La carrera hacia el Elíseo

Le Pen agita a los musulmanes con su propuesta de prohibir el velo

La candidata quiere eliminar el uso del pañuelo islámico del espacio público e incluso multar a las mujeres

Jóvenes francesas con el velo islámico en Estrasburgo.

Jóvenes francesas con el velo islámico en Estrasburgo. / AFP/ PHOTO FREDERICK

Marta López

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Con entre 5 y 6 millones de miembros, practicantes y no, Francia acoge la primera comunidad musulmana de Europa y todo lo relacionado con ella es un asunto de alta sensibilidad en el país, sobre todo a raíz de los atentados terroristas islamistas que ha sufrido en los últimos años. Por ello, la propuesta de la candidata ultraderechista, Marine Le Pen, de prohibir el uso del velo islámico e incluso multar a las mujeres que lo lleven en el espacio público ha hecho saltar todas las alarmas.

Varios abogados ya han advertido de que una prohibición así, sin precedentes en el mundo, violaría la Constitución y socavaría los principios del laicismo sobre los que se asienta la República francesa, con una ley de 1905 que separa Iglesia y Estado y garantiza la libertad de culto. Macron, erigiéndose en el defensor de esta libertad, ha subrayado que una prohibición del velo por mandato constitucional supondría también vetar otros símbolos religiosos como la kipá judía y la cruz cristiana.

El fin del laicismo

"Esta propuesta es el fin del laicismo en Francia", subraya una joven Hélène, que el jueves acudió a una manifestación estudiantil en París para "cortar el paso a la ultraderecha". "La prohibición del velo no es coherente con la idea que yo tengo de Francia como país de la libertad y la igualdad. Si las mujeres quieren llevar velo tienen derecho a hacerlo", sostiene Ryan, un joven de origen libanés a punto de licenciarse en Derecho.

En una campaña en la que Le Pen ha tratado de pasar por alto las propuestas más polémicas de su programa para centrarse en la economía y en el poder adquisitivo, primera preocupación de los franceses, el debate se ha calentado sobre todo en los últimos días. Hasta el punto que desde el partido de Le Pen, Reagrupación Nacional, (RN) han tenido que matizar la propuesta, afirmando que la prohibición del velo "es un objetivo" pero no una "prioridad".

Y algunos de los alcaldes del partido han advertido de la dificultad de aplicar la medida. "No creo que sea posible", dicho Robert Ménard, primer edil de Béziers. También Louis Aliot, alcalde de Perpinyà, y expareja de Le Pen, ha afirmado que la prohibición debería ser "progresiva", empezando por los lugares estatales.

La ley de Macron

Nadia es una joven musulmana, francesa pero hija de inmigrantes marroquís, practicante y no lleva velo. "Es mi elección, la que yo decidido libremente, como otras musulmanas han decidido llevarlo", afirma esta estudiante, que sí observa estrictamente el Ramadán. Tiene un discurso muy crítico con Le Pen, de quien dice que "alimenta el odio contra el extranjero con fines electorales", pero también con el presidente Emmanuel Macron, por la ley que aprobó sobre el "separatismo religioso" para frenar el islamismo y que autoriza del cierre de mezquitas.

"Esta es una ley que está al límite de la extrema derecha y que ha sido aprobada por alguien que se dice centrista", afirma en tono burlón. "El estado controla a los imanes, la financiación de las mezquitas, que sí, es normal, pero … ¿por qué siempre nosotros? También hay sinagogas que las financia Israel", se queja.

Nadia forma parte del 69% de musulmanes que según un estudio del instituto de sondeos Ifop votaron por el izquierdista Jean-Luc Mélenchon en la primera vuelta electoral. La Gran Mezquita de París les pide ahora que apoyen a Macron frente a "las fuerzas malévolas que piden proscribir a los musulmanes". Esta joven también lo hará. "Si gana Le Pen habrá una guerra civil", susurra.

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