Tensión en Europa del este

El Ejército de Ucrania confía en causar "graves pérdidas" a Rusia si hay invasión

Kiev cuenta con 200.000 soldados desplegados y más de 8.000 proyectiles antitanque, aunque carece de baterías de misiles antibalísticos

Ucrania ejército

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Marc Marginedas

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Vasili Veresnov, mayor del Ejército ucraniano de 43 años, acaba de asumir el mando de una unidad de las Fuerzas de Defensa Territorial recién inaugurada en un antiguo edificio administrativo de los alrededores de Izium, desangelada localidad a unos 120 kilómetros de Járkov en dirección sur. Junto con un equipo de 50 militares, ha empezado a entrenar, de forma temporal y solo durante los fines de semana, a una cincuentena de civiles y ciudadanos en la reserva, todos ellos voluntarios, que serían llamados a filas de inmediato en el caso de un ataque desde la vecina Rusia. "Los entrenamientos duran entre seis y ocho horas; les enseñamos lo mismo que a un soldado al inicio del servicio militar", explica.

Pese a no estar en primera línea del frente, Vasili asume con orgullo la tarea de instruir a un Ejército de civiles que, si finalmente se produce la invasión, vigilarán la retaguardia militar, protegiendo las líneas de comunicación y previniendo posibles sabotajes organizados por las Fuerzas Especiales Rusas. "Estamos todos muy motivados, porque sabemos que defendemos a nuestro país", espeta. Y antes de acabar, formula una firme convicción: "Ojalá no suceda nada, pero si Rusia ataca, le va a resultar muy doloroso; les podemos causar muchas pérdidas".

Todos los analistas militares coinciden: las Fuerzas Armadas ucranianas de 2022 no tienen nada que ver con aquel Ejército mal entrenado, formado por unos pocos millares de soldados, que en 2014 entregó sus bases en la anexionada península de Crimea sin presentar batalla, y que se fundió como un azucarillo en un vaso de agua cuando posteriormente comenzó la rebelión en las regiones de Donetsk y Lugansk, movimiento azuzado desde el otro lado de la frontera. "En estos momentos Ucrania tiene desplegados a unos 200.000 militares, entre soldados y oficiales, y otros 400.000 pueden ser movilizados en cuestión de horas", explica a EL PERIÓDICO Mikhaylo Samus, al frente de Nueva Geopolítica-Red de Investigación, una plataforma de información e investigación especializada en temas militares y de geopolítica.

Más gasto militar

En los ocho años transcurridos desde los sucesos de Crimea y el Donbás, el Gobierno de Ucrania ha incrementado considerablemente el gasto militar, hasta unos niveles difíciles de concebir en Europa occidental. Según datos proporcionados por el Banco Mundial, en 2014 Kiev dedicaba a defensa el 1,4% de su Producto Interior Bruto, una cifra que se ha incrementado hasta el 4,1% en el ejercicio del 2020, a la par, en términos relativos, al del todopoderoso vecino del este. La ayuda militar proporcionada por la OTAN y por algunos estados miembros a título individual desde 2014 asciende a 14.000 millones de dólares.

Los tanques y los vehículos blindados son uno de los puntales en los que el Ejercito de Rusia ha basado tradicionalmente su poderío. Sin embargo, los 8.000 misiles antitanque Javelin proporcionados por EEUU constituyen una considerable amenaza para cualquier avance blindado. "Rusia cuenta con 3.000 tanques y decenas de miles de vehículos blindados; me parece que es una adecuada proporción", subraya Samus.

La asignatura pendiente para el Ejército ucraniano son los sistemas de misiles antibalísticos, habida cuenta de que las Fuerzas Armadas rusas han desplegado en los alrededores de Ucrania y en la ocupada península de Crimea 150 misiles Iskander y un centenar de proyectiles Kalibr. Un ataque con este tipo de armas, indica el experto militar ucraniano, podría neutralizar rápidamente "los sistemas de defensa antiaéreos" de Kiev, que, aunque datan de la era soviética, constituyen una formidable amenaza para los aviones de combate y bombarderos rusos, dejando al país indefenso ante las incursiones aéreas.

De hecho, si se produce finalmente un ataque, los lanzamientos de misiles contra centros de comunicaciones y baterías antiaéreas, opina el experto, constituiría una de las primeras etapas del conflicto, tras los ciberataques y los sabotajes. A juzgar por las declaraciones de los responsables rusos, Moscú se muestra especialmente inquieta ante el posible suministro de baterías de misiles antibalísticos por parte de Occidente. Kiev insiste en que se trata de un "arma defensiva" que no constituye ninguna amenaza para nadie.

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