/EPA/TOLGA AKMEN

Mari Latorre

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El Gobierno de Boris Johnson sigue acumulando problemas. La semana pasada, la mayor huelga de ferrocarriles en los últimos 30 años paralizó Londres. Los trabajadores de la red ferroviaria, los del metro y los de Correos, salieron a la calle para pedir mejores condiciones laborales y un aumento de los salarios.

Según el Sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transportes (RTM), los trabajadores del Network Rail y 13 de las 15 compañías ferroviarias de Reino Unido creen que las subidas propuestas por las empresas no son suficientes y necesitan ser más altas debido al encarecimiento de la vida en toda Europa. Además, el sindicato afirma que Transportes de Londres, el organismo gubernamental que gestiona los transportes en la capital británica, quiere recortar puestos de trabajo y recortar pensiones.

Los abogados penalistas también se han unido a las protestas que sacuden al país. Desde el 27 de junio, este sector ha anunciado que se manifestará un día por semana hasta el 18 de julio, cuando tienen convocado un parón de cinco días. La Asociación de Abogados Penalistas afirma que la profesión se enfrenta a una "crisis existencial" a causa de la inadecuada financiación que reciben.

Más huelgas

A las protestas de la semana pasada se les suman las actuales. Desde el martes están llamados a la huelga 150 miembros de la Sociedad Asociada de Ingenieros de Locomotoras y Bomberos (Aslef) que trabajan en la red de tranvías de Londres. El organismo asegura que "con una tasa de inflación del RPI superior al 11% la empresa ha ofrecido a los conductores de tranvía una subida de sólo un 3%" y que esto supondrá "un recorte salarial en términos reales para personas que ya están luchando para hacer frente a las crecientes facturas de combustible, energía y alimentos". El parón afectó a la segunda jornada de Wimbledon con circulaciones interrumpidas entre Croydon y Beckenham Junction, Elmers End o New Addington.

Por su parte, los trabajadores de Correos, uno de los servicios postales privados, han marcado el 11 de julio como el día para protestar por los bajos salarios. Así mismo, 115.000 trabajadores del Royal Mail, servicio postal del Reino Unido y miembros del Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (CWU), están a la espera de la resolución de la votación que anunciará si hacen parón o no. Se espera que el resultado se conozca el 11 de julio. Entre sus protestas, aseguran que la empresa les ha ofrecido un aumento del 2% mientras que el Royal Mail lo niega y afirma que ha sido del 5,5%.

El personal sanitario amenaza

El Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra también podría verse involucrado en las próximas semanas en nuevos parones. A pesar de que todavía no hay ninguna huelga confirmada, la Asociación Médica Británica, el sindicato de los médicos, pide una subida salarial del 30% en cinco años para que se ajuste a la inflación. Por el mismo motivo se plantean parones de profesores para el próximo otoño. 

La respuesta del Gobierno

Por su parte, Reuters recoge que el enfoque de mano dura del Gobierno en materia de relaciones laborales ha resultado contraproducente, ya que los empleados rechazan sus "absurdas" exigencias de contención salarial y se afilian cada vez más a los sindicatos, dijo Frances O'Grady, la directora del mayor grupo sindical del país.

Sin embargo, el Gobierno de Boris Johnson ha respondido condenando a los "barones sindicales" y tratando de facilitar a las empresas la contratación de trabajadores de agencia en lugar de comprometerse con los trabajadores en las condiciones económicas más duras de las últimas décadas.