Dimite el primer ministro de Sri Lanka tras largas protestas por la crisis económica

El primer ministro de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ha dimitido este lunes poco después de violentos enfrentamientos entre sus simpatizantes y manifestantes antigubernamentales críticos con la gestión económica que han dejado 78 heridos. El responsable de 76 años ha enviado su carta de renuncia a su hermano menor, el presidente Gotabaya Rajapaksa, abriendo el camino para un "nuevo Gobierno de unidad", ha confirmado su portavoz, Rohan Weliwita.

La policía de Sri Lanka decretó poco antes un toque de queda en Colombo, la capital, tras los enfrentamientos entre los partidarios del gobierno y los manifestantes que reclaman dimisiones. Los seguidores del bando de Rajapaksa, armados con palos y porras, atacaron a los manifestantes que acampan desde el 9 de abril delante de la oficina presidencial, según constataron periodistas de la agencia AFP.

La policía disparó gas lacrimógeno y recurrió a cañones de agua después de de que los partidarios del Gobierno franquearan las filas de las fuerzas de seguridad para destruir los campamentos de miles de manifestantes antigubernamentales que exigen la partida de Rajapaksa.

Desde hace meses, este pequeño país insular de 22 millones de habitantes del sur de Asia, independiente desde 1948, sufre de grave escasez de productos alimentarios, combustible y medicamentos. El colapso económico empezó a sentirse después de que la pandemia del coronavirus acabara con los ingresos por turismo y remesas.

Ahogados en la deuda externa

Los manifestantes exigían desde hace varias semanas la renuncia del mandatario, acusado de provocar la crisis. La enorme deuda externa, estimada en 51.000 millones de dólares, llevó al Gobierno a decretar el 12 de abril una moratoria de pagos. El Ejecutivo había prohibido previamente muchas importaciones para frenar la salida de las divisas extranjeras necesarias para pagar sus compromisos.

Este lunes, el presidente Rajapaksa exhortó en Twitter a "la población a mostrar moderación y a recordar que la violencia solo engendra violencia". "La crisis económica en la que nos encontramos necesita una solución económica que esta administración se comprometió a encontrar", agregó.

El viernes, el presidente decretó el estado de emergencia por segunda vez en cinco semanas, y otorgó poderes ampliados a las fuerzas de seguridad, por ejemplo autorizando la detención de sospechosos durante largos periodos sin supervisión judicial.